El ilusionante Celta de Berizzo se sostiene sobre unos cimientos sólidos. La continuidad de la mayoría de los jugadores, la apuesta por un juego definido y, este año más que nunca, el buen nivel de casi todos los futbolistas de su plantilla. La progresión del bloque celeste desde que regresó a Primera ha sido notoria, pasando de ser uno de los peores hace dos años, con una aportación casi nula desde el banquillo, a convertirse en un colectivo fuerte, en el que cualquiera puede aspirar a ser titular.
Del factor diferencial individual al colectivo
El Celta afrontó el año de regreso a la Liga BBVA con una plantilla muy justa. Una de las más limitadas de la categoría. Sin embargo, en contraposición, contaba con uno de los mejores futbolistas que ha portado la celeste en los últimos tiempos. Todo en aquel equipo giraba alrededor de Iago Aspas. Todo para él. Mientras el de Moaña brilló en la primera vuelta, las cosas fueron medianamente bien. Cuando bajó en la segunda, el Celta se cayó al completo y solo le salvó la milagrosa permanencia conseguida en la última jornada.
Al año siguiente, llegó Luis Enrique y se marchó Aspas. El drama no fue tal, porque el morracense dejó nueve millones en caja y el club armó un equipo más compensado, Jugadores como Insa, De Lucas o Park dejaron sitio a Nolito, Charles, Rafinha o Fontàs, en claro salto de calidad. Equipo. Jugadores como Krohn-Dehli, Álex López, Cabral, Jonny o el propio Augusto, subieron sus prestaciones con respecto al primer año. La dinámica positiva mejoraba todo. No obstante, la temporada dejó a Rafinha como jugador clave. Su desequilibrio no era tan individual como el de Aspas, pero en cuanto le cogió el pulso a la categoría, el hijo de Mazinho brilló con luz propia.
La progresión colectiva ha sido constante
A las puertas de la tercera temporada consecutiva en Primera, sucedió algo similar. Llegó Berizzo y salió Rafinha. Sin embargo, el club se reforzó bien, cubriendo zonas necesitadas como el mediocentro con Radoja, o el lateral zurdo con Planas. Además, con la reciente renovación de Nolito, el club ha blindado a su nuevo elemento diferencial, como broche de oro a un bloque realmente fuerte.
Cualquiera puede jugar
Durante la pretemporada, Berizzo ha dado pistas muy claras de cuál será el once con el que arranque la Liga contra el Getafe, el próximo domingo a las 21:00 en Balaídos. A pesar de ello, y en palabras del propio técnico, “nadie debe sentirse titular”. El nivel de la plantilla ha vuelto a subir. No solo por los fichajes, sino también por la notoria mejoría de jugadores con poco protagonismo antaño. El caso de Madinda es el más evidente. El gabonés ha mostrado una madurez que le puede permitir gozar de más oportunidades este año.
En la portería, parece que será Sergio el que inicie. Después de la marcha de Yoel, el puesto quedó abierto para que el de Catoira lo pelease con Rubén Blanco. La experiencia parece que le dará el puesto al recientemente renovado guardameta arousano. Sin embargo, el talento del canterano de 19 años es un valor de futuro y de garantía para el presente.
David Costas es el más "suplente" de la plantilla
La defensa contempla al jugador más “suplente” de la plantilla. David Costas sonó mucho para salir cedido, aunque finalmente se quedará como cuarto central. Fontàs y Cabral parten con ventaja. Pero Sergi Gómez ha demostrado que tiene calidad, que puede sumar. A poco que acumule experiencia y le tome el pulso a la Primera División, será un competidor duro para los titulares. Los puestos más competidos serán, a priori, los de lateral. La llegada de Planas apuntala una vieja necesidad: el costado zurdo. Pero la consolidación de Jonny esta pretemporada pone en serios aprietos su titularidad y la de un teórico intocable de la plantilla. Hugo Mallo ha empezado más tarde que sus compañeros y con problemas, debido a su operación en el hombro. El de Matamá ha aprovechado para igualar la disputa. Ahora mismo, son tres para dos puestos, pero Jonny tiene la ventaja de poder jugar en ambos flancos.
En el centro del campo, las posibilidades son enormes. La salida de Jota ha aligerado el bendito overbooking que tiene Berizzo en esa parcela. Las lesiones de Oubiña y Pablo Hernández le ponen las cosas más “fáciles” al técnico argentino a la hora de elegir. En el mediocentro, ante la ausencia del capitán, el recién llegado Radoja competirá con la nueva perla de la cantera, Borja Fernández. El canterano ha derribado la puerta del primer equipo y, salvo que cambie mucho la cosa, ha llegado para quedarse. Gran rendimiento en la pretemporada. Pero es para los dos puestos de interior en dónde el abanico se agranda. Álex López y Krohn-Dehli se han ganado la titularidad en la preparación, aprovechando que Augusto Fernández empezó a entrenar un mes más tarde. No obstante, la calidad del argentino está fuera de toda duda, así como su versatilidad, lo que le hace en candidato, más pronto que tarde, a un puesto en el once, ya sea como interior o como extremo. Por otra parte, Levy Madinda, que apenas había tenido protagonismo los dos años anteriores, ha ganado muchos enteros, hasta convertirse en una opción real para el centro del campo de Berizzo. Además, el que para muchos es el fichaje estrella de esta temporada, Pablo Hernández, todavía no se ha estrenado con la celeste por una inoportuna lesión. Su regreso pondrá todavía más cara las dos plazas titulares.
Para rematar está la delantera. Con el puesto de extremo izquierdo asegurado para Nolito y la derecha muy encauzada por Orellana, la plaza más disputada será la punta de lanza del equipo. El nueve. Todo hacía indicar que Joaquín Larrivey llegaba para ser suplente de un Charles que dejó gran sabor de boca el año pasado. Sin embargo, el argentino parece haber tomado una ligerísima ventaja en la pretemporada, en dónde sus prestaciones han sido altísimas. Todo parece indicar que tampoco habrá un titular fijo en la posición más avanzada del equipo. Este alto nivel pone en aprietos a Santi Mina. Muchos pensaban que este año iba a gozar de más minutos como segundo delantero celeste. Sin embargo, el fichaje del ex del Rayo dificulta mucho su desempeño como nueve. El joven canterano deberá mejorar su versatilidad y aprovechar sus oportunidades, ya sea en banda derecha por Orellana, dando descanso a Nolito en la izquierda o en cualquier situación que le permita actuar como delantero centro.