Luis Enrique se verá las caras este fin de semana, contra el que seguramente y a nivel estadístico, es uno de sus rivales favoritos como entrenador. Cierto es que tan sólo ha disputado 5 partidos contra los colchoneros, pero todos ellos los puede contar por victorias. Además, el Barça fue el verdugo de los de Madrid en la anterior edición de la Copa del Rey, con un frenético partido de vuelta, en el Vicente Calderón y le devolvió el golpe moral asestado por los colchoneros la temporada pasada, cuando se proclamaron campeones de Liga en el feudo azulgrana.
El nacimiento de la MSN
Un nacimiento que evidentemente es metafórico, ya que los tres llevaban jugando juntos desde hacía ya un par de meses, pero todavía no se les había visto tal compenetración. El Barça venía de la debacle en Anoeta y necesitaba los tres puntos si quería seguir al pie del cañón en la clasificación. Un ambiente turbio y enrarecido planeaba sobre el Camp Nou, después de la destitución de Zubizarreta y la marcha de Carles Puyol de su puesto de ayudante de la secretaria técnica. Luis Enrique se encontraba en el alambre y el rival que visitaba Barcelona era en ese momento, el actual campeón de Liga, empatando el último partido de la pasada campaña y que les daba el título, precisamente en el Camp Nou.
Pero se vio un Barça totalmente diferente. El mejor Barça hasta esas alturas de la temporada, apareció para acabar con las esperanzas de los colchoneros de llevarse los tres puntos ante tal panorama culé. Un equipo que por fin estuvo liderado por la MSN, autora de los 3 goles, uno de cada uno de los integrantes, y sobre todo por Messi, en un partido capital del argentino, que dio los dos primeros goles y remató el partido marcando el definitivo 3-1, cuando el Atlético más estaba apretando para empatar.
Messi marcó al Atlético después de 8 partidos seguidos sin hacerlo
Un gol que dejó una imagen para la historia con los tres delanteros abrazados corriendo hacia el banderín de córner. Sin duda, una imagen que marca el comienzo del mejor tridente de la historia reciente y seguramente el punto de inflexión en la temporada que acabaría en Berlín, alzando la quinta Champions.
Golpe de autoridad en la Copa del Rey
El sorteo deparó una auténtica eliminatoria de Copa del Rey. Atlético de Madrid y Barça se volvían a ver las caras apenas un par de semanas después del partidazo en el Camp Nou. Era la eliminatoria de cuartos y el partido fue totalmente diferente al liguero.
Las oportunidades que creó el Barça durante todo el partido fueron bastante claras, pero la eficacia de cara puerta fue nula. Un Atlético que se plantó atrás y que buscaba el contraataque, generó poco peligro, sobre todo en la segunda parte, ya que consideraban el 0-0 que imperaba en el marcador como bueno. Lo que no esperaban los colchoneros era un penalti en el minuto 85 de partido. Sirve una falta Messi, muy mal picada, rasa, que rebota en la barrera de jugadores colchoneros, rebote que acaba en los pies de Busquets que es claramente derribado en el área y el árbitro no duda en señalar la pena máxima.
Messi heló a todo el estadio cuando su penalti se estrelló contra la mano derecha de Oblak, con la mala suerte para el portero eslovaco, que el rechace cayó a los pies del astro argentino, que esta vez sólo la tuvo que empujar a puerta vacía. El auténtico muro que el portero del Atlético había estado durante todo el partido, se veía tumbado por un mal rechace de un penalti fallado. Resumen de mala suerte, que el Barça había tenido durante toda la noche de cara a puerta. 1-0 y el Barça visitaría el Calderón con una ligera ventaja.
Ligera porque los colchoneros no tardaron ni un minuto en igualarla, ante la incredulidad de su afición que se venía abajo con el gol. Empanada monumental de la defensa azulgrana, con un fallo grave en la salida del balón de Mascherano y Torres ponía el 1-0 a los 38 segundos. Torres, el niño pródigo colchonero, que volvía tras su aventura por Inglaterra y su corta estancia en el Milan, marcaba su primer gol en su segunda etapa en Madrid, ante uno de sus rivales favoritos. El Calderón se caía.
