Celtic y Barcelona se midieron en el Celtic Park de Glasgow en un partido que fue más cómodo de lo que hace indicar el resultado para los azulgranas. Si el Barcelona de Martino nos tenía acostumbrados a golear más que jugar, en el día de hoy fue a la inversa. El Barça tocó y tocó al son que marcó desde un comienzo Iniesta y Busquets. El Celtic, por su parte, dejaba tener el control del cuero al Barcelona mientras esperaba agazapado a la contra.

Martino, ante la baja de Messi, alineó a Cesc en el papel del argentino y dio más galones a Neymar. El partido del astro brasileño fue soberbio. Contemporizó, regateó e hizo jugar al equipo partiendo siempre desde el carril izquierdo del ataque azulgrana y con total libertad de movimientos. Además de la gran actuación del '11' sobresalió otra en el aspecto ofensivo, más bien creador. Andrés Iniesta.

Iniesta y Neymar llevaron el peso en ataque

El manchego movió a la defensa escocesa a su antojo y pareció recuperar su mejor versión, lejos de aquella triste y apagada de este inicio de campaña. Entre Iniesta y Neymar llevaron todo el peso del ataque culé, que no fue poco ya que rondaron el 85% de posesión durante todo el choque. Por parte escocesa sobresalió Samaras y el cancerbero Forster. El delantero griego fue un incordio constante para la zaga azulgrana y llevó el poco peso del ataque local, que estuvo más pendiente de la defensa que de intentar tocar cerca del área de Valdés.

El encuentro fue dominado de principio a fin por el Barcelona. Los azulgranas tocaban y tocaban en busca del gol pero lo hacían sin desesperarse ya que eran consicientes que si buscaban el gol a la desesperada podrían llegar la contra local. Con Fàbregas y Pedro muy apagados y siendo un lastre en ataque, toda la atención la acaparaban Neymar e Iniesta.

El brasileño, que estuvo a punto de irse a vestuarios tras un choque, tuvo una clara ocasión que salió rozando el poste de la portería de Forster. Las ocasiones no terminaban de ser claras pero el dominio seguía siendo total por parte de los azulgranas. El descanso llegó cuando mejor estaba el Barcelona. Ese entretiempo era necesario para los escoceses, que se empezaban abrir.

Neymar como factor diferencial

Algo debía de cambiar para desequilibrar la balanza en el conjunto visitante y esa acción, ese momento llegó en el minuto 60. Una contra perfectamente llevada por Neymar acabó en una falta dura de Brown. El capitán del conjunto escocés dio una patada por la espalda al brasileño cuando éste estaba en el suelo y el colegiado francés lo vio y le sacó la roja directa. Acción diferencial que marcó un antes y un después en el curso del partido.

Tras quedarse el Celtic con diez hombres el Barcelona dominó más y mejor y las ocasiones se sucedieron hasta que en el minuto 75 llegó el gol, obra de Cesc. Una gran acción colectiva acabó con Neymar metiendo un pase en profundidad para Alexis, que había entrado por Pedro. El chileno puso un balón medido para que el de Arenys llegara desde atrás para hacer el único tanto del partido. Gol de oro que valen tres puntos.

El gol partió el encuentro y llegaron las mejores ocasiones para un Barça que pudo sentenciar pero que acabó sufriendo. Valdés apareció y volvió a ser decisivo para que el Barcelona sumase su segunda victoria y se plante en el doble enfrentamiento ante el Milan con pleno de puntos.