El Barça está intratable en este 2016. Este domingo, una nueva victoria, esta vez ante el Hércules, uno de los rivales más fuertes de la competición y rival directo del filial para conquistar los puestos de playoff de ascenso a Segunda División. Un 0-2 muy meritorio y trabajado desde la intensidad que permite el filial encadenar su quinta victoria consecutiva.
Una buena defensa es un buen ataque
Si se mantienes la portería a cero, no vas a perder el partido. Es una obviedad de tales dimensiones y que el filial está aplicando desde que ha iniciado 2016. Desde el gol encajado en el empate a uno ante el Cornellà, en el primer partido del año, el filial culé no ha vuelto a recibir ni un solo gol.
Gran parte del mérito de este hecho es el gran estado de forma en el que se encuentra el portero azulgrana, Adrià Ortolà. Si ya estaba siendo de los pocos jugadores que se salvaban de la quema de la horrorosa primera vuelta hecha por el Barça B, su momento futbolístico es pletórico. Lleva 450 minutos sin encajar, y siempre protagonizando paradas de gran importancia, como las dos de este domingo, salvando al equipo por partida doble antes del descanso.
Otro de los motivos es el retroceso de la posición de Gumbau hasta el eje de la defensa. La pareja que hace con Tarín está dando un gran rendimiento. La aportación en la salida del balón que aporta Gumbau de su experiencia en el mediocentro defensivo, se está convirtiendo en vital para dar un inicio de jugada acertada.
Soñar con los playoff
Si alguien llega a decir que el filial tendría opciones de llegar a los playoff de ascenso, hace menos de dos meses cuando estaba hundido en la clasificación, después de hacer una primera vuelta de la Liga muy irregular, lo hubiesen tratado de loco. Una locura que se está cumpliendo.
El Barça B lleva 450 minutos con la portería a cero
En una Liga como la Segunda División B, una racha de victoria te puede catapultar en la clasificación, ya que los equipos suelen ser muy irregulares. El Barça está en estos momentos a 8 puntos de la cuarta plaza, la ultima que da acceso a los playoff. Son bastantes puntos, pero que viendo el estado de forma azulgrana son más que factibles de remontar. Ayer se vio en el estadio Rico Pérez. El Barça dio un golpe sobre la mesa en un campo difícil y ante un equipo muy fuerte que también va a estar ahí arriba en la pugna, y consiguió recortarles 3 puntos muy importantes.
Lo mejor de todo es que se ha pasado de mirar a cuántos puntos de la salvación estaba el equipo, a ni siquiera mirar a cuantos puntos está el filial por encima de la zona caliente de la posición. Salvo una nueva debacle como la sufrida en la primera vuelta, el equipo puede estar tranquilo, ya que está 10 puntos por encima del descenso. Quitado el peso de encima, a seguir mirando hacia arriba.
La importancia de la intensidad
La primera parte del partido de ayer estuvo marcada por la gran intensidad de los dos equipos. Parece ya una línea marcada en los últimos partidos. La intensidad con la que afronta los encuentros el filial es totalmente diferente a la vista hasta justo antes de iniciar la racha. Con una base defensiva muy sólida, y una forma de jugar cada vez más asumida, les permite salir a la presión cada vez con más acierto y provocar errores defensivos en el contrario que generan grandes ocasiones de gol.
Una intensidad que bajó de nivel a medida que también bajaba el físico, y que con la expulsión de Tarín, también quedó perjudicada, Pero el filial tampoco la abandonó y resistió las embestidas finales del conjunto local.
5 victorias consecutivas del filial
La semana que viene, el Barça B recibirá en el Mini al Atlético Levante, en un partido de dos equipos con aspiraciones diferentes y con una dinámica totalmente opuesta. Mientras el filial buscará sumar de nuevo tres puntos para seguir con su lucha de recortar puntos con los de arriba, el Levante buscará una victoria que no consigue desde hace varias jornadas e intentar salir de la zona de descenso, cosa difícil si tenemos en cuenta el gran momento de forma del filial, un equipo que en estos momentos no hay quien lo pare.