Visitar el Camp Nou nunca ha sido nada fácil. Sacar algo positivo del estadio de la Ciudad Condal puede considerarse toda una hazaña. Una tarea de héroes que no está al alcance de cualquiera. La pasada campaña Joaquín Caparrós -actual técnico del Granada y ex del Levante- tras caer por siete goles a cero ante el combinado culé, comparó su visita a tierras catalanas con "pasar por el dentista", ya que gran parte de los equipos que pasan por el feudo blaugrana terminan con un terrible dolor de muelas. Y el Celta no ha sido menos. A lo largo de la historia del club vigués, viajar a Barcelona ha supuesto un auténtico martirio en la mayoría de las ocasiones. Tan solo dos victorias y once empates han sumado los gallegos en los 55 partidos -sumando liga, Copa del Rey y Copa de la UEFA- que jugaron como visitantes en territorio blaugrana.

El Camp Nou, fortaleza inexpugnable

Los números no invitan al optimismo a la hora de visitar el fortín culé. Han sido 48 las veces que el FC Barcelona recibió al conjunto olívico en Liga, gran parte de ellas obteniendo resultados fructuosos y sendas victorias, derrotando con facilidad a sus rivales vestidos de color azul celeste. Sin duda será siempre recordado el único triunfo que obtuvo allí el conjunto celtiña en la competición doméstica, en el transcurso de la temporada 1941/42. Un heroico Celta se impuso en el marcador por cero goles a dos -ambos tantos obra de Francisco Roig-. No obstante, el encuentro no se disputó en el actual estadio culé, sino en el ya inexistente Camp de Les Corts. Aquel tropiezo no sentó nada bien a los azulgrana, lo que provocaría que el cuadro vigués sufriera un año más tarde la derrota más abultada de todas sus visitas a la Ciudad Condal (8-0).

Cero victorias del Celta en Liga en el actual estadio culé

El Celta venció en una ocasión al Barça en Les Corts, algo que nunca ha conseguido hacer -en el campeonato nacional de Liga- desde el traslado de los catalanes al Camp Nou. El fortín culé parece resistírsele al conjunto olívico, que nunca ha regresado a Vigo con los tres puntos bajo el brazo. Tan solo hubo un partido en el que los gallegos vencieron, pero no en la competición doméstica, sino en el partido de vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey 1976/77 en el que el Celta, tras empatar en Vigo (1-1), se impuso a su rival (1-2) y accedió a la siguiente ronda, en la que sería eliminado por el Espanyol. Pero aquel lejano triunfo supuso algo más que el pase a los cuartos de final. Esa victoria fue la única en el Camp Nou, por lo que el cuadro olívico no sabe todavía lo que es sumar los tres puntos ahí en Liga.

¿Pagar los platos rotos o echar sal en la herida?

Puede que no sea el momento idóneo para hacer una visita a los líderes de la competición. O quizá sí. La derrota del Barça la pasada jornada en el Santiago Bernabéu puede ser para el Celta un factor positivo o negativo. Un arma de doble filo que el conjunto vigués debe saber manejar si quiere sacar algo provechoso del Camp Nou.

Por un lado, el hecho de haber caído ante el Real Madrid supondrá que el cuadro azulgrana se vea obligado a vencer al Celta si no quiere verse apeado de la primera posición. Además, las duras críticas recibidas tras el derbi provocarán que los de Luis Enrique salten al césped con un plus de motivación y busquen con un enorme afán imponerse con facilidad a los vigueses para regalar un buen triunfo a los suyos e intentar compensar el partido del Bernabéu. Asimismo, el último tropiezo del que fue testigo el Camp Nou data del final de la pasada Liga -empate ante el Atlético de Madrid (1-1) que supuso que los rojiblancos se alzaran con el título de Liga-. A su vez, el Barça no pierde como local desde febrero de este año (2-3 ante el Valencia).En resumidas cuentas, el cuadro olívico podría pagar los platos rotos y sufrir un doloroso vencimiento.

