Cayó Busquets en el suelo y se encendieron todas las alarmas. No fue tanto por el gol del Villarreal si no porque el de Badia no se levantaba y los servicios médicos pedían rápidamente el cambio. Las asistencias médicas lo sacaron en camilla y la cara del centrocampista hacía presagiar una lesión grave.

Ya en la segunda mitad, tras el susto inicial, Busquets se había sometido a una primera exploración que descartaba, en un principio, rotura de los ligamentos del tobillo derecho y se barajaba una lesión en la sindesmosis del propio tobillo como la opción más probable. 

Confirmación de la lesión

El Club ha emitido un comunicado confirmando el primer diagnóstico tras las pruebas realizadas la mañana del jueves: "Las pruebas realizadas han confirmado que el jugador sufre una lesión en la sindesmosis del tobillo derecho. El jugador es baja para el partido con el Rayo y la evolución marcará su disponibilidad para los próximos partidos ".

La lesión de Busquets no es exactamente igual que un esguince convencional, ya que la recuperación debe ser más prudente y las molestias tardan más en desaparecer. Eso puede condicionar su presencia en los próximos partidos decisivos como son el Manchester City y el Real Madrid.