El Barça recibe esta noche al equipo de Gary Neville. Los ches están atravesando una temporada para olvidar, llevan 10 jornadas ligueras consecutivas sin conocer la victoria, y la Copa puede ser el título que salve la campaña, y el puesto de Neville como entrenador. Los azulgrana por su lado, intentarán llegar a la final para poder defender el título que ganó la temporada pasada, y dar un paso más hacia la repetición de la histórica campaña anterior.
El Camp Nou para sentenciar la eliminatoria
Dicen que la ida en casa en una desventaja en una eliminatoria a dos partidos, ya que irse a jugar la eliminatoria al campo de tu rival es muy complicado. Por eso el Barça tiene la oportunidad de dejar resuelta la eliminatoria en casa, ante un Valencia que llega herido después de su dolorosa derrota en casa ante el Sporting.
Los culés no fallan en su feudo, y coger una buena renta para no tener que irse a jugarse las castañas en Mestalla, campo que siempre es una olla a presión, y que pese al mal momento de forma de los valencianistas el Barça no paso del empate en su visita en el campeonato liguero, resultaría clave para las aspiraciones azulgranas de pasar la eliminatoria y plantarse en otra final.
Luis Enrique no ha perdido ninguna eliminatoria como entrenador del Barça
De hecho será la segunda vez que el Barça juegue la ida de una eliminatoria de Copa primero en casa, esta temporada. Lo hizo ante el Espanyol y el 4-1 que el equipo de Luis Enrique le endosó a los pericos dejó la eliminatoria vista para sentencia. Ejemplo a seguir para el partido de hoy.
Un rival en horas bajas
El Valencia está desconocido. El cambio entre esta temporada y la pasada es tan grande como la mala racha que pasa el equipo che esta temporada en la Liga BBVA. Se ha pasado de ver a un equipo que enganchaba a la gente, que vitoreaba a los jugadores a la salida, y que se clasificaba para la Champions el año pasado, a un Valencia apagado, negado de cara a puerta, vulnerable en casa, pitado, y con episodios tan lamentables como la afición esperando la salida de los jugadores para insultarlos.
La Copa es la única forma de calmar a unos hinchas encendidos que no permitirán que la eliminatoria llegue cerrada a Mestalla. El objetivo del Valencia debe ser el de salir vivos del Camp Nou para poder plantar cara en su campo ante su afición. Llegar a la final calmaría las revueltas aguas valencianas, que pueden acabar llevándose más de una cabeza por delante. Por lo tanto, el Barça no se debe dejar engañar ante un rival que siempre es incómodo y que ante los grandes da su mejor versión, como se ha podido ver ante Barça y Madrid en Liga.
Buscar la mejoría del juego culé
Es evidente que la calidad del juego que ha estado ofreciendo el Barça en estas dos últimas semanas es bastante pobre comparándolo con el que se ha podido ver en momentos pasados de la temporada. La primera parte de Málaga, la primera parte ante el Athletic y el partido en general ante el Atlético de Madrid dejaron mucho que desear. El equipo ha pegado un bajón físico importante y la acumulación de partidos empieza a pesar en las piernas de los jugadores. Lo positivo reside en que pese esta caída de juego, el Barça sigue ganando los partidos.
El Barça lleva dos partidos consecutivos empezando por detrás en el marcador. En los dos ha remontado.
El exigente calendario, además, no permite a Luis Enrique hacer todas las rotaciones que le gustaría y todo apunta a que ante el Valencia jugarán casi todos los que se enfrentaron al Atlético, en el duro partido del sábado pasado. Incluido Messi, que se ha recuperado de la criminal entrada que recibió de parte de Filipe Luis.
Habrá que ver si se puede volver a ver la mejor versión de los hombres de Luis Enrique, muy necesaria si se quiere pasar la eliminatoria, o por si el contrario, el equipo continúa con su bajón de juego pero siendo capaz de sacar los partidos adelante.
Muchos alicientes, algunos que le quieren añadir morbo al partido, como el recibimiento que tendrá Cherysev, nuevo jugador del Valencia y que provocó la eliminación del Madrid del torneo de Copa con su alineación indebida, por parte de la afición del Camp Nou, en un auténtico partidazo de fútbol donde la aspiraciones azulgranas de alcanzar su segunda final consecutiva de dicho torneo, pasan por ganar el partido de mañana, y si lo pueden sentenciar, mejor.