No obstante, el tropiezo del Barcelona puede beneficiar también a los de Berizzo. Una derrota nunca es fácil de digerir, y menos aún si es en casa de tu principal adversario. Además, las sensaciones mostradas y el juego desplegado por el combinado catalán en Madrid no fueron ni mucho menos positivos. Luis Enrique deberá solucionar diversos problemas antes de afrontar el encuentro, a parte de tener que hacer frente a la ausencia por lesión de Andrés Iniesta. Puede resultar primordial para el Celta aguantar los primeros lances del encuentro con la portería a cero. Los minutos correrán en contra de los azulgrana y, conforme avance el reloj y vean que no logran estrenar el marcador, los nervios se harán más fuertes. Con eso deben jugar los de Berizzo ya que, si saben gestionar sus recursos, podrían superar al Barça y echar sal en la herida.

Foto: as.com

Ilusión como arma principal

El Celta no es un equipo acostumbrado a rendirse, sino todo lo contrario. Los vigueses se caracterizan por no bajar nunca los brazos, aún a pesar de la dificultad de sus objetivos. Tirando de fe e ilusión pudo hacerse realidad la permanencia en Primera División en junio de 2013, algo que solo parecía posible en sueños. Otra fantástica cualidad que posee el equipo de las Rías Baixas -y más todavía esta temporada- es la unión. 'Un equipo que defiende y ataca junto', y que pelea hasta el último aliento con 'afouteza e corazón'. Valentía, coraje, ilusión... son algunos de los valores que inculca la elástica celeste.

Berizzo no conoce la derrota en el Camp Nou en Liga

Ahora al cuadro olívico se le plantea un nuevo y complicado reto: vencer al Fútbol Club Barcelona en el Camp Nou por primera vez en el campeonato nacional de liga. Una tarea que no será ni mucho menos sencilla debido, en parte, a los buenos números de los culés esta temporada en casa -cuatro de cuatro triunfos posibles, 14 goles a favor y cero en contra-. No cabe duda de que el equipo de la Ciudad Condal tiene un mayor presupuesto, grandísimos jugadores en sus filas y, además, pelearán por todos los medios por arrebatar al cuadro celeste los tres puntos. Pero los vigueses parten con una pequeña ventaja: el Celta tiene mucho que ganar y nada que perder, justamente lo contrario que sus contrincantes.

Los gallegos han comenzado la presente campaña de manera magistral, habiendo sumado hasta el momento 16 puntos. Conocedores de sus limitaciones y realistas, los jugadores célticos tienen la esperanza de hacer algo grande en el Camp Nou. Y hay ciertos datos que invitan también al optimismo. Cuando el 'Toto' Berizzo intente convencer a sus pupilos de que es posible puntuar, lo hará con conocimiento de causa: el argentino ha visitado cuatro veces el fortín blaugrana en Liga, y en todas ellas regresó a Vigo con un punto en la maleta.

Son varios los componentes del plantel celtiña que durante esta semana han dejado claro -siempre con los pies en el suelo y hablando con cautela- que no es misión imposible arañar algún punto en Barcelona. Diversos mensajes que reflejan ilusión y fe en el trabajo del combinado céltico. Uno de los pilares del centro del campo celeste, Michael Krohn-Dehli, aseguró que en el vestuario tienen la confianza "de hacer algo bueno". Joaquín Larrivey, de acuerdo con el danés, reiteró que viajan a Barcelona con "ilusión y esperanza". Por su parte, Jonny cree que una de las claves estará en jugar 'de tú a tú' a los azulgrana, alegando que "hay que salir a querer el balón, sin esperarlos y sabiendo a lo que jugamos". Por último, el técnico Eduardo Berizzo defendió su filosofía y la del propio club: "Hay que ser fieles a nosotros mismos".