La solvencia defensiva exhibida por el Celta durante toda la pretemporada y el arranque liguero se ha hecho añicos ante una UD Las Palmas que jugó con diez durante 80 minutos. Tres goles hicieron los pupilos de Paco Herrera en otros tantos errores de la defensa celeste, que mostró una falta de intensidad y concentración impropias.
A lo largo de la pretemporada, la fiabilidad de la línea defensiva celeste fue ganando enteros con el paso de los partidos. Encajó cinco tantos en los cuatro encuentros de la gira por Alemania y Austria y dejó la portería a cero en los otros cuatro, ya de regreso. En el arranque liguero, solo Verza fue capaz de perforar la meta céltica en la primera jornada. Lo hizo además, con una falta directa. Tras permanecer imbatido contra el Rayo Vallecano, el Celta encajó tres goles de diferente factura contra Las Palmas, pero los tres con un denominador común: los errores defensivos.
Quizá fuera por la relajación de verse con un hombre más y con 2-0 en el marcador, pero lo cierto es que los cuatro defensas mostraron su peor cara contra el equipo grancanario. En el primer tanto, Fontàs y Jonny se hicieron un lío y regalaron el balón para un Sergio Araújo que se convirtió en su peor pesadilla y marcó aprovechando la lenta salida de Sergio Álvarez y la pasividad de Cabral.
En la segunda parte, con 3-1 arriba, fueron los dos centrales los que propiciaron los dos goles del empate de la UD Las Palmas. Primero Cabral, muy blandito en un salto que Alcaraz le ganó sin ningún problema para asistir a Araújo. El argentino, casi sin ángulo, se aprovechó de la indolencia de todo el entramado defensivo celeste para firmar su doblete con un tiro que se coló por debajo de Sergio y que Tucu Hernández acabó introduciendo en la meta viguesa. Los fantasmas del balón parado, de nuevo sobre Balaídos.
El 3-3 definitivo llegó en una contra en la que Cabral y Fontàs, muy lentos, no llegaron a tiempo para frenar a los jugadores amarillos, que con una rápida combinación dejaron a Simón (el lateral derecho) solo ante Sergio.
Un mal día para la zaga y para el Celta en general. Además de en los goles, los defensores célticos se mostraron blanditos y lentos todo el partido y sin ofrecer soluciones en la salida de balón. Los próximos compromisos ante Sevilla y FC Barcelona serán toda una prueba de fuego para demostrar que el choque ante Las Palmas solo fue una mala tarde.