A base de trabajo, sacrificio y entrega se ganó poco a poco Alexis Sánchez a sus valedores en el Camp Nou. Atrás quedan con él partidos donde se encontró negado de cara a portería y cometió fallos terribles, pero también una temporada donde se mostró como uno de los jugadores más regulares a pesar del rendimiento del conjunto.
Alexis Sánchez se va a un Arsenal que le está recibiendo con los brazos abiertos. Su fichaje por el club londinense está causando furor en Inglaterra y ya son muchos los que le consideran una llegada "top" internacional. No es fruto de la casualidad: su Mundial con Chile le convirtió en uno de los grandes atractivos de la competición y con Martino encontró su mejor versión en Barcelona.
Alexis no ha tenido nunca continuidad; sus entrenadores, tampoco
Quizá el momento de su llegada no acompañó para pensar en verle triunfar de azulgrana. Con el equipo de Pep en decaída, la temporada regular de Tito Vilanova y la desintegración del carácter competitivo con Martino, Alexis no pudo gozar de la confianza de un técnico durante no más de una temporada. Mientras que fue Guardiola quien apostó por su llegada mediante una operación que rondó los cuarenta millones de euros, con Tito Vilanova se vio algo más relegado al banquillo ante su eterno "rival", Pedro Rodríguez. No fue hasta Martino que demostró, con continuidad y, sobre todo, confianza, su mejor versión.
Sus números han sido notables. Tras Leo Messi, ha sido el segundo máximo goleador de la plantilla y se ha destapado como uno de los mejores jugadores sin balón de la plantilla. Messi, sin duda, es quien más agradece su inteligencia táctica, con ese movimiento tan preciado y poco usual en el mundo del fútbol que dicta que intervenir en la jugada no siempre tiene que ser entrar en contacto con la pelota.
A ello se une una gran capacidad para el desmarque de ruptura, dominio de la transición ofensiva para ocupar bien espacios para aprovechar él mismo o no y una gran capacidad para realizar primera presión al rival y recorrido en ayudas defensivas.
El Barça, ya con Luis Suárez fichado, buscará olvidar pronto al chileno y mejorar sus resultados. Las incorporaciones de Deulofeu y Rafinha, también capaces de jugar en su sitio, ayudarán a ello. Ya en la Premier, Sánchez encuentra un contexto ideal: muchos metros en cada transición, un pasador como Özil, un técnico que apostará fuerte por él y mucho más protagonismo de inicio.