Tardanza contrastada

Ya durante la temporada pasada se dejaba sentir una sensación de inquietud por la tardanza del Toto en ejecutar los cambios. Por momentos podía parecer que la ausencia de movimientos en el banquillo respondía a una fe inquebrantable de Berizzo en los futbolistas que salían desde el inicio. Pero en otras ocasiones asomaba la duda de si no se trataba de falta de reacción del cuerpo técnico, que no encontraba soluciones a las exigencias que demandaba cada partido.

Una vez transcurridas siete jornadas de la temporada actual ya se puede establecer una comparativa en cuanto a las cifras que ha generado en este sentido el máximo responsable del banquillo celeste. Si se calcula una media de los minutos en que se ha realizado el primer cambio en cada partido, Eduardo Berizzo aparece como el segundo técnico más lento de la liga BBVA a la hora de mover el banquillo, solo superado por José Luis Mendilíbar. El preparador de la SD Eibar ha ejecutado la primera modificación en su once inicial —como término medio— más allá del minuto 67, algo más de un minuto y medio más tarde que el Toto. En una hipotético 'ranking' de rapidez a la hora de ejecutar los cambios en las primeras siete jornadas la palma se la llevarían Marcelino, Luis Enrique y Paco Jémez, cuya media no alcanza el minuto 45. Claro que en los tres casos la cifra tiene truco ya que todos ellos sufrieron contratiempos en su plantilla en forma de lesiones o expulsiones —en el caso del técnico del FC Barcelona hasta en tres ocasiones— que provocaron cambios prematuros que nada tuvieron que ver con decisiones tácticas más allá de intentar compensar una inferioridad numérica. En este sentido llama la atención la extraordinaria reactividad del Cholo Simeone, que realizó su primera sustitución a la vuelta de vestuarios en cuatro partidos sin que mediase percance alguno. El técnico del Atlético de Madrid no ha llegado, como término medio, al minuto 53 sin mover el banquillo en este inicio de temporada, dato al que solo se aproximan Unai Emery, Sergio González y Pepe Mel, cuya media se establece en el intervalo delimitado entre el minuto 54 y el 57.

Volviendo al preparador céltico, si se compara el dato de las siete primeras jornadas con la media alcanzada en la temporada anterior la variación es considerable aunque con atenuantes que se deben tener en cuenta. Y es que durante la campaña 2014/15 el Toto ejecutó —siempre como término medio— su primer cambio poco más tarde del minuto 61, casi cinco minutos antes que durante este ejercicio. Claro que en lo que va de liga el de Cruz Alta no ha necesitado realizar cambios tempraneros motivados por algún percance, algo que en la temporada pasada sucedió en cuatro ocasiones —Elche, Sevilla, Granada y en Balaídos frente al Espanyol—, en las que se vio obligado a mover el banquillo antes de la media hora de juego por distintos imperativos. Si en esos cuatro encuentros la primera sustitución se hubiese realizado en torno al minuto 65 de juego la media final se hubiese situado entre el minuto 65 y el 66, exactamente igual que en las siete primeras jornadas de esta temporada. Por lo tanto, la sensación de que los cambios llegan tarde se corresponde con los datos numéricos disponibles desde que Berizzo aterrizó en Vigo.

Con todo, también hay cifras que indican que no todo está perdido en este aspecto. La única razón para que Mendilíbar supere al Toto en cuanto a tardanza a la hora de ejecutar el primer cambio hay que buscarla precisamente en el partido Eibar-Celta, en el que el preparador argentino reemplazó a Pablo Hernández por Iago Aspas en el descanso. Una modificación que ha sido, de lejos, la más madrugadora en los siete partidos que ha disputado el Celta. Un cambio que respondió únicamente a causas tácticas y al marcador, que señalaba un 1-0 adverso para el Celta. En este sentido resulta curioso echar la vista atrás y ver que a lo largo del curso pasado esta misma situación se repitió en tres ocasiones. En el Vicente Calderón Nolito reemplazaba a Álex López; en Balaídos frente al Valencia era Hugo Mallo el que salía del campo para dejar su sitio al de Sanlúcar de Barrameda; y finalmente, en El Madrigal Álex López ingresaba en el campo en lugar de Sergi Gómez. Tres cambios con un denominador común: todos ellos fueron realizados en el descanso, momento en que el equipo perdía y debía remontar. Parece claro que el de Cruz Alta busca soluciones en el banquillo de manera enérgica única y exclusivamente cuando el equipo va por debajo en el marcador. En encuentros como el más reciente contra el Getafe, en los que el equipo se atasca, no tiene prisa por cambiar el dibujo o el perfil de sus futbolistas mientras el rival no consiga adelantarse.

Eduardo Berizzo aparece como el segundo técnico más lento de la liga BBVA a la hora de mover el banquillo

Los números, aunque fríos, a veces sirven para confirmar o desmentir sensaciones. En el caso de la premura con que se ejecutan los cambios, las cifras del Toto Berizzo le dejan como el segundo técnico más lento en este sentido. Si esto es bueno o es malo solo el tiempo lo dirá.