Premios Celta VAVEL. Jugador revelación temporada 2014/15: Santi Mina

Los lectores de Celta VAVEL han elegido a Santi Mina como el jugador revelación de la plantilla celeste en la temporada 2014/2015 con el 56,3% de los votos y una clara ventaja respecto a los otros dos candidatos: Nemanja Radoja (27,9%) y Sergio Álvarez (15,7%).  El joven canterano supo ganarse un hueco en el once titular demostrando una clara progresión con respecto a la temporada pasada y ofreció grandes noches de fútbol, incluyendo un póker de goles al Rayo Vallecano.

Premios Celta VAVEL. Jugador revelación temporada 2014/15: Santi Mina
Mina anotó nueve goles esta temporada y dio cuatro asistencias. | (Foto: @ameriajuega | VAVEL).
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Por Nacho Vizcaíno

La temporada 2014/15 del Celta ha estado llena de buenos momentos y sensaciones para el celtismo. Una de ellas ha sido la irrupción definitiva de Santi Mina en el primer equipo. La joven perla de la cantera celeste ha aprovechado esta temporada para ratificar las buenas sensaciones que ya había ido dejando en años anteriores, tanto en el primer equipo, de la mano de Luis Enrique, como con el equipo juvenil, al que lideró hasta la final de la Copa de Campeones, como con el filial celeste, al que ayudó a ascender a Segunda B.

La historia de Santi Mina está protagonizada por la precocidad y el talento. Esta campaña, con tan solo 19 años, consiguió anotar cuatro goles en un mismo partido al Rayo Vallecano, lo que le convirtió en el jugador más joven en conseguirlo en los últimos ochenta años de competición. Su hazaña no pasó desapercibida por la prensa nacional e internacional y supuso el colofón a un palmarés de récords de precocidad bastante amplio. Con 17 años fue el tercer debutante más joven de la historia del Celta en Primera División y también tiene el honor de haber sido el jugador más joven en anotar con el Celta en Primera con 17 años, nueve meses y diez días. Fue en la cuarta jornada de la temporada pasada, en el estreno del nuevo San Mamés, y lo consiguió a los ocho minutos de entrar en el campo.

Cuidado por Luis Enrique

Aunque debutó con Paco Herrera en Getafe en la temporada 2012/13, fue Luis Enrique el que le asentó en el primer equipo. Desde la llegada del entrenador asturiano, Mina fue considerado como un jugador más, aunque el técnico fue cauto y no quiso acelerar el proceso de adaptación lógico por el que tiene que cumplir cualquier canterano que en un año ha pasado de militar en el juvenil a jugar en Primera División. Aun así, en sus primeros minutos de la temporada Mina ya anotó su primer gol, el del nuevo San Mamés.

Durante el resto de la temporada, Luis Enrique fue ofreciéndole principalmente minutos finales de los partidos en Liga y le dio bastante protagonismo en Copa. El canterano celeste respondió con dos goles más en esa temporada (uno en Liga y otro en Copa) y aprovechó las oportunidades para ir cogiendo experiencia. A pesar de que se notaba que le faltaba rodaje, especialmente en lo físico y en lo técnico, Mina fue dejando buenas sensaciones a lo largo de la temporada: buen manejo de balón, conducción, velocidad, capacidad de desborde, verticalidad e instinto goleador. Unas carencias y unas virtudes que fue corrigiendo y puliendo a lo largo de su primer año, un año de aprendizaje.

En total participó en 31 partidos y sumó un total de 1.351 minutos, una cifra nada desdeñable y que, de hecho, no es muy inferior a la de esta temporada (24 partidos y 1.441 minutos).

Demostrando a Berizzo

Y es que las cosas con Berizzo no fueron fáciles de inicio. La llegada de Larrivey y Tucu Hernández aumentó la competencia en la zona de ataque y el entrenador argentino prefirió apostar por jugadores con más experiencia. Hasta tal punto que durante las primeras ocho jornadas no dispuso de un minuto y su primera oportunidad llegó porque Orellana había sido sancionado. De hecho, se llegó a hablar seriamente de una posibilidad de cesión o incluso de traspaso del jugador si la dinámica siguiera siendo la misma a la llegada del mercado invernal.

