Goleada trabajada en Butarque

El Barça tuvo que picar piedra, sobretodo en la primera parte, para conseguir golear a un Leganés valiente que quiso poner en apuros al equipo de Luis Enrique. La inspiración del tridente, una vez más, fue letal.

Goleada trabajada en Butarque
Foto: Gema Gil - VAVEL
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Por Joan Coll

El partido se presentaba con unos objetivos muy distantes entre los dos equipos. El Leganés recibía la visita del Barça con nada que perder, sabiendo que cualquier resultado que no fuera la derrota sería realizar una proeza. El conjunto culé, por su parte, venía a Butarque con la exigencia de no poder permitirse otro tropiezo como el del Camp Nou ante el Alavés.

Las alineaciones de ambas plantillas sorprendieron, aunque con mayor medida la del conjunto catalán. El Leganés salió de entrada con cinco cambios respecto al once titular que dispuso Asier Garitano ante el Sporting en la pasada jornada liguera. Luis Enrique, por otro lado, revolucionó el equipo con un once atípico. Sin lateral derecho, con Aleix fuera de la convocatoria y Sergi Roberto en el banquillo, la opción del 3-4-3 parecía la más lógica.

El partido tuvo varias fases, con un comienzo en el que el Leganés no dejaba maniobrar con comodidad a la sala de máquinas culé. A medida que se ha ido desarrollando el partido, el Barça ha encontrado en el tridente su baza atacante, jugando con mucha verticalidad y haciendo transiciones ofensivas muy rápidas. Al final, el acierto de los atacantes azulgranas ha desmontado al Leganés.

Un inicio abrumador

Luis Enrique ya lo avisó en rueda de prensa. Dijo que se esperaba un rival valiente, un equipo trabajado, sin miedo alguno. Y así ha sido. El conjunto de Asier Garitano no ha salido a verlas venir en absoluto. Desde que el colegiado ha señalado el inicio del encuentro, los jugadores blanquiazules han ido a morder al Barça, yéndoles a buscar arriba con una presión asfixiante que dificultaba y mucho la salida de balón azulgrana.

Los hombres del Camp Nou, visiblemente incómodos en el terreno de juego, achicaban los balones de cualquier manera, regalando así la posesión a un Leganés crecido. La situación del partido hacía vibrar a un Butarque que apretaba desde la grada para ser el llamado jugador número doce. No paraban de vitorear y animar a sus hombres.

Butarque fue una olla a presión, sobre todo en los primeros minutos del encuentro. | Foto: Gema Gil - VAVEL
Butarque fue una olla a presión, sobre todo en los primeros minutos del encuentro. | Foto: Gema Gil - VAVEL

Sin embargo, si algo tiene el equipo de Luis Enrique son soluciones para cualquier situación. El contraataque se convirtió en su arma más recurrida en este primer cuarto de hora de partido. Cuando algún balón llegaba al tridente, estos volaban sobre el verde césped con dirección a la portería de Serantes. No obstante, costaba encontrar la precisión necesaria para inaugurar el marcador. Hasta que llegó el minuto 15.

Gol de Messi, abierta la veda

Aunque la presión del Leganés estaba dando sus frutos, representados en pérdidas de balón e imprecisiones de unos jugadores azulgranas, por momentos, desorientados, era el conjunto culé el que daba más sensación de peligro cuando conseguía salir con el balón controlado. Esta sensación de peligro aumentó y se transformó en el primer gol del duelo. Tras una jugada de potencia y músculo de Suárez por la banda derecha, el uruguayo envió un pase raso dentro del área que Messi resolvió para poner el 0-1 en el luminoso.

Este gol cambió el encuentro. El Leganés ya no empujaba con el mismo ímpetu que en los primeros compases del partido y el Barça empezaba a encontrarse más cómodo. La comodidad se evidenció pasada la media hora de juego, cuando Messi cazó un error en el pase de la defensa rival en tres cuartos de campo, avanzó hasta adentrarse en el área y regaló el segundo gol culé a su amigo Suárez, intercambiándose así los papeles del primer tanto.