Pero el Barça, lejos de perder los papeles ante tal tempranero traspié, se dedicó a intentar calmar la situación y esperar la oportunidad perfecta para volver a mandar en la eliminatoria. Y de nuevo la MSN apuntaló a los rojiblancos. Una genial maniobra de Messi, justo en la línea de banda, le permitió regatear a Mario Suárez, que todavía sigue buscando por donde le salió el argentino, y poner un balón al charrúa, Luis Suárez que casi sin mirar se la puso a Neymar en un pase que lo dejó solo des del medio del campo ante Oblak, y el brasileño no falló. El Barça empataba y pocos minutos después remontaba con un gol en propia meta de Miranda, a la salida de un córner culé.
Pero los de Simeone se caracterizan por ser guerreros que luchan hasta el final y pese a que necesitaban 3 goles para eliminar a los azulgranas siguieron intentándolo. El premio les llegó en forma de penalti, muy dudoso ya que parece que Mascherano derribe a Juanfran fuera del área. El gol los volvía a poner en el partido pero nada más lejos de la realidad. De otro posible penalti por manos de Alba dentro del área, pasamos al 2-3 favorable a los azulgranas en un genial contraataque que remata Neymar para hacer su doblete y acabando de desquiciar a la grada.
Una primera parte de infarto que certificó el pase a semis de la Copa para el equipo de Luis Enrique. El Barça enseñaba al mundo su gran poderío ofensivo, y una gran capacidad de reacción ante las adversidades.
Campeones de Liga con venganza
La vida da oportunidades de venganza que no se pueden desaprovechar, y el destino quiso que el Barça tuviese su primer match ball para cerrar la Liga en el Calderón, justo 1 año después de que el propio Atlético de Madrid se proclamase campeón de Liga en el Camp Nou, empatando heroicamente en tierras barcelonesas en la última jornada de la Liga BBVA.
El Barça se pudo sacar la espina clavada de la Liga pasada.
Un partido trabado, donde lo quería el Atlético, que se estaba jugando entrar de forma directa a la presente Champions League. 0-0 en un partido muy parecido al que se había visto en Copa del Rey en el Camp Nou. Pero las leyendas son leyendas porque deciden partidos, deciden títulos, y los deciden de forma grande. Leo Messi es una leyenda, y el gol que marcó lo muestra. Balón que recibe en la frontal, se hace a 3 jugadores rojiblancos con una elevación de balón sutil para superar al último y colocarle el balón lejos del alcance a Oblak. Todo esto en menos de 10 metros. Desde la frontal del área hasta el punto de penalti. Simplemente genial. Simplemente Leo Messi.
Victoria, tres puntos, y campeones de Liga. Era el primer título de la era Luis Enrique. El preludio del triplete, y además, el desquite de una espina clavada durante un año.
3 puntos de suma importancia
El Barça visitó el Calderón al principio de temporada y con un equipo que todavía estaba en rodaje. Messi empezó ese partido des del banquillo, acababa de ser padre y venía de jugar con la selección. 1-0 perdiendo a la media parte y la MSN tuvo que volver a salir al rescate. Si no está Messi las faltas las pica Neymar, y como las pica el brasileño!. Un auténtico trallazo por toda la escuadra puso el empate y el freno a un Atlético de Madrid que se veía ya con los tres puntos. Pero no fue hasta la salida de Messi que el Barça empezó a carburar. Al equipo le faltaba la genialidad que siempre saca el argentino, y de nuevo ajustició. Un tuya mía entre Busquets, Suárez y el propio Messi, dentro del área, que finaliza de manera maravillosa, con el exterior del pie izquierdo, poniendo el 1-2 y volviendo a llevar los 3 puntos para Barcelona.
Ligas como la de este año, le dan un valor todavía más importante a las victorias en los campos de los candidatos al campeonato. Así lo hizo el Barça ganando tanto en el Calderón como en el Bernabéu y son ahora estos dos equipos los que se tienen que venir a jugarse la Liga en el Camp Nou, empezando por el Atlético este fin de semana. 5 partidos, 5 grandes victorias, cada una con su valor especial. La de este fin de semana también puede ser clave, ya que dejar a los rojiblancos a 4 puntos y con un partido menos, sería un golpe sobre la mesa importante, que allanaría el camino de la Liga y descargaría de excessiva presión al apretado calendario liguero que tienen los culés. Veremos si Luis Enrique sigue con su triunfal racha ante el equipo de Simeone.