El técnico argentino, Eduardo Berizzo, de carácter pausado e ideas fijas, había tomado una de las decisiones más disciplinarias desde su llegada al conjunto gallego, apartar de sus compañeros al central Gustavo Cabral. Una decisión que sorprendió tanto a la afición como a sus propios compañeros a pocos días del debut del Celta de Vigo en La Liga.

Sin un comunicado oficial por parte del club, ni una explicación por parte del cuerpo técnico, el conflicto podría haberse producido en la vuelta a España, una vez finalizada la gira italiana. La plantilla estaba citada en las instalaciones de A Madroa para continuar con la pretemporada, pero Cabral llegó tarde al entrenamiento y fue excluído de la lista para disputar un encuentro amistoso en Alemania contra el Eintracht de Frankfurt.

Con el final de la pretemporada y el regreso del Celta de Vigo al trabajo, para preparar el inicio de liga, Gustavo Cabral se ejercitó en solitario y con un horario distinto al resto de sus compañeros. Sin embargo, lo que podía convertirse en un conflicto a lo largo de la temporada ha terminado por resolverse con la vuelta del futbolista argentino al grupo. Tanto el club como los aficionados tienen plena confianza en Berizzo, por lo que no han cuestionado su decisión. El problema no ha ido a más, y Gustavo Cabral podría ser perfectamente alineado el próximo lunes en Balaídos ante el Leganés.

Lo que está claro, más allá de la reincorporación al grupo por parte del central argentino, es que éste ha perdido puntos de cara al inicio de temporada.  Roncaglia y Sergi Gómez se perfilan a día de hoy como la pareja de centrales titular para enfrentarse al Leganés en el primer partido de liga.  Andreu Fontás y David Costas son las alternativas en el puesto de central junto al ya reincorporado Gustavo Cabral.