El abandono del fúbol

El Barcelona cayó eliminado de la Liga de Campeones en el Vicente Calderón. El equipo de Simeone anuló por completo a los chicos de Martino, quienes ofrecieron una paupérrima imagen, faltos de ideas, fútbol e intensidad. El gol de Koke mete al Atlético de Madrid en las semifinales de Champions 40 años después.

El abandono del fúbol
Messi lanzando una falta anoche.
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Por Pablo Morán

Se presentaba una noche histórica en el Vicente Calderón. Dos equipos antagónicos en su juego, pero igualados en resultados, saltaban al verde del estadio madrileño en busca de las semifinales. Todo el mundo presagiaba el partido en su mente. El Atlético, pertrechado en su área mientras el Barça movía una y otra vez el balón en busca de oportunidades. Nada más lejos de la realidad. Tras el pitido inicial, los 'guerreros' del Cholo Simeone salieron al cien por cien. Con una fuerte presión e intensidad defensiva, apenas tardaron dos minutos en realizar su primer disparo. Tras un saque de puerta de Courtois, Raúl García peinó un balón que dejó solo a Adrián ante Pinto. Su disparo se estrelló en el palo. Acto seguido, Villa colgó un balón que de nuevo remató el '7' del conjunto colchonero para que Koke, libre de marca, apuntillara el 1-0 en el marcador. El Calderón se venía abajo, mientras al Barcelona le tocaba remar a contracorriente.

El equipo de Simeone, lejos de echarse para atrás, siguió buscando el gol. En los siguientes 15 minutos de partido, los rojiblancos fueron un vendaval de juego y ocasiones. Hasta dos disparos estrellaron en la madera. El Barça andaba pérdido, aturdido. La defensa hacia aguas a la espalda de Mascherano y Alves. Busquets se sentía abandonado y la intensidad del conjunto azulgrana se asemajaba a la de un partido amistoso. El Barcelona se encontraba superado en todas las facetas del juego, mientras que el equipo local parecía que era el necesitado por remontar una eliminatoria que, sin embargo, tenía ganada. Tras la tormenta inicial, el Atletico de Madrid rebajó un poco la intensidad y el Barcelona respiró aliviado.

Cerrojo defensivo

El equipo azulgrana no conseguía realizar su juego. Simeone había preparado una jaula defensiva perfecta, en la que Messi y Fábregas se encontraban perdidos e imprecisos. El mejor del equipo azulgrana, Neymar, fue el único capaz de crear alguna jugada de peligro. Las constantes ayudas defensivas por parte de Villa, Raul García y Adrián hicieron que el juego blaugrana por las bandas fuese inofensivo.Ni siquiera Iniesta, excelso en el partido de ida, tuvo la posibilidad de abrir hueco en la defensa colchonera. Hace tiempo que el Barcelona dejó de realizar fútbol, para realizar solo jugadas, que anoche brillaron por su ausencia. Xavi no consiguió en ningún momento llevar la manija del partido y cada robo de balón rojiblando era peligro constante para la portería de Pinto. El Barcelona fue incapaz de generar ocasiones en los primeros 45 minutos. 

Sin fútbol

El Barcelona arrancó los segundos 45 minutos pensando en la suerte, esa que provocó que solo fuera perdiendo por un tanto, cuando podrían haber sido 3. El Atlético pudo matar el partido, y no lo hizo. Ahí estaban las esperanzas de los culés, pero sin fútbol es imposible. La segunda parte tuvo una tónica similar a la primera. El Barcelona seguía sin encontrar espacios en la defensa rojiblanca y se dedicaba una y otra vez a centrar balones desde la banda de Dani Alves, síntoma de que su fútbol ni brillaba, no existía. Mediante balones aéreos, Godín y Miranda se impusieron como aunténticos gigantes al lado de Messí, Fábregas o Xavi. Preciesamente el de Terrasa estuvo más activo en esta segunda mitad y de sus botas surgió la mejor oportunidad. Filtró un balón a Neymar que en el mano a mano con Courtois no consiguió regatearlo. Acto seguido, y tras un nuevo centro de Alves, Xavi estuvo a punto de rematar a gol,tras un resbalón del portero belga. No era más que un espejismo en el desierto de ideas que perseguía a los azulgranas. Fue el Atlético quien dispuso de nuevo de las mejores oportunidades. Gabi, Villa, Diego Ribas y el 'Cebolla' tuvieron en sus botas la sentencia, pero el cansancio y un buen Pinto, evitaron el segundo gol. Ni los más viejos del lugar recuerdan una zaga como la de anoche en el Calderón, errática y sin ganas.

Martino se mostró inoperante durante el transcurso del encuentro. A propios y extraños sorprendió la sustitución de Andrés Iniesta, opaco en ideas como el resto de sus compañeros. La entrada de Alexis y Pedro no provocó más que acumular jugadores arriba a la espera de un fallo en la defensa rojiblanca o una chispa de inspiración de Messi, pero no era el día. Las aspiraciones del Barça murieron con un cabezazo de Neymar que se marchó besando el palo. El Barça se limitó a colgar balones aéreos, mientras Cruyff se revolvía donde estuviese viendo como 'su Barça perdía su mayor esencia futbolística. No hubo tiempo para más. El Barça demabuló por el campo sin fútbol, sin intensidad y sin ideas tanto dentro como fuera del campo. Su rival, el Atlético, le mostró el camino del fútbol que adolece el propio Barça: presión, velocidad y bloque de equipo. La reflexión es necesaria en Can Barça ya que el fútbol parece haber abandonado al Barcelona. En su mano está recuperarlo, o perderlo para siempre.