Neymar da Silva Santos Jr, más conocido en el mundo del fútbol por Neymar Jr, encara la que será su tercera campaña en el FC Barcelona, al que llegó tras un problemático e irregular fichaje que aún está en los juzgados. Tras un primer año con más sombras que luces, el brasileño fue capital para conquistar el triplete y ahora aspira a más, a ser el mejor entre los mejores con permiso de su compañero y amigo Lionel.

El '11' azulgrana vivió, el pasado curso, su mejor año como futbolista profesional, tanto a nivel personal como colectivo. Máximo goleador de la Champions League y también de la Copa del Rey, pese a que en ambas competiciones empató con otros jugadores, y protagonismo principal, de estrella, en los partidos más importantes de la temporada.

El clásico, los cuartos, semis y final de la Champions, también en la competición copera, siempre estuvo presente el genio carioca para poner su sello particular. Si en Champions anotó diez goles, cinco de ellos al PSG y tres al Bayern, más el de la final contra la Juventus que cerró el título para los culés, en Copa del Rey no fue menos y anotó dos al Atlético en el Calderón y otros dos al Villarreal a domicilio en semifinales para cerrar la Copa con otro tanto en la final ante un Athletic Club que acabó desquiciado con él.

Calidad con denominación de origen

Neymar es rápido, eléctrico, habilidoso. Neymar es un malabarista con el balón pegado al pie. Su arrancada, tras gambetear al defensor en seco es primorosa, prácticamente imparable para cualquier zaguero que esté dispuesto a parar al astro carioca. Desde que empezó en las categorías inferiores del Santos, club que le ha formado y le ha dado un nombre en el mundo del fútbol, siempre ha deslumbrado y ha dejado patente las cualidades por las cuales el Barça pagó, en su momento, una cantidad que aún se desconoce.

Su uno contra uno es, quizá, el más espectacular en la actualidad dentro de la élite mundial. La forma que tiene de tirar amagos con bicicletas y fintas sin tocar apenas el cuero son de otro mundo. Detalles que demuestran el don que pocos futbolistas poseen, el don de desequilibrar en una baldosa a un rival. Esa cualidad que puede hacerte ganador de un simple partido o de hasta un Mundial. Un futbolista diferente, un futbolista especial.

Esa velocidad, esa magia que le hace diferente le ha causado también numerosos problemas y ha recibido demasiadas críticas por su excesivo juego individual. Y es que los cracks que destacan por esas habilidades tienden a tener esos defectos, ese abuso de su juego, de su capacidad. A los entrenadores quizás le moleste, al socio le puede llegar a irritar en algún momento pero al aficionado, da igual los colores que defienda, le encanta esa magia que desborda por los cuatro costados.

El público paga por ver a jugadores como él, a jugadores que te sorprenden, que te hacen levantarse del asiento en casi cada jugada en la que es protagonista. Esa cualidad que está al alcance de pocos jugadores, la de enganchar al aficionado al campo o a la tele sólo está al alcance de los auténticos magos del fútbol. Y Neymar es uno de ellos.

Ahora, Neymar tiene ante sí la oportunidad de demostrar al mundo entero que llegó para quedarse, que lo mostrado el pasado curso, con el 'triplete' de por medio, es solo el comienzo de una brillante e histórica carrera con el escudo del Barça bordado ahí, cerca del corazón.