El partido del Manzanares que duró media parte

Atlético y Barcelona se vieron las caras en la vuelta de los cuartos de final y el partido fue como se esperaba: muy intenso. En una primera parte espectacular, el Barcelona se fue con ventaja en el marcador y en la segunda todo cambió con la expulsión.

El partido del Manzanares que duró media parte
El partido del Manzanares que duró media parte
xavivazquez
Por Xavi Vàzquez

El partido sorprendió a propios y extraños, tanto por como fue la primera mitad, intensa, vertiginosa y muy goleadora, como por lo lenta y apática que fue la segunda.

Las previas, cálculos y contextos que se manejaban antes del partido se rompieron en el primer minuto con el gol de Torres. Y mira que el ex del Liverpool y Chelsea ya había avisado en el Bernabéu que era capaz de dinamitar una eliminatoria en los primeros minutos. 1-0 y todo abierto, con un Atleti agigantado y llevado en volandas por una afición entregada.

Presión alta y juego en campo azulgrana

El conjunto de Simeone salió a por todas, sin especular. Dejó la presión en campo propio para pasar a una presión alta en campo rival, ahogando la salida de balón en corto azulgrana. Los centrales o ter Stegen tenían que desplazar en largo buscando a Luis Suárez, que tuvo una gran pelea con Miranda y Giménez.

En la primera jugada del partido ya surtió efecto dicha presión, con un desplazamiento de Mascherano dirigido a Messi debido a la presión del equipo rojiblanco. Siqueira, con los conceptos claros, se anticipó a Messi y el rechace lo cayó a Torres que controló solo, ya que Mascherano no había cerrado tras el desplazamiento. La historia acaba con el 1-0 en 40 segundos.

El gol reafirmó las ideas del Atlético y el equipo siguió buscando lo mismo, con una defensa muy intensa y con mucha solidaridad defensiva, dando muchas ayudas a los compañeros.

Luis Enrique activó el plan B

Pero el Barcelona, consciente del partido que le esperaba en Madrid, trabajó una alternativa por si no podía salir jugando como acostumbran. El equipo sabía que combinar desde atrás podía suponer un riesgo muy alto y añadiendo el estado del campo, del cual los dos entrenadores coincidieron a decir que el balón saltaba como un conejo, buscaron la salida en largo hacia Suárez.

Junto a Suárez, Neymar y Messi se descolgaban en ambos costados y se creaba un tres contra tres en cualquier contragolpe. Y en el nueve, aparecieron los tres. Messi recibió y regateó a Mario Suárez, asistió al otro Suárez, el azulgrana, y el uruguayo se la puso a Neymar al espacio para que encarar a Oblak. 1-1 y golpe para el Atlético.

Pese al gol, el Atlético siguió fiel a su idea, apretando arriba e incomodando la salida de balón azulgrana. Jugaron más en campo rival y con mayor posesión de balón. Insistieron, con más corazón que juego y la insistencia tuvo su premio en forma de penalti. Raúl García asumió la responsabilidad y marcó el 2-1, que dejaba a los colchoneros, otra vez, a un gol de las semifinales.

Dos golpes duros

Pero los de Luis Enrique le hicieron pagar al Atleti con la misma moneda: una jugada a balón parado metía el 2-2 con fortuna, tras un mal despeje de Miranda hacia su propia puerta. Busquets ganó el balón fácilmente en el primer palo y Miranda no pudo despedarla hacia fuera.

El gol fue un duro mazazo para el Atlético, sobre todo porque faltaba poco para el descanso y les bajaba de golpe de la nube del gol de Raúl García. Pero aún les faltaba otro, el que dejaba la eliminatoria muy cuesta arriba tras otro contragolpe en el que Messi encontró a Alba en la banda contraria y el lateral centró de manera forzada. Ese balón le llegó a Neymar que, con un control, regateó a Oblak y marcó el 2-3.

El partido terminó en el descanso

Pero la peor notícia del partido para el Atlético no era el resultado si no que Gabi era expulsado en el túnel de vestuarios. Con el resultado en contra y con diez, los de Simeone cambiaron la manera de afrontar el partido y, tras hacer entrar a Saúl por Griezmann, volvieron al repliegue en campo propio para evitar más goles azulgrana.

El ritmo bajó, el Barcelona quiso controlar el partido a través del balón y poco a poco fue muriendo el partido. Un partido atípico, totalmente alejado de lo visto en los últimos tiempos entre estos dos equipos. En la primera mitad, muchos goles, el Atlético teniendo el balón, el Barcelona marcando al contragolpe y de jugada a balón parado y ganando en un Vicente Calderón lleno a rebosar.

Luis Enrique volvió a acertar con el planteamiento del partido pese a jugar con fuego en los minutos previos e immediatamente posteriores al 2-1, dándole al equipo esa verticalidad que le había faltado en otras visitas al estadio rojiblanco. Simeone se encontró con un panorama soñado en el minuto uno pero el acierto culé superó a sus futbolistas, condicionados por un 1-0 en la ida que marcaba muchas diferencias.