Valencia CF - Celta de Vigo: invitación para el último baile

La temporada 2014/15 de la Liga BBVA llega a su fin y lo hace con dos jornadas completamente unificadas. La primera de ellas, con todavía muchas cosas por resolverse en el tintero, enfrenta, entre otros, al Valencia y el Celta de Vigo. Dos equipos, a priori, satisfechos con la temporada realizada y que han llevado a cabo una mejoría con respecto al pasado año. Para los ché, la clasificación a la UEFA Champions League es casi un hecho. Ganar uno de los dos partidos que les quedan les servirá para cumplir el plazo. Mientras tanto, los vigueses lo tienen más difícil para acceder a la Europa League en medio de una pelea encarnizada con otros tres equipos.

La temporada del Valencia, en el primer año de Nuno Espírito Santo al mando, ha sido brillante. Después de la marcha de Unai Emery en el verano de 2012, hasta seis entrenadores habían intentado, en el corto plazo de dos años de competición, reestablecer la harmonía en Mestalla, siendo Juan Antonio Pizzi el último en fracasar a orillas del Mediterráneo. Sin embargo, el entrenador portugués parece haber dado con la clave del éxito en un equipo que, aunando este factor a su magnífica política de fichajes, ha logrado reinventarse de entre sus propias cenizas.

Por su parte, el Celta también ha encontrado la estabilidad en el banquillo en la figura de Eduardo Berizzo. El argentino, exjugador del equipo, parece tener asegurada su continuidad en el puesto de entrenador para el próximo curso, algo que no se daba en el Celta desde que Paco Herrera lo ascendió. El conjunto vigués ha dado un paso adelante en competitividad, y como materia pendiente para el próximo curso queda una regularidad que les permitiría, sin lugar a dudas, aspirar a cotas mayores.

Agotar las posibilidades

Para el Celta, acceder a la Europa League se ha convertido casi en una quimera. Para empezar, continúan peleando por un séptimo puesto que sólo daría acceso en caso de que el Barcelona se imponga al Athletic Club en la final de la Copa del Rey. Además, alcanzar esta séptima plaza tampoco es una empresa que esté muy al alcance de los celestes. Actualmente, el Celta tiene a tres equipos por delante en esta batalla: el Málaga, con 50 puntos, y el propio Athletic y el Espanyol, con 49, por los 47 que tienen los vigueses. Con sólo seis puntos por jugarse, el Celta dista mucho de depender de sí mismo para terminar la temporada en séptimo lugar.

Para enfrentarse al Valencia, Berizzo recupera a todos los sancionados que se perdieron el partido ante el Sevilla en Balaídos. Gustavo Cabral, Hugo Mallo, Joaquín Larrivey, Álex López y Nolito volverán a ser de la partida. Sin embargo, Augusto Fernández y Santi Mina ocuparán el cupo de ausencias importantes en Mestalla. La baja del argentino en la medular es probable que sea cubierta por el propio ferrolano Álex López, además teniendo en cuenta que el serbio Nemanja Radoja ya es baja confirmada para los dos partidos que quedan de liga después de pasar por el quirófano.

Para el optimismo vigués queda en el recuerdo el encuentro de la primera vuelta en Balaídos, en el que el Celta sacó un punto y mereció más ante un Valencia absolutamente impotente ante las embestidas de los de Berizzo. Sin embargo, la falta de músculo en la medular puede ser un factor que los vigueses padezcan ante un centro del campo tan temible y compensado como el valenciano. Saltar al césped sin miedos y con valentía es la fórmula única a la que deben suscribirse los soldados de Balaídos si quieren mantener vivo su sueño.

Confirmar lo evidente

El Valencia Club de Fútbol volverá a competición europea la próxima temporada después de un año de ausencia y de caer el año pasado en unas agónicas semifinales de la Europa League ante el Sevilla de su exentrenador Unai Emery. Busca hacerlo por la puerta grande, a través de la UEFA Champions League. Para ello, sólo necesita ganar uno de los dos encuentros que le quedan por disputar, puesto que la ventaja de tres puntos que posee sobre el propio Sevilla y el gol average ganado con los hispalenses le proporcionan un margen de error notable.

La meta del Valencia ha sido fenomenalmente cubierta por un excepcional Diego Alves este año, dejando al exceleste Yoel sin posibilidad alguna de acercarse a la titularidad. En la defensa, la pareja formada por Nicolás Otamendi y Shkodran Mustafi se ha convertido en una de las más sólidas (sino la mejor) de toda la categoría, sumando además al lateral izquierdo Gayá como una de las grandes promesas del fútbol español. En la derecha, la posición más floja de la zaga valencianista, Antonio Barragán ha acabado siendo el relevo natural de un Joao Pereira que salió por la puerta de atrás.

En el centro del campo, Nuno maneja multitud de opciones. Un Javi Fuego que será baja ante el Celta ejerce la función de segadora mientras André Gomes y Dani Parejo crean fútbol a raudales. La incorporación de Enzo Pérez en invierno aportó músculo y trabajo, además de llegada. En las bandas, el desequilibrio de Pablo Piatti y la verticalidad de Sofiane Feghouli se han convertido este año en las armas pretendidas por el equipo, mientras en punta el gol está asegurado con la dupla formada por Álvaro Negredo y Paco Alcácer. Un equipo hecho para destrozar a sus rivales.