Es difícil imaginar a día de hoy un mal partido de Rakitic. Cuesta ya echar la vista a atrás y recordar partidos donde sus actuaciones hayan estado en entredicho. Pero en realidad sí los hay.

No todo ha sido un camino de rosas para el croata desde su llegada a la ciudad condal. Durante sus primeros meses en el club, tuvo una etapa de frecuentes altibajos. Su estreno en la máxima competición continental fue bastante agridulce, de esos días que un jugador de su categoría haría lo posible para olvidar. Posiblemente, su partido contra el PSG en esa ida de la fase grupal fue uno de los peores que haya jugado con el Barcelona.

La noche en el Parque de los Príncipes fue una de las más oscuras para el centrocampista. Frente al PSG se vio a un Rakitic completamente desdibujado, ensimismado, indefinido. Tuvo que ser sustituido por Xavi en la segunda parte, con el fin de que el capitán cogiese la batuta de la orquesta y ordenase todas esas desafinadas voces, y arreglar así ese desastroso concierto dado hasta el momento.

Mañana Rakitic volverá a verse en el mismo escenario, frente al mismo público, y suya es la oportunidad de enmendar ese fiasco acontecido en septiembre del pasado año.

Una pieza clave del Barça de Luis Enrique

Bien es cierto que desde entonces ha llovido mucho y no hay duda alguna de lo que es el croata ahora para el club azulgrana. Desde la derrota el pasado mes de enero contra la Real Sociedad, Luis Enrique vio la necesidad de hacer cierto cambio dentro del esquema del equipo: había que empezar a sacrificar a Xavi. Y no es sencillo, primero por la figura que representa para el club el de Terrassa y segundo por todo lo que ha generado durante todos estos años. Sentar a Xavi es cerrar la puerta a una etapa, una etapa gloriosa llena de alegrías que ha embriagado a todos los aficionados culés.

Pero la maravillosa visión de juego que tiene Rakitic, la facilidad para moverse entre líneas y asociarse con sus compañeros, así como las buenas asistencias que proporciona, ha servido para que el croata le haya podido ir comiendo poco a poco terreno a Xavi Hernández hasta abrirse un hueco importante en la titularidad. A día de hoy, junto a Busquets e Iniesta conforma la medular del equipo.

Poner en duda en estos momentos a Rakitic sería algo bastante osado. Su papel hoy en París se percibe como transcendental. En él recae una importante responsabilidad, la de abrir hueco al equipo hacia las semifinales de la Liga de Campeones. En el ámbito personal, el jugador hoy también podría quitarse esa espina que le quedó clavada tras su debut en la competición durante esa fase de grupos. Hoy es el día en el que el futbolista se reafirme como el jugador que ha demostrado ser en el transcurso de estos últimos meses.