Aarón Ñíguez ante su último mal recuerdo

El extremo, ahora asentado en su Elche natal, estuvo cedido en el Celta durante la temporada 2009/10. Tras un inicio que ilusionó a la afición, se rompió la rodilla en un encuentro de Copa del Rey. Ese fue el último capítulo de su difícil aterrizaje en el fútbol profesional, marcado por las lesiones y la suplencia.

Aarón Ñíguez ante su último mal recuerdo
Foto: Marca
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Por Jaime Llinares

La temporada 2009/10 fue extraña en Vigo. Fue el año en el que volvió la placidez clasificatoria tras la agónica salvación ante el Alavés. También fue el año en el que Eusebio subió a toda una generación de canteranos al primer equipo, que luego sería clave en el ascenso a Primera División.

Durante esa temporada, Balaídos disfrutó de momentos de muy buen fútbol, pese a la poca productividad goleadora de los delanteros celestes. Entre los jugadores más interesantes que pasaron por Vigo ese año, uno fue Aarón Ñíguez.

A su llegada, gozaba de cartel por sus actuaciones con la Sub-17 y la Sub-19.

Fue uno de los últimos fichajes del verano del 2009, un verano de revolución para el Celta en cuánto a llegadas y salidas de jugadores. Aarón Ñíguez llegó cedido por el Valencia tras haber sido prestado también al Xerez, al Iraklis griego y al Glasgow Rangers. En ninguno de esos equipos había tenido demasiada suerte, por lo que los entrenadores chés no contaban con él. Pese a todo, gozaba de cartel por sus actuaciones con las selecciones Sub-17 y Sub-19, en dónde se había mostrado como el talento más prometedor de su generación.

Su llegada a Vigo, tras ser elegido mejor jugador del Mundial sub-20, no pudo ser más ilusionante. Su primer partido, ante el Levante, sirvió para llamar la atención a los en esa época escasos aficionados presentes en Balaídos. Aarón se reveló como un jugador diferente, capaz de romper partidos y defensores. Extremo típico, rápido y con un muy buen uno contra uno.

Un jugador diferente, capaz de romper partidos y defensores.

El joven extremo llevaba camino de convertirse en uno de los jugadores más importantes del equipo, pero el 10 de noviembre todo se fue al garete. Sucedió en un partido de dieciseisavos de Copa en Tenerife cuando Aarón se rompió la rodilla. Otra temporada alejado de los terrenos de juego, justo en su mejor momento, justo cuando empezaba a demostrar el fútbol que llevaba dentro. Pese a ser un recién llegado, el sentimiento en Balaídos fue de tristeza, no solo por la mala suerte del chaval, también por haberse quedado sin disfrutar a un jugador especial.

La temporada siguiente el Valencia le cedió por última vez, al Recreativo. Allí consiguió hacerse con la titularidad para luego fichar por el Almería.En el mercado de invierno de la 2012/13 fue requerido para volver a su Elche natal, en ese momento el mejor equipo de la Liga Adelante. Aarón contribuyó al deseado ascenso a la máxima categoría, en la que se ha convertido en un hombre importante para Escribá.

Mañana, Aarón volverá a uno de los primeros campos en los que se adivinó el jugador que venía. Ahora el fútbol le está devolviendo todo lo que le quitó durante sus primeros años en la élite.