“Arranca la Liga del Getafe”, “el pesimismo es muy grande, el Getafe sólo ha perdido contra los grandes”. Estas son las palabras más repetidas por la afición azulona. Palabras que han intentado transmitir a los jugadores a través de redes sociales, foros, y demás puntos de encuentro virtuales para intentar alentar a los suyos. Pero ni por esas. Partido malo el visto hoy en Cornellá, con una notable mejoría embarrada por el mal juego también del equipo local.
La primera parte ha sido uno de esos periodos de 45 minutos que no serán grabados para los posteridad del fútbol. Tanto Espanyol como Getafe han demostrado el porqué de sus posiciones actuales en la tabla. Tan sólo dos disparos, uno de Sergio García que ha despejado con maestría Guaita y otro de Sarabia al final del primer round que blocó Casilla, fue lo más peligroso de ambas escuadras.
Y es que este Getafe no ha sido el que se vio frente al Valencia, ni mucho menos. Pero es que tampoco eran los chés los que estaban delante. Un equipo muy similar (con un matiz importante bien diferenciado) como es el Espanyol, que juega exactamente a lo mismo que los de Contra, que le cuesta hilvanar juego, que le cuesta generar ocasiones, ha igualado la contienda y ha dado una sensación de leve mejoría después del despropósito del lunes. ¿O quizás ésto es aún peor?
En la segunda parte se han visto los mejores 20 minutos de un Getafe que con Yoda a la cabeza y varias ocasiones del francés que Casilla o la defensa perica ha despejado. Un arreón que ha durado eso, 20 minutos. Y hasta ahí llegó el Getafe. Y es el turno de la diferencia. Mientras Cosmin Contra ha alineado once jugadores entre los cuales no había un sólo delantero nato, Sergio González tenía en el campo dos hombres con gol como son Stuani y Sergio García. Y con eso, se acabó todo.
20 minutos, 21 si nos fijamos en el acta, ha durado la alegría en el juego azulón. Juan Rodríguez y la defensa se desentendían de la marca de Sergio García y el delantero catalán, el hombre con olfato, con dardos de gol, no perdonó. El fantasma de la defensa, que comienza a hacerse de piedra, una losa difícil de levantar, vuelve a condenar al Getafe.
Contra metió en el terreno de juego a un punta, Babá Diawara. Y, para desesperación de la afición, un “arriesgado” movimiento de laterales. Y con eso, hasta el final. Sigue quedando demostrado que a los azulones les cuesta un mundo remar a contracorriente. Toda esa alegría del comienzo de la segunda parte se esfumó y simplemente volvieron las sombras de las cuatro jornadas anteriores.
Ya en el 83, el uruguayo Stuani, otra de las diferencias entre ambas plantillas, ponía la sentencia con otro tanto, con otra nueva caraja defensiva y que sigue dejando al Getafe muy expuesto al sufrimiento toda la temporada si no mejora en ese aspecto. Los de Contra echaron los brazos, esperaron al final, y ya viajan a Getafe para preparar el encuentro frente al Málaga en el Coliseum el domingo a las 12:00.
Y es que el Espanyol ha encontrado en los madrileños la medicina perfecta para sanar esos doce encuentros sin ganar acumulados en el final de la temporada pasada y el inicio de la 2014/2015. El mejor tratamiento, hoy en día, es jugar contra el Getafe. Habrá que observar si los boquerones son el alimento que necesita el ‘Geta’ para resucitar.
Foto del cuerpo 1: Eursport.es
Foto del cuerpo 2: sumadiario.com