Volvía otra tarde más al Nuevo Arcángel el fútbol con el líder de la Liga Adelante recibiendo al segundo mejor visitante en una tarde triste por los sucesos en París, donde la afición blanquiverde los recordó con distintos gestos, además del minuto de silencio antes del comienzo del partido.

Un partido que tendría de todo pero que después del gol de Fidel, tendría a un Córdoba relajado y a un Huesca muy activo que terminaría recompensado.

Dominio blanquiverde sin recompensa

Desde que comenzó el partido hasta que el colegiado, David Medié, pitó el final de la primera parte, el Córdoba fue un ariete a las puertas del castillo oscense.

Volvía después de mucho tiempo Víctor Pérez al once inicial y esto lo iba a notar el equipo, con un medio centro que se ofrecía en todo momento y que además tuvo buena pegada desde fuera del área, como así se vería en los primeros minutos donde Leo Franco tendría que hacer una gran estirada para desviar una volea del jugador blanquiverde.

Este sería uno de los primeros avisos del Córdoba, ya que posteriormente llegarían jugadas de Stankevicius o Xisco donde el portero del Huesca debería sacar lo mejor de si mismo para impedir el primer gol local.

El asedio era continuo pero entre que la defensa despejaba y que Leo Franco estaba haciendo una gran primera parte, los jugadores del Oltra se marchaban a los vestuarios con buenas sensaciones aunque con la falta de gol.

Los goles terminaron por llegar

La segunda mitad iba a comenzar de la misma manera que la anterior, ya que los jugadores del Córdoba salieron con la misma intensidad en busca del gol, el cual llegaría poco después del pitido inicial. Aunque antes de todo esto, Leo Franco, el héroe oscense hasta el momento, tendría que abandonar el terreno de juego por una lesión, ocupando su lugar Whalley.

Después de una jugada donde Fidel pidió penalti y al final vió la amarilla por tirarse, el Córdoba lanzó a su equipo a una nueva contra, donde el equipo conectaría con su estrella esa noche. Fidel, después de recibir el balón, encararía la portería con una sola meta, y tras irse de Carlos David, metería un buen gol con el interior de su bota.

El Arcángel se venía arriba con este gran gol, el cuarto en la cuenta particular de Fidel esta temporada, pero no sería igual para el equipo, que después de adelantarse en el marcador, se relajaría esperando al rival, a pesar de la superioridad reflejada durante todo el partido.

Los minutos iban pasando, y aunque el Huesca no conseguía llegar a puerta, los murmullos poco a poco se iban convirtiendo en quejas desde la afición ante la falta de juego repentina de su equipo, hasta que llegarían los minutos finales fatídicos.

Después de que Fran Mérida lo intentase con un disparo al borde del área, en el que Falcón tuvo que sacar una gran mano, el Huesca pareció ver la luz y se echó arriba con todas sus fuerzas.

Minutos más tarde del aviso de Mérida, llegaría la jugada de Machís. Después de conseguir irse de dos rivales por la derecha, el venezolano decidió probar con un fuerte disparo raso abierto, al cual no llegó Falcón, viendo así como se escapaban los tres puntos y el liderato de la Liga Adelante.

Los minutos finales fueron una tímida reacción del Córdoba, que de nuevo con más corazón que cabeza buscó el segundo gol, pero no había más tiempo y el colegiado pitó el final del partido.