Neymar y Messi revolucionan El Calderón

Un gol de Messi en el minuto 76 sirvió a los azulgrana para alzarse con los tres puntos en su visita al Vicente Calderón. Antes, Fernando Torres avanzó a los suyos después de un gran disparo aunque Neymar, con un magistral libre directo, empató el partido instantes después.

Neymar y Messi revolucionan El Calderón
Messi incendia el Vicente Calderón con una fantástica actuación (Foto:Jaime del Campo | VAVEL)
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Por Alex Rodriguez Sanchez

Leo Messi apareció en la segunda mitad para darle los tres puntos a su equipo en uno de los estadios más complicados de La Liga BBVA. El gol de Fernando Torres dio esperanzas a un Atlético que fue de menos a más. Neymar, con un gran golpeo de falta, equilibró el resultado a falta de media hora por disputarse. Con el partido roto en el centro del campo, surgió la figura de un pletórico Leo Messi para sumar una nueva victoria en el campeonato doméstico.

Colchoneros y azulgranas volverían a verse las caras en el Calderón. La pasada Liga, conquistada por los catalanes en el feudo rojiblanco, y las múltiples batallas libradas a lo largo del curso anterior hacían prever una lucha feroz en el Manzanares. Eso sí, tanto Luis Enrique como Simeone supieron apurar sus cartas hasta el último momento. La sorpresa era un factor importante para este partido y ambos entrenadores lo sabían.

Messi, al banquillo para empezar

Una de las cartas maestras que reservó Luis Enrique fue la de dejar al crack argentino en la banqueta. Con Rafinha en el once titular, el técnico asturiano optó por darle el puesto al jugador brasileño en detrimento del '10' azulgrana. Para sorpresa de muchos, incluso del propio Simeone, Messi volvía al banquillo después de completar los últimos 39 partidos seguidos, sin parar. Anoeta, ese lugar que abrió una herida difícil de cicatrizar en las oficinas culés, fue el partido que se perdió, de inicio, el de Rosario. Su reciente paternidad confirmó todos los presagios: Messi no completó ningún entrenamiento esta semana –se incorporó a la disciplina culé el viernes aunque no entrenó- y ese fue un motivo más que suficiente para que Luis Enrique lo dejará en el banquillo. El asturiano, eso sí, colocó a Ter Stegen en la portería, Sergi Roberto –recuperado de su lesión muscular- en el costado derecho y Vermaelen acompañando al argentino Mascherano. Neymar y Suárez cerrarían la línea atacante mientras que el famoso triangulo en el centro del campo, formado por Busquets, Iniesta y Rakitic, volvía a surgir.

Leo Messi volvía al banquillo después de disputar 39 partidos consecutivos (Foto: Jaime del Campo - VAVEL)

Por su parte, el Atlético saltó al Calderón con el mismo once que ensayó hace dos días, el técnico argentino. Griezmann y Torres serian los elegidos del Cholo para intentar superar el fortín azulgrana (ningún gol recibido en las dos primeras jornadas), dejando a Jackson Martinez y Vietto en el banquillo. El ex del Porto, Oliver Torres, y Koke reforzarían un centro del campo formado por Tiago y Gabi. Atrás, Juanfran, Giménez, Godín y Filipe Luis completarían una zaga custodiada por el esloveno Jan Oblak.

Monólogo azulgrana en los primeros 45 minutos

El equipo de Simeone salió al césped con un único objetivo: coger la espalda del Barcelona y aprovechar los despistes del cuadro catalán. Los pupilos del técnico argentino cumplieron a la perfección, en el primer tiempo, las órdenes de su entrenador. El Barcelona avanzaba a sus anchas por el terreno de juego sin encontrar oposición. Neymar, colocado en la banda izquierda, y Rafinha fueron un zumbido constante en la cabeza de los defensores rojiblancos. Con sus diagonales, y con la ayuda de Iniesta y Rakitic, los azulgrana creaban una superioridad en el centro del campo imposible de contrarestar. Tiago y Gabi lo pasaban mal, sobre todo porque no recibían las ayudas correspondientes de Koke y Óliver Torres.

Filipe Luis controla un balón bajo la atenta mirada de Sergi Roberto (Foto: Jaime del Campo - VAVEL)

Vermaelen, un nuevo contratiempo

Consumida ya la primera hora de juego, Thomas Vermaelen tuvo que abandonar el campo debido a unas molestias musculares en su pierna derecha. El francés Mathieu substituyó al central belga que, hasta la fecha, había jugado todos los minutos en Liga. Con el paso del tiempo, y sin crear demasiado peligro, el Barcelona tuvo una doble oportunidad para ponerse por delante en el marcador. Rakitic, primero, y Neymar, después, tuvieron en sus botas el primer tanto de la noche pero tanto la defensa colchonera como Oblak evitaron el peligro. El Atlético también avisó, pero fue por fallos puntuales de Mascherano. Dos errores del argentino estuvieron a punto de costarle un susto a los de Luis Enrique. Pero el marcador no se movió en la primera parte, dejando el empate provisional en el luminoso.

Del resurgir de Torres al golazo de Neymar

Con los mismos protagonistas sobre el terreno de juego, empezó una segunda mitad que fue muy diferente a la primera, tanto en intensidad como en ocasiones. Aún faltaban aficionados en sus asientos cuando Óliver estuvo a punto de poner el primero en el luminoso. El Atlético creaba más peligro en los primeros minutos de la segunda mitad que en todo el primer tiempo y eso el Barcelona lo acusaba. Fruto de esta intensidad, apareció un renacido Fernando Torres para marcarle a su víctima favorita y convertir el Calderón en una fiesta. Pero Neymar quería entrar, sin invitación, a este evento. El brasileño, con un magistral tiro libre, sacaba las telarañas de la portería de Oblak y silenciaba a esos pocos aficionados que, todavía, cantaban el gol de Torres. En cuestión de segundos, las gradas pasaron de la euforia al enmudecimiento.

Con Messi en el campo, se acabó la fiesta

El cronómetro iba avanzando y Luis Enrique consideró que había llegado el momento. Con el empate en el marcador y faltando media hora por delante, el asturiano decidió sacar a Messi para resolver el partido. Con el argentino en el campo, se acabaron las opciones del Atlético. Messi dejó unos pases entre líneas y unos regates que causaron el malestar y el asombro, repentino, de Simeone y de la zaga colchonera. Ni Godín, ni Giménez, ni Juanfran, ni Gabi. Nadie podía parar al de Rosario, que había entrado al campo enchufado desde el primer minuto. Gracias a una asistencia de Suárez, Messi pudo batir a Oblak y, de esta manera, ayudar a su equipo a remontar el partido. Después de unos extraños rebotes en las intimidades del área rojiblanca, el uruguayo cedía un balón al espacio para que Leo, ante la salida de Oblak, no se pusiera nervioso y enviase el esférico a las redes. Los aficionados ya no daban crédito a lo que estaban viendo; Messi llegó y se acabó la fiesta.

Aún tuvo el empate Godín en el último minuto, pero su posterior remate salió muy desviado. El Atlético aprovechó, a la perfección, la única clara ocasión que tuvo. El Barcelona perdonó más, pero dos apariciones espontáneas de sus figuras sirvieron para decantar la balanza. El talento individual azulgrana se impuso al plan de Simeone; Messi, de alguna manera, hundió ese plan.