El Córdoba logró el pasado sábado su tercera victoria en cuatro partidos manteniendo la portería a cero de forma consecutiva, y lo hizo frente a un valiente Bilbao Athletic que puso en escena un juego valiente, vistoso, de toque pero muy estéril y poco agerrido propio de la juventud de los "cachorros". El Córdoba solo pudo anotar de penalti sobre Florin que lanzaba de Tomás. El jugador procedente del Real Madrid Castilla marcaba su primer gol como blanquiverde, el cual ya había rondado en anteriores encuentros.

El esquema y las claves de la victoria

El equipo cordobés salia al terreno de juego con su ya habitual 4-4-2 con Razak en la portería; la defensa más utilizada y de confianza de Oltra compuesta por Stankevicius, Rodas, Deivid y Cisma; doble pivote para Markovic y Gálvez; en las bandas estaban Nando y Pedro Ríos; y en punta De Tomás y Florín.

Una de las claves del buen momento del equipo es el buen momento del propio Razak. El guardameta ghanés está en un gran momento de forma salvando los errores defensivos y manteniendo la portería a cero en multitud de encuentros. Frente al Athletic se volvió a mostrar muy seguro atrapando el balón siempre a la primera, muy atento en las salidas y solventando con éxito sus habituales dudas por alto.

La segunda clave es el inmenso trabajo de las bandas en defensa. En este partido se pudo ver a la perfección sobre todo en el lateral derecho ocupado por Stankevicius. Normalmente los rivales del Córdoba suelen percatarse de la fragilidad defensiva de los laterales para abrir mucho el campo y crear situaciones de peligro. El Athletic utilizaba mucho las subidas de un jugador ,que recordaba por la apariencia física a Sergi Roberto, como Iriondo para ocupar la espalda del lituano. Por el lateral derecho blanquiverde atacaba Iriondo que solía combinar con Vesga y un participativo y móvil Unai López para tener superioridad. Ahí fue clave la ayuda de Nando, que en muchas ocasiones estaba incluso más retrasado que Stankevicius, pues este último tenía muchas dificultades para recuperar la posición.

Cisma defiende un balón durante el partido

Una tercera característica importante es la gran compenetración entre Florín y De Tomás. En muchas ocasiones De Tomás ha admitido llevarse estupendamente bien con el rumano, lo cual se hace notar en el campo. Ambos tienen muy claro su papel en el campo, De Tomás tiene un rol más defensivo y más retrasado haciendo las veces de mediapunta y Florin es quien trata de incomodar a los centrales y bajar los balones aéreos. En esta ocasión, De Tomás intentaba aprovechar las espaldas de los medios ya que al jugar con cinco defensas, Vesga y Guarrotxena se incorporaban mucho al ataque y dejaban solo a Undabarrena en las transiciones. Precisamente en una buena presión hacia Undabarrena, se produjo una mala entrega del balón que dejó en bandeja la jugada a los atacantes del Córdoba y que acabó en gol tras previo lanzamiento de penalti.

Por último, la concentración y empaque defensivo del equipo. Fue un partido en el que tocaba correr y estar juntos ya que el Bilbao se hizo dueño del balón en la mayoría de fases del partido. Al Córdoba le costaba mucho encontrar una fácil salida de balón pues ni Markovic ni Gálvez se ofrecían ni había movimiento claro por delante. Cuando el Athletic atacaba con Undabarrena manejando sin oposición el juego, el equipo vasco situaba a muchos jugadores por delante del balón sin un delantero centro específico, con carrileros muy ofensivos como Iriondo y Yeray, Córdoba jugando de maravilla por la derecha y Unai López moviéndose con mucha libertad tanto por banda como por el medio. El conjunto local situaba dos líneas de cuatro muy juntas, De Tomás sumándose al medio prácticamente y Florín intentando dificultar la salida de los centrales. Así fue como se conseguía poner nerviosos a "los leones", provocar imprecisiones y salir a la contra.

En definitiva, mucho trabajo defensivo y concentración para dificultar al máximo las triangulaciones rivales que permite sumar tres puntos más y dar tiempo a Oltra para ir superando los problemas en la salida de balón. A seguir.