“Tendrá que coger unos cuantos kilos”, era la frase que más se escuchaba cuando Neymar, un chico de mediana estatura (1,74 metros), gambeteó con salero sus 64 kilos de peso por primera vez por Can Barça. Era una de las tantas dudas que generó el fichaje del delantero brasileño, estrella con la ‘Canarinha’ en la Copa Confederaciones, por el FC Barcelona. Una fue su precio, aún una incógnita por las posibles comisiones que haya de por medio para con el padre y para con la agencia de representación. Otra, su poco peso y su escuálido físico. Y otra, la última, si ese apariencia enclenque aguantaría estoicamente la dureza de los cortacéspedes del fútbol español. Un inciso: quien tuviera esta última no ha visto a Neymar en el fútbol brasileño.
Es en esa ausencia de musculatura definida donde se halla el verdadero potencial de Neymar. Una estructura corporal repleta de flexibilidad, de una combinación de agilidad – equilibrio. ¿Cuántos futbolistas elegantes y atrevidos con el balón se han perdido por el camino en función de adquirir kilos y perder la elasticidad de su musculatura? Para el astro brasileño, no hay imposibles. Su gambeta, esa mezcla del Jogo Bonito de la Brasil de Ronaldinho y el estilo ‘Potrero’ que tanto caracteriza a los futbolistas argentinos con estrella, son su seña de identidad. Y ya hacen las delicias del Camp Nou.
Neymar es un recurso único para el FC Barcelona. Sin el mejor Leo Messi, el brasileño ha asumido con responsabilidad el papel del argentino. Es de lo más representativo en este arranque de temporada y ya ha tenido la oportunidad, en varias ocasiones, de decidir por su cuenta. Es, quizás, la bomba de oxígeno que necesitaba el FC Barcelona, un futbolista con la capacidad de decidir en zona ofensiva frente a cualquier obstáculo que se opusiera.
El Neymar más solidario
Hacía mucho tiempo que al fútbol español no llegaba tanto descaro como el que guarda Neymar en su fútbol. La mayor excusa que se ponía sobre si triunfaría o no en España era el enorme salto que supone pasar del fútbol sudamericano al europeo, un inconveniente que descartó de inmediato durante la Copa Confederaciones. Neymar ha roto con todos los estereotipos que existían sobre su adaptación y sobre el nivel al que podía rendir.
Además de la faceta de gambeteador y de goleador de Neymar, ha hecho acto de presencia otra que en Europa se desconocía. En este arranque de temporada del FC Barcelona, el brasileño ha brillado también en otros aspectos. “Es un futbolista excepcional y tiene un sentido del sacrificio y del juego en equipo que nos está asombrando a todos”, elogió ‘Tata’ Martino por la capacidad del brasileño.
Otro de los aspectos a destacar es su compañerismo. En Brasil, Neymar capitalizaba el juego del Santos. Regateaba, afrontaba los últimos metros como el que va a la guerra a salvar al soldado Ryan. En carrera, hasta que alguien lo frenara. Decidía, como el que resuelve el sabor de la mermelada en las tostadas del desayuno. En este inicio de temporada, Neymar ha dado cuatro asistencias de gol, o lo que es lo mismo un cuarto del total (4 de 16) del FC Barcelona.
Levántate y juega
Neymar se ha convertido ya en el delantero más zancadilleado, sacudido y pateado de toda la Liga española. Ha recibido hasta 27 faltas en total, o lo que es lo mismo, un promedio 4,5 faltas por partido. Con respecto al equipo, el brasileño recibe el 22,7% de las faltas totales (119) que recibe el FC Barcelona, más que Alexis Sánchez (13,4%) o el propio Leo Messi.
La reacción natural de un futbolista al recibir una falta es la respuesta agresiva, de queja al árbitro o de recriminación al jugador rival por la dureza con la que se emplea. De Neymar sorprende su capacidad para encajar la sacudida. No rechista, por normal general. Metaboliza el impacto y se levanta tantas veces como se cae.
Esta mecánica se entiende gracias el énfasis de Martino en el aprendizaje del futbolista. El técnico argentino quiere que brille en el fútbol español. Sabía que no lo tenía fácil y lo comprobó en La Rosaleda, cuando Jesús Gámez buscó a Neymar y se encaró con él después de una gambeta. "Tiene una manera de jugar que invita al rival un poco a este tipo de situaciones violentas”, manifestó Martino. Su atrevimiento lo sufrió, también, laterales como Juanfran Torres o Coke Andujar. “Tiene que jugar, recibir, poner la pelota en el piso y seguir jugando. Con eso se gana el respeto de cada uno de los rivales”, aconsejó el técnico argentino del Barça.
Neymar ha interiorizado la relevancia que tiene no quejarse de la patada y seguir jugando una vez que lo derriban. En el intento está el éxito y por eso el brasileño prueba y sigue probando, fiel a su juego que lo ha traído de Brasil a España. Al igual que en la resurrección de Lázaro, Martino aconseja a Neymar: “Levántate y juega”.