Intenso duelo el vivido ayer en el Vicente Calderón entre Atlético de Madrid y FC Barcelona, en los primeros noventa minutos de la disputa por la Supercopa de España entre el campeón de Copa del Rey y el de Liga BBVA de la temporada pasada.

El Tata Martino alineó un once similar al del partido del pasado fin de semana ante el Levante, con dos variaciones como la entrada de Jordi Alba en el lateral izquierdo en sustitución del sancionado Adriano y la de Andrés Iniesta por Cesc Fàbregas para acompañar a Xavi y Busquets en el centro del campo. Piqué, Mascherano y Alves completaban la defensa de la portería de Valdés y en la delantera formaban de nuevo Pedro, Messi y Alexis Sánchez.

Simeone por su parte no hizo variaciones en cuanto a los hombres que saltaron al césped del Vicente Calderón, con respecto a los que jugaron de inicio ante el Sevilla en el Sánchez Pizjuán. Courtois bajo palos con defensa de cuatro formada por Juanfran, Godín, Miranda y Filipe; Mario Suárez, Gabi y Koke en el centro del campo y Diego Costa, Arda Turan y Villa en ataque.

Cerrojo rojiblanco en el primer tiempo

El Atlético de Madrid hizo un trabajo perfecto en defensa en la primera mitad, impidiendo la fluidez de los ataques de su rival.

El esquema de los de Simeone cuando el balón estaba en los pies de los jugadores azulgranas, se convertía en un 1-4-5-1 situando a Villa como jugador más adelantado, permaneciendo siempre alrededor del círculo central o en su propio campo, esperando la llegada del equipo rival para presionar allí intentando hacerse con la posesión. Diego Costa por la derecha y Arda Turan por la izquierda, se unían a Gabi, Koke y Mario Suárez en una línea de cinco que se situaba a pocos metros de la línea defensiva, formando una muralla de nueve futbolistas delante de Courtois muy difícil de sobrepasar.

13: Courtois; 20: Juanfran, 23: Miranda, 2: Godín, 3: Filipe; 4: Mario Suárez, 14: Gabi, 6: Koke; 19: Diego Costa, 10: Arda Turan y 9: Villa.

Los tres atacantes azulgranas se mostraron en la primera mitad más estáticos que en partidos anteriores, sin intercambiar sus posiciones. Leo Messi, en un partido gris que acabó para él en el descanso tras unas molestias, retrasaba unos metros su posición para recibir el balón, pero la acumulación de futbolistas rivales a su alrededor y la presión de éstos, no le permitían mantenerlo en sus pies. Tampoco el resto de compañeros de equipo aprovechaban el espacio dejado por el argentino por el centro para ocupar su posición y despistar a la defensa colchonera.

El FC Barcelona llegaba con facilidad a campo rival debido a la nula presión colchonera en los primeros metros, ya que defendían esperando en su propio campo, pero al llegar allí, las líneas de pase eran casi nulas. Los de Martino buscaron atravesar el entramado defensivo con alguna asistencia de los interiores por el centro, aunque el escaso movimiento de los atacantes y la dificultad para entrar por allí, lo hacían casi imposible. Otra opción era la de buscar desde el centro del campo, cuando el balón estaba en los pies de los centrales, un pase largo y por alto hacia las bandas buscando a los extremos o los laterales, que a veces doblaban a Pedro y Alexis. Algo que también buscaban Xavi o Iniesta cuando no podían conectar por el centro con sus compañeros, colgando también algún que otro balón directamente al área desde el centro del campo, aunque siempre encontraban la salida de un atento Courtois al punto de penalti para hacerse con el balón.

Otro detalle del buen trabajo defensivo del Atlético de Madrid fue la manera en la que defendieron los ataques rivales por las bandas, sobre todo por la derecha. Cuando Alexis recibía el balón en banda y sobre todo cuando lo hacía Alves, primero se encontraba con la presión de Filipe y pocos segundos después veía como Arda y Koke se sumaban al brasileño para rodear al lateral azulgrana e impedirle constantemente que pudiese avanzar o combinar con algún compañero. En la banda izquierda Jordi Alba no subió tanto al ataque como Alves y no se apreció tanto este trabajo, aunque Juanfran, Diego Costa y Gabi también lo ejercieron cuando fue preciso.

Lentitud azulgrana y gol de Villa

El trabajo ofensivo del Barcelona fue bastante lento y falto de ritmo en la primera mitad. Las dos líneas rojiblancas en defensa y su manera de defender, esperando a los azulgranas en su campo, favorecían que el juego se convirtiera en una transición lenta, buscando el hueco para llegar a la portería de Courtois y evitando los riesgos que suponía una pérdida de balón en campo rival, aunque cuando se producía alguna pérdida de posesión colchonera, tampoco se apreciaba un cambio de ritmo en la ofensiva culé.

