El Futbol Club Barcelona vuelve a Euskadi, lugar donde se desató la tormenta deportiva en la primera plantilla. Los hombres de Luis Enrique el pasado 4 de enero cayeron por la mínima ante la Real Sociedad gracias a un tanto en propia meta de Jordi Alba en los primeros minutos de juego. No fue una simple derrota, el juego azulgrana estaba lejos a lo que se esperaba, se alejaron del liderato en una jornada en la que el Real Madrid sucumbió en Mestalla ante el Valencia, Messi y Neymar fueron suplentes; pese a que los sudamericanos entraron en la segunda mitad no pudieron remontar el duelo.

Cuando los resultados no llegan todo son problemas, no era el momento idóneo deportivamente hablando a lo que se sumó una situación turbia cuando planeaba la sombra del mal ambiente dentro del vestuario del Barça, diferencias con el técnico asturiano y su cuerpo técnico; por si fuera poco las circunstancias institucionales no acompañaban. El "Caso FIFA" y la prohibición de fichar hasta 2016, los números del fichaje de Neymar y las últimas salidas en el organigrama del club como la de Andoni Zubizarreta y Carles Puyol. Eran días grises en Can Barça, el club catalán parecía inmerso en una espiral de problemas, en un laberinto sin salida, cualquier símil parecia ajustarse a ese momento.

Josep Maria Bartomeu convocó una rueda de prensa tras las salidas de Zubizarreta y Puyol, una comparecencia de más de una hora, en la que el máximo mandatario culé empezó anunciando elecciones en el verano de 2015. El actual presidente del club también mostró el deseo de postular su candidatura a la presidencia. Periodistas y el presidente intercambiaban preguntas por respuestas sobre diversos temas tanto deportivos como extradeportivos. 

En la parcela estrictamente deportiva, Luis Enrique se mantenía fiel a un discurso: "no alimento polémicas" y mostraba su confianza a los jugadores. El técnico asturiano sabía que los resultados y, sobre todo, el trabajo podría enderezar una situación nada agradable pero que era de esperar de un club como el FC Barcelona, máxima exigencia en un equipo que aspira a ganarlo todo. 

El domingo 11 de enero, el Atlético de Madrid volvía a pisar el Camp Nou, campo donde se proclamó campeón de la pasada Liga. El combinado catalán sabía de la importancia del partido, no solamente por el apartado anímico, sino también porque un resultado negativo podía mermar seriamente sus aspiraciones al torneo de la regularidad. Los azulgranas jugaron una primera parte en la que impusieron su ritmo ante los colchoneros y se fueron por delante en el electrónico al descanso (2-0). La segunda mitad fue más igualada, pero los 3 puntos se quedaron en la Ciudad Condal, con un dato goleador que invita al optimismo: Messi, Neymar y Luis Suárez anotaron en la gran cita.

El partido de vuelta ante el Elche en el Martínez Valero fue una oportunidad para los menos habituales. Los jugadores que saltaron al césped dieron la talla y con creces, 0-4 para los hombres de Luis Enrique y el Atlético de Madrid se volvía a cruzar en el camino del Barça, esta vez en la Copa del Rey.

Visita a Riazor, el Barça ya respiraba en un ambiente más tranquilo pero aún había cierta tensión por lo que podría llegar a ocurrir. Los fantasmas de la relajación se disiparon con otro 0-4 favorable a los azulgranas y seguían embarcados al tren de la Liga

Los colchoneros volvían a pisar el Camp Nou, tan solo 10 días después de su última visita. Los cuartos de final de la Copa del Rey en juego, 180 minutos dejaría en la estacada a uno de los candidatos al trofeo copero. Partido igualado con una ligera superioridad azulgrana que se transformó cuando Messi aprovechó un rechace de Oblak, tras que este detuviese un penalti lanzado por el rosarino en la segunda mitad. 1-0 y dejaba la eliminatoria de cara para los culés.

Segunda visita al Martínez Valero en enero, el guión se repitió, 0-6 y los 3 puntos volaron a Barcelona. La situación deportiva parecía totalmente arreglada, mientras que la extradeportiva pasaba desapercibida gracias a los buenos resultados.

Quedaban los últimos 90 minutos en el Calderón, los colchoneros estaban obligados a remontar la eliminatoria para seguir vivos en la Copa. Fernando Torres marcó antes de que el cronómetro llegase al primer minuto de juego y puso el miedo en el cuerpo a los seguidores azulgranas. La igualada no tardó en llegar a través de Neymar tras un pase de Luis Suárez, 1-1. Jugada polémica que el colegiado señaló como penalti en el minuto 30, Raúl García no se arrugó y puso el 2-1 en el marcador. Partido reñido en el Manzanares pero en el minuto 38 se igualó la contienda, cuando Miranda se marcó un gol en propia a la salida de un córner del FC Barcelona, 2-2. Con el empate a uno parecía que se iba a llegar al descanso, pero Neymar aprovechó una asistencia de Jordi Alba para adelantar al combinado catalán 3-2. El marcador no se movería en lo que restaba de partido y los azulgranas obtuvieron su billete a las semifinales de la Copa del Rey.

Alegría en Can Barça, los resultados era positivos y en el ambiente se respiraba felicidad. El Villarreal visitaba al FC Barcelona, Luis Enrique avisó que esperaba un duelo parecido al de la primera vuelta y así fue. Duelo igualado en la que el submarino amarillo se adelantó en el marcador a la media hora de partido, y al borde del descanso Neymar empató. Vietto aprovechó una asistencia de Giovanni dos Santos para poner el 1-2 en el minuto 51. Rafinha apenas dos minutos después marcó el empate a 2. Duelo vibrante en el Camp Nou que se resolvió a favor del Barça cuando Leo Messi anotó el 3-2 en el minuto 55. Los locales aprovecharon sus ocasiones de gol y sumaban así su octava victoria consecutiva.

Deportivamente son días plácidos en el seno azulgrana, mientras que en la parcela extradeportiva Josep Maria Bartomeu ha sido imputado en el "Caso Neymar". Tendencia ascendente de los hombres de Luis Enrique que vuelven a Euskadi, lugar donde empezó ese ligero desequilibrio en el club azulgrana. En esta ocasión se enfrentarán al Athletic Club de Bilbao en el nuevo San Mamés, estadio en el que la temporada pasada no pudieron ganar.