Celta - Elche: el paradigma de la solidez

Recuperarse de la caída y cerrar las heridas provocadas por una serie de desencuentros nefastos es un acto heroico que, en la mayoría de los casos, es de suma complejidad conseguir realizar con efectividad. Sin embargo, una vez alcanzado ese objetivo, un equipo no debe plantearse la apatía y el conformismo como opciones válidas a seguir. La necesidad de mantener el ritmo en una competición tan larga como lo es la Liga BBVA es absolutamente clave, y al Celta de Berizzo todavía le queda mucho camino por recorrer en las trece jornadas que restan de campeonato.

Tras las victorias cosechadas en Balaídos ante el Atlético de Madrid y el pasado sábado en Riazor, el Celta ha consolidado el cambio de tendencia que inició ante el Córdoba a finales del pasado mes de enero, para ejecutar un mes de febrero impecable después de que los tres anteriores resultasen completamente desastrosos. Con este resurgir en resultados y fútbol, el equipo dirigido por Berizzo ha recuperado la calma en lo institucional, su octavo puesto en la clasficiación y, sobre todo, la sonrisa sobre el césped.

Por su parte, el Elche de Escribá llega con la necesidad de puntuar para escaparse ligeramente de los puestos de descenso, aunque, pese no a no haber jugado todavía, ya tiene asegurada su permanencia fuera de ellos, al menos, una jornada más. Los ilicitanos sumaron dos victorias consecutivas ante Rayo y Eibar antes de caer en el Martínez Valero la semana pasada ante el Real Madrid. Con todo, una victoria catapultaría a los alicantinos hasta el 14º puesto de la clasificación, insuflando un soplo de aire fresco a una temporada que, jornada a jornada, se carga de incertidumbre con respecto a la permanencia.

Convertirse en gigantes

El Celta de Vigo de Eduardo Berizzo tiene como objetivo, de aquí a final de temporada, convertir su irregularidad en una excepción y recuperar el ritmo de las diez primeras jornadas de campeonato, que les sirvió para codearse con los primeros puestos de la clasificación y recibir elogios de propios y extraños, dejando detalles de buen fútbol allí donde iban. Su misión será la de dibujar una línea recta, con las menores desviaciones posibles y exenta de altibajos que puedan alterar el rumbo imperturbable de un equipo que, por carácter, merece un lugar en la élite.

El regreso de Hugo Mallo en la defensa es la buena noticia para el encuentro ante el Elche, mientras que las bajas de Carles Planas por lesión y Sergi Gómez por sanción dejan en escueta la lista de efectivos para la zaga, prácticamente obligando al de Marín a ser titular. Por delante, el tridente formado por Nemanja Radoja, Michael Krohn-Dehli y Augusto Fernández parece, finalmente, haber encontrado continuidad en el medio del campo, en detrimento de los irregulares Álex López y Pablo Hernández, quienes no lograron ganarse el puesto durante las oportunidades de las que dispusieron a lo largo de la primera vuelta.

La mayor duda de cara al encuentro que enfrenta a Celta y Elche se encontrará en la delantera, donde es una incógnita quién acompañará a Nolito y Orellana. La titularidad y el gol de Charles ante el Deportivo fueron contrarrestados con un tanto anotado por Larrivey para cerrar el partido, con lo que la decisión final sobre quién saltará al césped de cara ante el equipo de Fran Escribá está todavía en el aire. El buen momento de forma de Charles, sin embargo, lo sitúa quizá un peldaño por delante de Larrivey, teniendo en cuenta además la potencia por alto de los centrales del Elche, lo que propicia la presencia de un delantero ágil y correoso. Charles ya fue titular en la primera vuelta en el Martínez Valero.

Siempre el mismo objetivo

Para equipos como el Elche, de plantilla modesta y presupuesto reducido, cada temporada en la élite es un reto y un regalo al mismo tiempo. Lograr la permanencia es, de forma conocida, el objetivo desde el primer día. Conscientes de esta condición, el trabajo y la constancia son dos factores clave a mantener, y cada punto cuenta con su valor en oro. Con trece jornadas para el cierre de actas, el Elche se encuentra con 23 puntos, uno por encima del límite del descenso que marca el Levante, y sigue sumando a bandazos, a la espera de permanecer, por tercer año consecutivo, en la Liga BBVA.

En la meta del Elche, Przemyslaw Tyton ha acabado por vencer en su batalla particular con el veterano Manu Herrera. Por delante, la pareja de David Lombán y Enzo Roco se romperá ante el Celta debido a la baja por sanción de este último, quien probablemente será suplantado por el polivalente José Ángel. En las banda derecha Damián Suárez no tiene rival, mientras que en la izquierda el capitán Edu Albacar hace las veces de titular, contando con Domingo Cisma, otro veterano, como bombona de oxígeno particular.

El centro del campo del Elche es flojo pero no exento de calidad. El jovencísimo Mario Pasalic lleva la batuta creativa, mientras que un reconstruido Adrián González ejerce de destructor ante la baja de Pedro Mosquera. El marroquí Fayçal Fajr completa el trío, algo por delante de sus dos compañeros. Las bandas son el hogar habitual de Víctor Rodríguez (una de las estrellas de Escribá) y Aaron Ñíguez, con el caboverdiano Garry Rodrigues partiendo desde el banquillo y el joven Álvaro Giménez como as en la manga. En punta, Jonathas es la absoluta referencia, aunque su baja ante el Celta por molestias obligará a Escribá a alinear a Cristian Herrera, con el veterano Coro en la recámara.