Eibar - Celta de Vigo: la gestión de la fama

Dicen por ahí que la complejidad del éxito no se halla en lograrlo, sino en mantenerlo. Poca justicia habría, sin embargo, en afirmar que el arranque de temporada del Celta de Vigo no ha supuesto un éxito rotundo, coronado además con una titánica victoria ante el vigente campeón. Pese a ello, una temporada tan larga como la de la Liga BBVA tiende a transformar las hazañas en meras anécdotas de no ser refrendadas con regularidad. Una visita al campo de la humildad, Ipurua, supondrá el baño de realidad necesario para que el Celta comience a conocerse de verdad a sí mismo y a sus posibilidades reales.

El equipo de Berizzo viaja a la pequeña ciudad de Eibar con los pies más en el suelo que nunca. Después de tropezar ante Las Palmas y arrasar sin compasión a Sevilla y Barcelona, los vigueses realizan un viaje de introspección para enfrentarse a uno de los rivales más toscos y ordenados de la categoría. Un compromiso siempre difícil que, cómo no, supone un nuevo reto para un equipo al que los desafíos le permiten respirar. Con el antecedente de una victoria batalladísima en la última visita al feudo eibarrense, el Celta de Vigo deberá exprimirse para mantener el liderato.

Por su parte, el Eibar de José Luis Mendilíbar busca encauzar un gran arranque liguero para traducirlo en comodidad a final de temporada. En busca de aprender de errores pasados, el conjunto vasco ha replanteado todo su sistema táctico introduciendo piezas frescas en el engranaje, además de haber elevado ligeramente la intensidad en la presión, la seriedad defensiva y la consistencia en el centro del campo, todo ello amparado por incorporaciones de nivel ejecutadas con precisión ajustándose a un siempre limitado presupuesto disponible. El Eibar sabe luchar como pocos. E Ipurua es su ring particular.

Rendir tras las cámaras

Parece ser que Berizzo ha dado, finalmente, con la tecla. Tras varios encuentros sufriendo entre líneas por la descompensación de un centro del campo quizá demasiado ofensivo, la introducción de Nemanja Radoja como pareja de Augusto Fernández en el doble pivote dejando libre por delante a Daniel Wass ha revolucionado el círculo central en el sentido táctico. Con el serbio, el argentino y el danés el Celta pasó por encima del Barcelona en la medular tanto con balón como sin él. Teniendo en cuenta la inminente operación de mano a la que se va a someter Augusto Fernández (la cual probablemente conlleve su ausencia ante el Getafe), es coherente pensar que quizá sea Wass quien rote este sábado para evitar la sobrecarga de encuentros.

En la defensa, la entrada de Sergi Gómez, en este caso por motivos circunstanciales, ha supuesto también un claro avance respecto al rendimiento que hasta el momento exhibía Andreu Fontàs. Junto a Cabral, el joven zaguero de Arenys de Mar ha ejecutado dos partidos prácticamente perfectos en la retaguardia viguesa. Rápido al corte, sólido en el uno contra uno y atento en coberturas y desplazamientos, el hasta ahora tercer central del equipo ha entrado de pleno a discutir la titularidad que tan consolidada tenía Fontàs. El de Banyolas, que todavía será baja ante el Eibar por sus problemas físicos, tendrá mucho trabajo por delante para recuperar su puesto en el centro de la defensa.

Si el centro del campo y la defensa celestes parecen haber cuajado al fin, sobre la delantera del equipo poco queda ya que decir. El soberbio estado de forma de Nolito, Fabián Orellana e Iago Aspas ha supuesto ya nada menos que diez goles para el equipo, la mayoría de ellos fruto de combinaciones entre los propios miembros del letal tridente. La aparición necesaria de John Guidetti con su tanto ante el Barcelona insufla, además, un poco de aire fresco a la rotación celeste. Ante la necesidad de ejecutar rotaciones, es probable que el sueco se estrene como titular esta temporada ante el Eibar. Sus ojos parecen indicar que Ipurua puede ser un lugar apropiado para exhibir toda la fortaleza de su martillo goleador.

Héroes de pico y pala

Más allá de consideraciones acerca de la vistosidad de su fútbol, parece innegable admitir que el mérito de la Sociedad Deportiva Eibar es difícilmente igualable por ningún equipo de la Liga BBVA. Matemáticamente descendidos, la pérdida de categoría del Elche por causas administrativas los devolvió a primera cuando ya se encontraban navegando por el fango del pozo de la Segunda División. Obligados a replantearse por completo sus objetivos y la creación de su plantilla, el conjunto armero se llenó de valor y ha arrancado el año exactamente igual que el anterior. Sorprendiendo y sumando.

Bajo los palos eibarrenses, el veterano Asier Riesgo ha logrado, a través de su excelente rendimiento, arrebatar la titularidad a todo un indiscutible y un héroe del ascenso como Xabi Irureta. La batalla entre ambos por una plaza en el once se presenta apasionante. En defensa, prácticamente nada sigue igual respecto al año pasado. La baja de Eneko Bóveda ha obligado a Ander Capa a reconvertirse en un más que eficiente y duro de roer lateral derecho. La salida de Raúl Navas y las lesiones de Ramis y Ekiza, por su parte, han hecho que la juventud tome el poder en el centro de la zaga con unos Dos Santos y Pantic que se han convertido en intocables. Por la izquierda, la lesión de Antonio Luna ha dado paso a David Juncà. Una defensa de circunstancias que, sin embargo, posee una corteza intachable.

En el centro del campo, el Eibar notará este sábado la baja del equilibradísimo Gonzalo Escalante. Su ausencia probablemente tendrá que ser cubierta por un retraso en la posición de Adrián González, quien todo parece indicar que compartirá el doble pivote con el joven capitán Dani García. El puesto del hijo de Míchel en la mediapunta podría ocuparlo un Simone Verdi que todavía tiene carrete para demostrar. Por las bandas, el bosnio Izet Hajrovic, el japonés Takashi Inui y el aguerrido asturiano Saúl Berjón se disputarán las dos plazas disponibles. En punta, Sergi Enrich y Borja Bastón mantendrán su batalla personal, siempre con el polivalente y luchador Mikel Arruabarrena en la recámara.