Seis de seis para los hombres de Luis Enrique. Dos victorias en dos situaciones totalmente opuestas que han logrado que la afición culé deposite en el técnico asturiano todas sus esperanzas de cara a poder confirmar la resurrección total del equipo.

Ante el Elche los azulgranas disfrutaron de un comienzo plácido ante un rival inofensivo y poco exigente, algo que cambió en apenas siete días con la visita a El Madrigal y una victoria trabajada a la par que sufrida. Por ahora el equipo barcelonista ha demostrado tener calidad y oficio a partes iguales para sacar adelante ambos compromisos, ademas de unos ánimos renovados que rápidamente han podido observarse sobre el terreno de juego.

El parón de selecciones ha sido una larga travesía para el aficionado culé, quien tras dos victorias consecutivas con buena imagen incluida ha contado los días para poder volver a ver su equipo en el Camp Nou. Con la visita de un Athletic Club de Bilbao que atraviesa un dulce momento en la Liga BBVA y en Champions League, la expectación aumenta con la expectativa de poder ver un bonito duelo entre dos maneras muy diferentes de regalar fútbol al espectador.

Dos caminos para un mismo objetivo

Los Barcelona - Athletic se han caracterizado habitualmente por enfrentar dos filosofías de juego completamente distintas. Si bien la llegada de un técnico como Ernesto Valverde ha familiarizado al conjunto vasco con las posesiones largas y el juego de precisión, un abismo continúa separando al virtuosismo que buscan emular los azulgranas partido tras partido, con el oficio y el juego físico que destilan a raudales los “leones”.

La velocidad y la precisión vuelven a ser las mejores armas de los hombres de Luis Enrique, quienes han logrado encajar a Rakitic en un engranaje donde pocas piezas pueden ser sustituidas sin que el funcionamiento colectivo se resienta. La llegada del Croata y la presencia de savia nueva como Rafinha, Munir o Sandro vuelven a conseguir distraer la atención de las defensas rivales para liberar a Messi de la presencia de tres y hasta cuatro defensores en cada una de sus apariciones. La busqueda de espacios parece complicada con los planteamientos que llevaron a cabo Elche y Villarreal, sin embargo a diferencia de hace pocos meses, el equipo destila constancia a la hora de intentar derrocar la muralla hasta que lo consigue.

El Athletic por su parte dispone de armas muy diferentes para dañar al rival. Falto de jugadores que puedan crear un desequilibrio individual, consiguen con un bloque homogéneo que resulte difícil encajar un gol. Un año más Aritz Aduriz se convierte en una auténtica pesadilla para los defensores que osan plantarle cara por alto. La precisión de jugadores como Ibai o Beñat convierten las jugadas a balón parado en un auténtico filón para el conjunto vasco, quien además aprovecha a la perfección los balones que su 'nueve' baja a los pies de Munian, Iturraspe o Mikel Rico para lanzar contraataques.

Victorias a partir de la defensa

Las zagas de Athletic y Barça se han convertido en protagonistas del inicio de campaña. Por una parte el marco barcelonista ha podido ser defendido con éxito en los 180 minutos de liga disputados. Los cuatro goles a favor y cero encajados dejan un buen sabor de boca a pesar de los tres palos que recibió el equipo en Villarreal y de la nula actuación de Claudio Bravo, quien no ha tenido que intervenir en jugadas peligrosas en ninguno de los dos partidos.

El Athletic ha basado su clasificación para la liguilla de Champions en maniatar en ataque al correoso Napoles de Rafa Benitez. Los Laporte, San Jose, Balenciaga y el reconvertido De Marcos se han erigido como una defensa de garantías que tan solo ha encajado tres goles en cuatro partidos oficiales disputados hasta el momento, dos de ellos de la máxima competición europea. De no ser por el deficiente arbitraje de Mateu Lahoz en La Rosaleda los vascos seguirían invictos en la presente campaña, a la espera por supuesto de verse la caras con los Messi, Neymar, Iniesta y compañía.

Guerra en el centro del campo

Si bien en ambas porterías se librarán batallas que pueden ser decisivas para el desenlace final la guerra, el centro del campo será escenario del duelo más trascendental del choque. El buen funcionamiento de los hombres de Luis Enrique abasteciendo de balones a la linea atacante y moviendo el cuero con velocidad y precisión pondrá el listón muy alto para unos centrocampistas vascos que deberán oxigenar a su equipo en los momentos en que este recupere el esférico.

Rakitic, Iniesta y Busquets podrían ser los elegidos para volver a mostrar ante el Athletic las buenas maneras que dejaron entrever en la primera jornada ante el Elche. Creando espacios y combinando con Messi cuando este recula para recibir el balón, pueden crear desorden en cualquier defensa, además de la más que probable presencia de Neymar y del joven Munir en detrimento de un Pedro que no rinde al mismo nivel con el FC Barcelona que con la selección nacional.

En el otro rincón esperan los 'leones'. Un centro del campo que no parece haber acusado en demasía la marcha de Ander Herrera al Manchester United de Louis Van Gaal. Iturraspe, que ha sonado hasta hace bien poco como futurible del Bayern Munich, Mikel Rico y Beñat combinan a la perfección calidad y trabajo, manteniendo equilibrada una linea del centro del campo que deberá asociarse a la perfección con sus defensores si quiere maniatar un sistema atacante culé más que acostumbrado a lidiar con defensas numantinas.