Llegaba el Córdoba como líder al Carlos Belmonte para intentar continuar con los buenos resultados ante un rival que precisamente no es fácil cuando juega en casa. Junto con el equipo, llegaba una marea de 1.000 aficionados blanquiverdes que no se quisieron perder el partido de su equipo y se trasladaron hasta Albacete para apoyar a los suyos.

Más ocasiones blanquiverdes pero sin ningún resultado

El partido iba a comenzar con un conjunto visitante muy metido en el encuentro e intentando adelantarse desde los primeros minutos con Florin y Pineda arriba.

Pero todo eso iba a quedar atrás pronto, ya que el Albacete se haría dueño del partido, algo que ya viene siendo habitual en los partidos del Córdoba que cede la posesión al rival. Pero no por ceder esta posesión iban a dejar de llegar las ocasiones.

Las llegadas blanquiverdes al contraataque se iban sucediendo pero Juan Carlos estaba siendo un gran muro para los rivales, algo que iba a seguir durante todo el encuentro e iba a desesperar a los jugadores de Oltra.

Pero llegaron los minutos finales de la primera parte y con ellos la polémica. En dos jugadas consecutivas iban a reclamar mano los jugadores del Albacete, la más clara tal vez la de Domingo Cisma. Pero ante todo esto, Pérez Pallas no pitaría nada y ante la incredulidad de la afición, iba a expulsar a Luis César Sampedro por protestar.

Tras estas jugadas llegaba el pitido final de la primera parte, llevando a los jugadores al túnel de vestuarios con las sensaciones de que el Córdoba había llegado más pero al Albacete le habían quitado unos posibles penaltis.

Los errores se pagan

La primera parte ya era historia y el Albacete iba a sacar su mejor versión a partir del minuto 45 frente a una defensa blanquiverde dubitativa, algo distinto a lo visto en lo que va de temporada.

Después de que Rubén Cruz avisara con un buen cabezazo, el propio jugador iba a hacer una buena internada en el área por el lado de Dalmau. Entre su gran jugada y la pasividad de los centrales, el delantero pudo sacar un buen disparo, y aunque Razak consiguió despejar, el balón fue a parar donde estaba Jona que solo tuvo que empujarla para así adelantar en el marcador al Albacete.

Ante esto, el Córdoba parecía querer reaccionar y pudo dar la sorpresa en varias ocasiones pero de nuevo Juan Carlos iba a decir que no con distintas paradas y buenas jugadas defensivas de Gonzalo, quien estaba teniendo durante todo el partido una lucha encarnecida con Florin Andone. Esta terrible pelea iba a derivar en una molestias en el muslo del defensa, que tuvo que retirarse al no poder seguir.

Oltra quiso reaccionar y dio entrada a Xisco y Nando para buscar más frescura en el ataque, pero no todo es atacar.

Justo después del cambio de Nando por Fidel, una jugada simple donde la defensa iba a ceder el balón a Razak, Deivid no se dio cuenta de la salida del portero para despejar, y ahí estaba César Díaz para ser el más listo de la clase aprovechando el mal pase del central blanquiverde y marcando el segundo gol a puerta vacía.

El gol de César supuso un duro golpe para los de Oltra, que perdieron el rumbo y ya atacaron con más corazón que cabeza buscando a la desesperada un gol que los metiese de nuevo en el partido.

Ante todo esto, Markovic iba a ser expulsado por dos amarillas en seis minutos por una falta y una mano. Esto conllevará a otra baja para el partido de la próxima jornada.

Y tras unos minutos de tensión donde el Albacete pudo incrementar su cuenta particular, el colegiado pitó el final a un partido donde el Córdoba no supo aprovechar sus ocasiones y finalmente los nervios le pudieron.