Fruto de todo esto llegó el gol del Atlético de Madrid. Leo Messi perdió el balón en la frontal del área local ante la presión de tres rivales y los de Simeone aprovecharon los espacios en la defensa azulgrana para montar un rápido contragolpe. Alves se encontraba apoyando la jugada ofensiva azulgrana y ante la pérdida de la posesión retrasó su posición defendiendo hacia el centro y dejando el carril derecho libre, para que Arda Turan lo aprovechase en una larga carrera tras un pase al espacio de Villa. Piqué tapó en primera instancia el hueco dejado por el brasileño y cuando el balón se aproximaba al área azulgrana, Mascherano se cruzó ante el central español y cubrió la llegada del turco, aunque no pudo evitar su centro atrás, a la espalda de Piqué, donde apareció Villa aprovechando el hueco en la defensa azulgrana para empalmar el balón con el pie derecho y abrir el marcador.

El gol en tres imágenes:

El vídeo del gol:

Más movilidad en el segundo tiempo

La segunda mitad, con la entrada de Cesc Fàbregas y Neymar llevó consigo un cambio en la actitud ofensiva del Barcelona, que aumentó el ritmo de su juego en ataque, sobre todo si conseguía recuperar el balón en terreno rival. Así llegó la mejor ocasión de los de Martino hasta el momento, tras un robo de balón en el centro del campo que acabó con el esférico en los pies de Pedro, que encaró con rapidez y buscó un desmarque de Alexis por el centro que no acabó en gol tras una buena parada de Courtois y la rápida actuación de la defensa.

La movilidad en ataque del equipo culé apareció en el segundo tiempo con acciones en las que Cesc retrasaba su posición para recibir el balón, de la misma forma que Messi en el primer tiempo pero con menos presión rival y con más acierto con el esférico. El hueco dejado por el de Arenys, esta vez sí fue aprovechado por Alexis o Neymar para entrar por el centro y también los laterales se veían favorecidos por esos movimientos llegando menos agobiados por la defensa rojiblanca a las inmediaciones del área.

Gracias a estos cambios en la manera de atacar, la sensación de que el peligro se cernía sobre la portería rojiblanca era cada vez mayor y esto se tradujo en el empate del Barcelona. En la jugada del uno a uno, Xavi abrió en banda derecha para Dani Alves, que casi por primera vez veía como podía controlar el balón con algo de espacio para poder jugar. El brasileño salvó la tímida presión de Filipe y Turan y combinó con Xavi antes de que Koke pudiese sumarse a sus compañeros en la presión. El centrocampista cedió rápidamente el balón de nuevo al lateral y éste lo colgó al segundo palo, donde Neymar ganó la espalda a Juanfran y con un buen remate de cabeza batió a Courtois.

El gol en tres imágenes:

El vídeo del gol:

Otros detalles

Otro aspecto que se pudo apreciar durante el partido, fue la gran participación que tuvo Diego Costa en la salida de balón de su equipo. Prácticamente en todos los saques de portería de Courtois, el belga lanzaba el balón hacia el costado derecho del ataque colchonero para buscar la cabeza del brasileño, que en la mayoría de ocasiones se imponía a Jordi Alba o Busquets.

También cuando el equipo de Simeone no conseguía sacar el balón jugado desde atrás, combinando y enlazando varios pases ante una presión azulgrana que no fue demasiado intensa, también buscaban la salida con un balón por alto hacia el delantero rojiblanco, sobre todo cuando el esférico estaba en los pies de Miranda, como encargado de iniciar el ataque.

Por parte azulgrana, un detalle que se evidenció en el gol del Atlético de Madrid es el de los espacios en defensa tras una pérdida de balón. Los laterales tienen una gran participación en la idea de juego que Martino está implantando en el equipo, llegando al ataque por fuera doblando al extremo y también por dentro, aprovechando la apertura de los mismos a las bandas.

Si el Barcelona no finaliza una jugada de ataque y el rival consigue recuperar el balón en su campo, se puede encontrar con una autopista en alguna de las bandas para montar un contragolpe, siendo Busquets el encargado de estar atento para tapar el hueco dejado por su compañero o viendo como la defensa tiene que bascular hacia ese lado, provocando un desajuste general que si es bien aprovechado por el rival, como hizo ayer el Atlético de Madrid en el primer gol, puede ser un riesgo en algunos partidos que Martino deberá calibrar si quiere correr siempre o cuándo y dónde es necesario.

A falta de un par de minutos para el final, Martino dio entrada a Song por Xavi y realizó un cambio en el esquema que es difícil de ver en el FC Barcelona. El camerunés se situó en el mediocentro junto a Busquets, formando un doble pivote con Iniesta como jugador más adelantado en el centro del campo, seguramente buscando mayor solidez por delante de la defensa en los últimos minutos y para evitar así cualquier ataque que pudiese romper la igualdad en el marcador, teniendo en cuenta también que el Atlético de Madrid tenía tres jugadores ofensivos que llevaban menos de un cuarto de hora de juego como Cristian Rodríguez, Óliver Torres y Leo Baptsistao.