La selección española se ha impuesto a Bielorusia por 3-0 con goles de Isco, Busquets y Pedro. Pese a que los hombres azulgranas resolvieron el partido en forma de tantos, fueron Isco y Koke los guardianes del equipo, los que le impusieron ritmo y dotaron a la roja de un gran fútbol. Diferente del practicado hasta ahora, pero entretenido. Del Bosque cambió el esquema (4-4-2) dejando claro su determinación a regenerar a la selección después de la debacle del mundial.
La columna vertebral cambia. Isco y Koke (ojalá que junto a Thiago) están llamados a capitalizar el fútbol de la roja. Pero el pie del árbol (la defensa) sigue siendo el mismo. Gerard Piqué volvió a pisar el césped después de la sequía futbolística a la que se le ha sometido en el Barça. El central catalán disputó los 90 minutos junto a Sergio Ramos. Pese a no ser exigidos (la primera intervención de Casillas llegó en el minuto 79) solventaron de maravilla la papeleta ante una Bielorusia encerrada y entregada desde el calentamiento. Ramos y Gerard se entienden bien, quizás una pista sintomática de lo que necesita el central culer: un compañero que le ponga en su sitio.
Quizás Piqué necesite un compañero que le ponga en su sitio
Busquets se asoció bien en defensa con los dos pilares y se erigió como dique de contención y creación. Culminó su obra con un gol, pero manejó la compostura del centro del campo, ayudado por un espléndido Koke y el Isco más anárquico, autor de un golazo. Parece que la manija de la roja ha hecho un viaje de 500 kms. De Barcelona a Madrid. Es cierto que falta un titular indiscutible (Iniesta), pero las riendas del combinado nacional, como mínimo las del futuro, las llevan el medio centro del Atlético y el del Real Madrid. Visto lo visto, el Barça debería reflexionar sobre si se ha hecho bien el trabajo en el área deportiva.
Las riendas de La Roja las llevan los medio centros del Atlético y el del Real Madrid
Caso a parte es Pedro. Indiscutible para el Marqués, el canario lo hizo todo mal excepto el gol. Pedro corre, lucha, trabaja y se deja el alma como lo hacía antes. Como lo hacía cuando era Pedrito. Pero le sale todo mal. Falló en pases fáciles, en controles. Erráctico en el regate y en la definición. La pobre actuación de Pedro, pese al gran esfuerzo realizado, se vio oculta por un gol de Pedrio. Más tarde, habiéndose despojado de la presión, estampó un balón en el palo. Veremos si este gol ayuda a Pedro a reencontrarse.
España gana gracias a los goles del Barça, pero a falta de Iniesta, el futbol de la roja pasa por Isco y Koke.