Celta de Vigo - Málaga CF: último dardo continental

El final de la temporada se acerca cada vez de forma más peligrosa. Para los equipos que todavía no han definido su destino (es decir, casi la absoluta totalidad de los participantes de la Liga BBVA), cada encuentro de aquí al final es absolutamente clave para alcanzar sus objetivos. Celta y Málaga, curiosamente, comparten el mismo: lograr la séptima plaza. Aunque ésta no garantiza nada por sí misma, una victoria del Fútbol Club Barcelona ante el Athletic de Bilbao en la final de la Copa del Rey la convertiría en un regalo inesperado. Y es que, de darse esta situación, el séptimo de la tabla se clasificaría a la UEFA Europa League.

Para el Celta, lograr entrar en competiciones europeas es algo que se resiste desde la temporada 2006/07, en la que disputaron la antigua Copa de la UEFA, cayendo en octavos de final ante el Werder Bremen alemán. Los de Berizzo se encuentran en un exquisito momento de forma en este tramo final de temporada, e intentarán aprovechar su inercia para apurar al máximo sus posibilidades de acceso. Verdaderamente, la valiente apuesta del equipo céltico en la presente temporada, regalando al espectador un fútbol valiente y escaso en el fútbol español, no está exenta de merecimientos.

Por su parte, el Málaga de Javi Gracia ha hecho los mismos o más méritos que el Celta por optar a esa plaza de rebote en la Europa League. Los andaluces, equipados con una plantilla enormemente joven, han sabido explotar sus virtudes y crear un conjunto compacto y difícil de derrotar incluso para los equipos más duros de la categoría. Pese a todo, los blanquiazules visitan Balaídos después de encadenar seis jornadas de ganar y con la urgencia de extraer tres puntos para defender una séptima plaza a la que cada vez se presentan un mayor número de contendientes.

El hogar de los sueños

Con la permanencia asegurada ya de forma matemática, a los pupilos de Berizzo sólo les queda la nada sencilla tarea de soñar. Más que nunca, los jugadores celestes bailarán sobre el césped en busca del gol, tal y como lo llevan haciendo durante toda la temporada, aunque sin la presión de obligarse a mantener un ojo pendiente de la zona baja de la tabla. Cinco encuentros para definirse, crecer y luchar, cómo no, por alcanzar objetivos superiores a los inicialmente planteados, algo que siempre forma parte del desarrollo de una plantilla.

Ante el Málaga, todo parece indicar que el Celta de Vigo dispondrá sobre el césped de Balaídos al mismo once inicial que saltó al campo el domingo ante el Real Madrid. Además de por el enorme rendimiento mostrado por los once jugadores, el esquema se verá forzado a mantenerse debido a la confirmación de baja de Nemanja Radoja, quien finalmente pasará por el quirófano para resolver la pubalgia que lo llevaba atizando a lo largo de los últimos meses. Con el serbio fuera de combate, todo parece indicar que serán el danés Michael Krohn-Dehli y el argentino Augusto Fernández quienes conformen el doble pivote vigués.

En la delantera, el cuarteto de cuerda celeste parece tomar forma a pasos agigantados. Con Nolito por la izquierda, Mina por la derecha, Orellana como enganche y Larrivey en punta, los vigueses aúnan descaro, electricidad, técnica, fuerza, voluntad y gol en apenas cuatro nombres. El brutal estado de forma de Nolito y Mina, mayormente, será clave a la hora de perforar la meta de Kameni, no sin antes salvar la férrea defensa planteada por el Málaga de Javi Gracia, uno de los equipos más rocosos de la división.

El peligro de la pérdida de ritmo

El Málaga de Javi Gracia ha realizado una campaña sencillamente espectacular. Por encima de sus previsiones en todo momento, el equipo andaluz ha logrado mantenerse en la séptima posición durante gran parte de la temporada y, en consecuencia, las posibilidades de acceder a Europa. Con el descubrimiento y asentamiento de jugadores como Darder, Juanmi o Samuel, los blanquiazules han demostrado que, en la mayoría de los casos, no es necesaria una política de fichajes exacervada para obtener unos resultados brillantes.

En la meta malagueña, el camerunés Carlos Kameni ha sentado al héroe mexicano del mundial Guillermo Ochoa en base a sus portentosas actuaciones. La pareja de centrales formada por Sergio Sánchez y Weligton se ha convertido en un cerrojo que destaca por su intensidad, su carácter y su fuerte personalidad. Por la derecha, Roberto Rosales se reafirma como una de las grandes incorporaciones del equipo en esta temporada, mientras que el lateral izquierdo se ha convertido en propiedad de Arthur Boka desde que Antunes abandonó la disciplina malaguista camino a Kiev.

En el centro del campo, el contraste entre Sergi Darder, un futbolista de estabilidad y toque, y Recio, más físico y con más llegada y recorrido, ha sido una de las claves en el engranaje del equipo de Javi Gracia desde la lesión de una pieza clave como Ignacio Camacho. Por delante de ellos, el tridente conformado por Juanmi, Samuel y Castillejo ha sido la gran sorpresa de la temporada, apartando a los grandes fichajes Ricardo Horta y Luis Alberto y aportando tanto goles como desborde y combinación en ataque. En punta, el marroquí Nordin Amrabat es la referencia, con la incorporación estelar de invierno, Javi Guerra, en la recámara para dar refresco en los segundos tiempos.