Manita para despedir el 2014

El Barça de Luis Enrique goleó sin despeinarse con una manita al Córdoba antes de acabar el año. Pedro, Suárez, Piqué y Messi con un doblete fueron los encargados de certificar una manita que no ayudó a solventar dudas. Los azulgranas ganaron con un control pasivo que no esperanzó a los más de 60.000 aficionados que se acercaron al Camp Nou.

Manita para despedir el 2014
Foto: Laia Cervelló (VAVEL)
laiacervello
Por Laia Cervelló Herrero

Apenas tres días después de la contuntende goleada (8-1) sobre el Huesca que camufló y apaciguó el empate contra el Getafe, el Barcelona tenía otra prueba antes de llegar a las fiestas de Navidad: el Córdoba. La visita de un recién ascendido para lamerse las heridas y no sufrir daño antes de que acabase el año. A pesar de la hora - la de la siesta, que no trae buenos recuerdos a la mente del aficionado culé-, poco más de 60.000 aficionados acudieron a ver el último partido del año. Ante los ojos de la peor entrada del año, los de Luis Enrique solo tenían una obligación: llevarse los tres puntos, fuera como fuera el partido.

Y parece que lo tenían claro los jugadores. Apenas un minuto después de que Mateu-Lahoz silbara el inicio del partido, Pedro recibió dentro del área pequeña un centro de Rakitic, controló y mandó el cuero al fondo de la malla. Los azulgranas partían con ventaja desde el primer minuto. Hecho que podía dormir el partido o abrir la lata de otra goleada antológica.

Foto: FC Barcelona

Lo que estaba claro es que el canario volvía a estar en estado de gracia, algo que ya demostró frente al Huesca. Pasaron los minutos, y el Córdoba parecía perdido en combate. Con un 4-4-2 reculado y poco intenso en defensa, la estrategia de los andaluces parecía un harakiri más que una forma de ir a por, ni siquiera, el empate. Messi y Iniesta aparecían con mucha facilidad entre lineas. El Barcelona estaba intenso y bien colocado sobre el verde. Las opciones para los visitantes parecían una utopía andaluza.

Control pasivo

En los instantes siguientes los de la Ciudad Condal avisaron al cancerbero Juan Carlos. Primero fue Luis Suárez, el hambre de quien había estado presente en los últimos partidos. En el minuto 10 remató al primer toque un balón que se estrelló en el lateral de la red. Luego fue Rakitic, que mandó el esférico a las nubes desde la frontal.

Tras varios intentos aislados y de jugar sin el ansia de marcar propia de un equipo que va ganando desde el inicio del partido. El control era azulgrana sin ninguna duda, pero era un dominio pasivo, poco productivo. El Córdoba tuvo una clara, un disparo envenenado de Borja raso y cerca del palo que pudo sorprender a Bravo. El chileno se lució con un paradón que mantuvo la ventaja local en el marcador. Jordi Alba jugaba a otro nivel. Iba más rápido que prácticamente todo el equipo. En una ocasión, de hecho, regateó toda la defensa cordobense hasta plantarse en el interior de la pequeña, vio que ninguno de sus compañeros había llegado para rematar su gran jugada y lo probó, sin suerte, el de l'Hospitalet.

El conjunto catalán estaba bien en la recuperación del balón, pero a la hora de crear le faltaban recursos. La circulación del balón era lenta y había una divergencia tremenda cuando los jugadores tenían el cuero en los pies y cuando no.

Estreno de Luis Suárez

La segunda parte comenzó exactamente igual que la primera. Un gol tempranero para cerrar un partido que estaba peligrosamente abierto. Apenas 6 minutos después de la reanudación, Suárez se estrenó como goleador en Liga. Recibió Pedro en el interior del área, buena combinación con el uruguayo, que controló con dificultad, tuvo tiempo para pensar y sumó el segundo, el de la tranquilidad, al marcador.

Los minutos pasaban y parecía que el Córdoba no hacía nada para cambiar el ritmo del partido. En estas y con la pasividad de la priemra aprte llegó el tercero, y fue de la forma más bizarra para los azulgranas: a balón parado. Una falta peligrosa favorable al Barça la picó Xavi y Piqué remató el cuero de un cabezazo inapelable que hizo subir el tercero al marcador.

Messi, que estaba firmando uno de sus partidos más extraños, jugando en diversas partes alejadas de la portería, decidió sumarse a la fiesta. Prácticamente sin buscarlo y apenas un minuto después del gol de Piqué, recibió un balón muerto tras un rechace de Juan Carlos en el punto de penalti. 'La pulga' estaba sola, sin ningún defensa alrededor y le llegó a los pies como si de un himán al cuero se tratara el esférico.

Foto: FC Barcelona

Levantó la cabeza y con toda la tranquilidad del mundo remató para anotar su primero en cuenta personal y el cuarto para el cuadro de Luis Enrique. Volvía a sonreir. Cinco minutos después y en una jugada prácticamente calcada el argentino repitió. Volvió a llegarle el balón a los pies, controló, giro sobre su eje y certificó la manita con la que el Barcelona decía adiós al 2014.

Las estadísticas del partido

FC Barcelona Córdoba FC
77% Posesión 23%
5 Goles 0
16 Remates 7
1 Fueras de juego 2
8 Córners 0
14 Faltas 4
1 T. Amarillas 0
49 Balones recuperados 36
54 Balones perdidos 78

Los goles