La fria noche en el estadio Martínez Valero, con buena entrada pero sin el lleno que hubiera gustado, se ha enganchado en los equipos en el inicio del choque. Con la clasificación finiquitada una semana atrás en el Camp Nou, la motivación del partido no era más que las ganas de victoria y el poder ofrecer un buen espectáculo a la afición.
Fran Escribá, que ya había adelantado que daban por perdida la eliminatoria, ha sacado un once con diversas novedades: Manu Herrera, Peral, Lombán, Albácar, Gálvez, Pasalic, Coro, Álvaro, Fragapane y Cristiano Herrera.
Por parte visitante, Luis Enrique no ha contado con muchos titulares como Messi, Neymar, Suárez o Iniesta entre otros, pero ha puesto en liza un once competitivo con Ter Stegen, Montoya, Mathieu, Bartra, Adriano, Gumbau, Rafinha, Sergi Roberto, Adama, Pedro y Munir.
Tras la ida, el partido carecía de motivación competitiva
Como se podía esperar, el partido empezaba con un ritmo lento, con la posesión azulgrana -ayer de naranja fluor- y con alguna acción destacada de Adama, pero con el juego intermitente.
El Elche buscaba acercarse mediante centros laterales y tuvo una ocasión tras un centro lateral desde la derecha pero el disparo de Álvaro se iba alto. Poco antes, Adriano había perdonado el primero tras un pase con la cabeza de Montoya que le dejaba solo en el interior del área del Elche.
El descubrimiento de la noche
Una falta en la frontal era el reto para los jugadores del Barça. Ninguno de los lanzadores habituales en el campo y la falta tirada hacia la derecha, más para un zurdo. Pedro y Mathieu se perfilaban como los únicos lanzadores posibles y al final el galo probó fortuna. Y la encontró.
El central del Barça firmaba un golazo que podría haber llevado el sello de los mejores lanzadores de falta del momento, una delícia para los espectadores en el campo ilicitano.
Con el mismo ritmo lento, el Barcelona ya dominaba 0-1 y poco a poco iban apareciendo más jugadores azulgrana. Montoya empezaba a ser protagonista por su carril y Rafinha cogía las riendas del centro del campo. El jóven brasileño buscaba reivindicarse tras las dificultades para encontrar un sitio en el once azulgrana. Junto con ellos, Sergi Roberto hacía gala de sus rápidas conducciones y cambios de ritmo.
En el bando local, poco a destacar a parte de la entrega de los jugadores en la presión. Pocas opciones habían tenido ante la atenta defensa culé.
Últimos minutos movidos
Para romper la noche tranquila, el Barcelona daría dos zarpazos antes del descanso: de Sergi Roberto y Pedro. El primero conseguiría el segundo tanto de los azulgranas tras un potente disparo desde fuera del área con la pierna menos hábil, la izquierda. Poco después, Munir entraría en el área y recibiría una falta de Albacar. El penalti lo lanzaba Pedro a gol, por la derecha de Manu Herrera y el guardameta vencido a la izquierda.
Y ya en la última jugada, Cristian Herrera probó suerte tras una combinación en la frontal culé pero su disparo se iba demasiado cruzado por la izquierda del portero alemán Marc-André Ter Stegen.
Dos chispazos por equipo para empezar
La segunda parte empezaba con cuatro jugadas destacadas, dos por equipo. Montoya estaba a punto de marcar el cuarto tras una combinación con Sergi Roberto, pero una jugada después, Bartra cedía mal el balón a Ter Stegen y Cristian Herrera por poco lo aprovechaba, aunque el meta alemán conseguía sacar el balón con sangre fría. Segundos después, un centro lateral le llegaba franco al mismo Cristian Herrera, pero el control se le iba largo y perdía toda opción de disparar a puerta.
Los primeros tres minutos frenéticos acababan con un disparo cruzado de Adama que se iba muy cerquita del palo. Dos minutos más tarde, Munir buscaba rematar un centro lateral pero no conseguía encontrar portería, sin que la acción llegara a ser una oportunidad de gol.
El desparpajo de Adama, a escena
Aunque en la primera parte había dado muestras de calidad y potencia física, en los primeros minutos de la segunda mitad el extremo catalán empezaba su exhibición. Buscaba siempre el uno contra uno, incluso el uno contra dos defensas y salía victorioso del duelo. Profundizaba con, y sin balón, y finalizaba las jugadas con centro o disparo.
Lo probó por dentro y por fuera, disparando con derecha y con izquierda
Edu Albacar, que con un centro cerrado había puesto en problemas a Ter Stegen, lo sufría cada vez que recibía. Como no podía estar encima porque el extremo es un puñal al espacio, Albacar estaba cerrando el espacio entre el central y él mismo y dejaba recibir al pie a Adama, la "mejor" solución posible.
Pero en el minuto 60, Adama dejaba su sitio a Halilovic, otra perla del Barcelona B y el croata entraba con el mismo desparpajo que Adama. Tras unos minutos sobre el campo, se sacaba un tiro que sólo el palo lograba evitar que subiese al marcador. En cada acción dejaba muestras de su calidad técnica. También Luis Enrique daba entrada a Douglas por Montoya, mientras que en el Elche también había cambios: entraban Adrián y Enzo Roco por Pasalic y Gálvez. Más tarde, Fajr entraba por Pelegrín.
Con los cambios el partido perdía la poca velocidad que tenía y volvía el ritmo lento de la primera mitad, con detalles individuales como un control con el pecho y pase sin que al pelota tocara el suelo de Ter Stegen, mostrando su habilidad con los pies en cada acción.
El partido daba sus últimos coletazos con algunas llegadas al área de Pedro, Halilovic y Bartra por parte culé mientras que Cristian Herrera seguía buscando el gol aunque sin fortuna. Finalmente, cuando todo parecía acabado, Douglas colgaba un balón al área y Adriano, con movimientos de delantero centro puro, se adelantaba al central y ponía el 0-4 definitivo.