Ante la baja ya conocida de Neymar y la de última hora de Messi, Suárez asumió los galones ofensivos que se reparten entre los tres cada partido. El uruguayo encontró un socio perfecto para la misión, Iniesta. Los dos guiaron a un Barça a medio gas que ya está en la final que le puede dar el quinto título de este año.

Primer gol clave

Los primeros 30 minutos de partido fueron muy trabados. La defensa china estuvo muy sólida y a los azulgrana les costaba mucho trenzar las jugadas, con lo que el juego estaba siendo muy pobre. Pero ante la falta de luz a la hora de buscar el pase correcto, los hombre de Luis Enrique tienen asimilado que también se puede probar desde fuera del área. Así llegó el gol de Rakitic ante el Deportivo, y el mismo protagonista lo volvió a probar, pero a diferencia del partido ante los gallegos, el gol llegó tras la colaboración del portero, que la dejó muerta con un mal rechace que aprovechó Suárez, en una jugada de puro instinto "killer", estando en el lugar exacto en el momento exacto.

Un gol que aportó tranquilidad y calma para los culés, que veían como antes del gol, el partido se les iba complicando y sabían que no podían fallar.

El pistolero Suárez

Sin Messi ni Neymar, el Barça se quedaba sin dos de sus principales fuentes de desequilibrio. El uruguayo se quedaba solo ante el Guangzhou, sin sus dos socios. Pero brilló, como lo lleva haciendo toda la temporada, con un hattrick que vale una final. Con sus tres goles igualó a Pelé como el jugador que ha hecho mas goles en un partido de mundialito, ahí es nada.

Suárez: 22 goles en 26 partidos esta temporada

El primero, un gol de puro 9, estando en el lugar ideal para empujar el regalo que le da el portero chino. El segundo un remate made in Suárez. Tras una asistencia sublime del manchego Iniesta la baja con el pecho y se saca una volea que se va directa a la escuadra y el tercero, de penalti, reabriendo el debate de quien debe ser el lanzador del equipo.

22 goles ya lleva esta temporada, goleador nato e imprescindible para el club.

La mano salvadora de Bravo 

Tras el gol el Barça se relajó, y eso lo supo aprovechar perfectamente el Guangzhou, que en los últimos 10 minutos de la primera parte y ya con el 1-0 en el marcador, concentró todas sus oportunidades. La más clara un centro que remató de cabeza Elkeson abajo ajustada al palo. Los jugadores chinos ya levantaban los brazos celebrando el gol del empate,  cuando apareció Bravo con una parada inverosímil que hizo que esas manos que alzaban los jugadores asiáticos en señal de celebración acabarán en su cabeza mostrando su asombro ante la parada del chileno. El empate hubiese hecho mucho daño. De paso mandó un recadito a aquellos que no les parecía bien que fuese él quien ocupara los tres palos de la portería azulgrana y no Ter Stegen, portero titular en Champions y título que permite al Barça jugar este torneo.

Incombustible Iniesta

No fue ninguna sorpresa que Iniesta volviera a estar a un nivel espectacular. Es el guía de este Barça y el desborde lo puso él con sus pases y regates. El único recorte que ayer no le salió fue el de su pelo. Ese estilo "mohicano" no va con su delicadeza a la hora de jugar.  Magnífica asistencia para el gol de Suárez que supuso la tranquilidad. El manchego sigue siendo amo y señor del mediocentro culé.

Ya hay una campaña para que Bravo también juegue la final

River ya espera en la final de este domingo, con muchas ganas de enfrentarse al Barça, y si el conjunto catalán quiere llevarse este quinto título del año, tendrá que emplearse al 100% y con la motivación al máximo. Estaremos pendientes de la evolución de Neymar y Messi cuya presencia en el once sería una gran noticia para los intereses azulgranas.