Messi vuelve a conquistar Riazor

Frente a un equipo que ya ha sufrido a Messi en varias ocasiones, el Deportivo no pudo controlar el arrebato de juego que supuso la primera mitad del encuentro. El fútbol de los visitantes fue un gran ejemplo de lo que la afición azulgrana quiere de su equipo y la eficacia de Messi de nuevo permitió dejar otros tres puntos en la mochila, para no dejar escapar a un Real Madrid en racha.

Messi vuelve a conquistar Riazor
(Foto: FC Barcelona)
miguelruiz
Por Miguel Ángel Ruiz

El FC Barcelona llegaba a Riazor con la necesidad de hacer valer las buenas sensaciones que dejaron los últimos dos partidos, el difícil duelo de Liga BBVA ante el Atlético de Madrid del “Cholo” Simeone y la vuelta contra el Elche de Copa del Rey, en el que además de buen fútbol, se pudieron ver dos debuts y a los nuevos jugadores que pueden ir entrando en el conjunto. Con los tres jugadores más rentables y en forma del momento (Neymar, Messi y Luis Suárez), el Barça llegaba al estadio coruñés con ganas de demostrar que pueden seguir en esta pauta, contra un Deportivo de la Coruña que no quería ceder un solo punto en su feudo y que ya a la media hora de partido tuvo que hacer frente a la dura realidad.

Un gol tempranero

El partido no pudo comenzar mejor. Si en el Barcelona suele ser propio entrar en el juego tras unos minutos, en Riazor el equipo culé demostró haberse olvidado de tan poco agraciada costumbre. Velocidad, pase rápido, movimientos arriba... y lo más importante, un gol temprano. Un buen pase de Rakitic (muy bien en todo el partido), tras una jugada iniciada y peleada por el propio Messi ponía el cero a uno en el marcador gallego. El argentino, tras recoger un balón y resbalar, recupera pie y se dirige como una centella a la posición en la que recogería esa pelota arqueada del 4 croata para rematar de cabeza a la red que guardaba Fabricio.

(Foto: FC Barcelona)
(Foto: FC Barcelona)

Fue un partido en el que se vio además de que el Barcelona recuperara las sensaciones con respecto a esa recuperación rápida de balones, jugadas rápidas y jugadas acabadas, el talento de Neymar, el despliegue de Messi y el engranaje (por fin) de Rakitic en el esquema Barça. Sin duda, Messi, con su capacidad para crear ocasiones y desplegar todo su repertorio, da igual en qué zona del campo o si son funciones de defensa, medio o delantero, pusieron el ritmo a los primeros minutos del partido. El Deportivo tardó demasiado en entrar en el partido, pero a partir de ese momento, consiguieron encadenar algunas ocasiones a través de Cavaleiro y Sidnei, ambas sin inquietar a Bravo pero si para demostrar que los de Coruña se habían presentado al partido.

Cumplida la media hora y con el marcador a favor, el Barcelona quiso hacer del dominio de la pelota su chaleco salvavidas, a pesar del peligro de las contras que Cuenca y cía intentaban tirar cada vez que alguna de esas posesiones acababa en poder de los jugadores blanquiazules. Tras poder detectar el Depor la sangría que estaba fraccionando en los primeros minutos, el Barcelona solo conseguía despertar en alguna aceleración de Messi o Neymar, jugadores que con paredes o carreras individuales conseguían plantarse en el área de Fabricio, portero local.

En una de esas, tras un gran pase desde la derecha, Messi consiguió colarse entre piernas y defensas y elevar magistralmente el balón para anotar el que sería su segundo gol del partido. Un balón trabado, muchas piernas tratando de despejar ese balón y solo uno, el 10, que consiguió elevar lo justo ese balón, recordando a ese gran gol ante el Arsenal, salvando al guardameta y anotando el segundo del partido.

(Foto: FC Barcelona)
(Foto: FC Barcelona)

Una segunda parte que se llevó el ritmo frenético

Con el descanso, el Barcelona siguió con el plan de controlar el partido por medio del control del balón. El juego les era favorable y solo Luisinho o Medunjanin, con varios pases bien medidos, conseguían inquietar algo al conjunto azulgrana, tanto que las llegadas apenas hicieron intervenir a Claudio Bravo en el juego. El juego, casi siempre en la banda izquierda azulgrana, con Alba y Neymar, con rápidas paredes y pases sí consiguieron desestabilizar el entramado gallego, llegando a situaciones de peligro en varias ocasiones desde esa zona del campo.

En una de esas ocasiones en las que Neymar confabula con el astro argentino, tras una jugada endiablada que consigue que acabe en córner el jugador azulgrana, el jugador de Rosario se metió en la frontal y consiguió el hattrick, tras un buen zurdazo al que no llega con su estirada el portero del Deportivo. Era el cero a tres y el Barcelona debía reducir los riesgos, quizá pensando en el encuentro que el próximo miércoles ante los hombres de Simeone en Copa del Rey. Se dio pronto por ello descanso a Iniesta, Sergio Busquets y Neymar, tres jugadores básicos y que fueron reemplazados para poder contar con ellos en condiciones óptimas.

El cuatro a cero, tras una jugada rápida en banda derecha, vino sin quererlo, en un balón rebotado de Sidnei que significo el cuarto gol del equipo culé, en propia puerta. El Deportivo de la Coruña vio ahí ya por fin ese final que parecía claro en el que el Barcelona acabaría llevándose esos tres puntos a casa, con los tres de Messi y con esa jugada desafortunada de Sidnei, por la que se cumplió el cuatro a cero final y por el cual el Barcelona sigue en pie en la lucha por no perder la estela de un Real Madrid, que hoy, de nuevo, no falló.

Un partido importante para convencer y tener fe

Sin duda, este partido ha servido a los hombres de Luis Enrique, y al propio técnico asturiano, de prueba feaciente de que el sistema, si se cumple, funciona a la perfección. Esa fe en que todo fallaba por no estar correctamente configurado es el clavo al que todos se agarran cuando se ven partidos como el de esta tarde, en el que el conjunto barcelonista ha demostrado tener más de lo que ha podido mostrar en otros partidos de Liga BBVA, sobre todo en el plano anímico y en el sentido de sacrificio. Se han recuperado los automatismos y todos, de nuevo, saben que el bien común, aun dependiendo de un talento individual sin igual, es solo posible si son conscientes de su rol y su papel en la película. Hoy, Messi, se lleva el balón para que se lo firmen y conservarlo. Es importante que "Lucho" regale un vídeo a todos con el encuentro, para que ninguno se olvide de lo que se debe hacer durante la temporada. El premio, lo merece.

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Sobre el autor
Miguel Ángel Ruiz
Vallisoletano. Observador, analista y comentarista de fútbol nacional e internacional. Redactor de Sphera Sports, co-director del FC Barcelona y redactor del Real Valladolid y de la Eredivisie en VAVEL.com y co-director de @GarrinchaMGZ.