Los jugadores azulgranas celebrando el segundo gol, obra de Suárez | Foto: Gema Gil - VAVEL
Los jugadores azulgranas celebrando el segundo gol, obra de Suárez | Foto: Gema Gil - VAVEL

El conjunto de Butarque, a pesar del 0-2, no cambiaba su manera de jugar. Su presión arriba seguía, aunque el Barça ya encontraba soluciones más fáciles para dar salida al balón, y después los espacios eran letales para los jugadores azulgranas. En el minuto 43, Suárez tiró un desmarque a la adelantada defensa contraria, desmarque que Messi vio y mandó un balón perfecto para que el uruguayo dejara en bandeja el gol a Neymar, que firmó el tanto a portería vacía. Tras un par de minutos intrascendentes, el partido se marchaba al descanso con un imponente 0-3 en el marcador.

Mismo guión

Después del entretiempo, los dos equipos no variaron sus planteamientos iniciales. El Leganés intentaba seguir apretando a la línea defensiva culé, aunque el derroche físico realizado en los primeros 45 minutos les empezaba a pasar factura. Un tímido disparo de Koné fue la máxima sensación de peligro que dio el conjunto dirigido por Asier Garitano durante estos compases.

El Barça, por su parte, seguía a lo suyo. Aún más cómodo si cabe, los integrantes del equipo catalán combinaban con mucha rapidez y aprovechaban los espacios que concedía la defensa rival. En el minuto 55, una internada de Neymar por la banda izquierda, muy activo en el partido, acabó con un penalti provocado por Bustinza que agarró el brazo del brasileño impidiendo que este rematara con comodidad. La pena máxima la transformó Messi firmando así su segundo gol del día y el cuarto del Barça.

Diez minutos más tarde, y tras algunos cambios en los dos equipos, llegó la manita culé. Rafinha se hizo con un balón en la esquina derecha del ataque azulgrana, recortó hacia dentro y lanzó un disparo colocado a la escuadra izquierda de la portería de Serantes. Un golazo para reivindicar su titularidad en el partido y acabar de sentenciar, si no lo estaba ya, el mismo.

Neymar estuvo muy activo durante los 90 minutos. | Foto: Gema Gil - VAVEL
Neymar estuvo muy activo durante los 90 minutos. | Foto: Gema Gil - VAVEL

Gol del honor y final

El duelo entró en una fase un tanto extraña. El marcador era muy abultado, prácticamente imposible de remontar por parte del Leganés, pero aún quedaban más de veinte minutos de partido. La intensidad del encuentro parecía bajar tras los cambios realizados por los dos entrenadores, ya pensando en el próximo partido. Pero nada más lejos de la realidad, aún restaban muchas cosas por ver.

El Leganés buscaba el llamado gol del honor para dar una alegría a su afición y no volver a casa con el marcador a cero. El Barça, por su parte, intentaba dormir el partido para llevarlo a su fin y, si se daba la ocasión, marcar el sexto gol. Los más insistentes fueron Neymar y un Alcácer que quería estrenarse como goleador azulgrana. Esta insistencia del brasileño, acompañada por algunas filigranas típicas del delantero culé, empezaban a desquiciar a los jugadores del Leganés, que se empleaban con dureza. Esto calentó y ensució un poco el final de un duelo sentenciado.

Finalmente, a falta de diez minutos para el término del partido, el Leganés obtuvo su merecido premio. Arda realizó una falta muy peligrosa en la frontal del área de Ter Stegen, que se había empleado más con los pies que con las manos. Gabriel fue el encargado de lanzar la falta, que se coló en la red del arco culé tras un gran golpeo de balón del brasileño, que celebró con rabia el gol.

Preciso instante en el que el balón de Gabriel se cuela dentro de la portería de Ter Stegen. | Foto: Gema Gil - VAVEL
Preciso instante en el que el balón de Gabriel se cuela dentro de la portería de Ter Stegen. | Foto: Gema Gil - VAVEL

Los minutos de después no tuvieron ninguna trascendencia en el devenir del partido, y el colegiado señaló el final del partido tras añadir dos minutos al tiempo reglamentario. El Leganés sigue, por tanto, con cuatro puntos en cuatro partidos, y el Barça suma su noveno punto en este inicio de Liga.

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Sobre el autor
Joan Coll
Menorquín de 20 años. Futuro licenciado en Comunicación cultural por la Universidad de Girona. Jugador de baloncesto en mis tiempos libres, apasionado del fútbol y del Barça gracias a mi abuelo. Antes de morir tengo que ir a Anfield.