La Copa del Rey le sirvió para mostrar sus cualidadesEn su debut en la campaña Mina volvió a demostrar buenas sensaciones pero el canterano celeste se reivindicó con la Copa. En Gran Canaria fue titular, lideró al equipo y fue de lo poco destacable en un partido por lo general muy pobre del Celta. A partir de esa actuación consiguió su primer ascenso dentro de la plantilla: pasó del banquillo perpetuo a ser un hombre de rotación y en los siguientes encuentros empezó a disponer de más minutos gracias a su buen rendimiento, las lesiones de otros compañeros y a que el equipo estaba bastante atascado de cara al gol.

Cada minuto sobre el césped era una reivindicación. Mina pudo demostrar que su nivel no estaba por debajo del de sus compañeros y que incluso ofrecía un mejor rendimiento que otros jugadores que semana tras semana entraban en el once. La competencia en la zona de ataque y, sobre todo, el dilema de cómo componer el ataque del Celta de tal manera que hubiera un sitio para Mina era lo único que apartaban al canterano de ser un titular habitual.

La eclosión

Pero Berizzo encontró la tecla. Hizo una probatura durante unos minutos en el partido de vuelta de San Mamés de lo que finalmente sería la formación ofensiva definitiva: movió a Orellana al centro y dejó la banda derecha a Mina entre un cambio y otro. Aunque en esa noche el dibujo no duró demasiados minutos, sirvió de precedente y pocas semanas después, frente al Levante, lo probaría de inicio.

Con ese esquema el Celta tocó su techo futbolístico de la temporada y Berizzo, defensor de no tocar aquello que funciona, le dio continuidad los nueve partidos que restaban para finalizar la temporada. Mina se convirtió en uno de los pocos jugadores de la plantilla que consiguió ganarse la titularidad una vez comenzada la temporada. Desde el inicio de la campaña, el Toto ha tenido bastante claro el rol que ocupaba cada jugador en el equipo y Santi Mina fue uno de los pocos que supo darle la vuelta la situación, ganarse su confianza y obtener la titularidad.

A partir de conseguir formar parte del once inicial, Mina tuvo tiempo para demostrar su valía. Fue en este periodo cuando se encontró con el gol y lo hizo a lo grande, anotando cuatro al Rayo Vallecano y entrando por derecho propio en la historia del Celta y de la Primera División. Su actuación frente al equipo madrileño fue una reivindicación de todas sus facultades y de demostrar que es un jugador hecho y derecho pero que, dada a su corta edad, todavía tiene mucho margen para progresar. En las semanas anteriores ya había demostrado su velocidad, su implicación en el juego, su solidaridad con los compañeros, su derroche físico buscando recuperar el balón, su explosividad… Pero todavía no había marcado en Liga esta temporada. Sin embargo, contra el Rayo demostró un gran olfato goleador y puntería: disparó cinco veces a puerta y en cuatro ocasiones encontró el gol.

Tras su exhibición, que fue noticia tanto en España como en el ámbito internacional, Mina repitió anotando contra Real Madrid, Almería y Sevilla. En total acabó la temporada con nueve goles y cuatro asistencias. Unos números que le han convertido en el tercer máximo goleador del equipo -solo por detrás de Nolito y Larrivey- a pesar de haber tenido un claro rol de suplente durante buena parte de la temporada.

En la temporada 2014/15 Santi Mina ha demostrado su valía en el momento en el que ha dispuesto de minutos. La joya de la cantera celeste se ha convertido en una realidad a tener en cuenta. Su olfato goleador y su juventud auguran un futuro prometedor a un jugador que solo puede seguir creciendo.

Premios Celta VAVEL 2014/2015