El pasado domingo, el Getafe B perdía un partido por primera vez en su feudo esta temporada. Lo hacía frente a la Real Sociedad B, en un partido en el que, sin duda alguna, la suerte no estaba del lado azulón. Como si todo lo que pudiese salir mal, fuese a hacerlo, el filial no consiguió sacar ventaja de la superioridad numérica de la que gozó desde el minuto 21, además del gol en propia puerta que recibiría al filo del descanso. Tres puntos perdidos y un Getafe B que se mostraba más que perdido.

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Esta agria sensación que dejaba la última jornada no tiene nada que ver con lo bien que pintaba todo apenas unas pocas semanas atrás. De los cuatro primeros partidos jugados en la Ciudad Deportiva del Getafe CF, el filial azulón ganaba dos de ellos y empataba los otros dos. El conjunto getafense daba la campanada en el grupo II de la categoría de bronce del futbol español situándose en puestos de playoff al término de la séptima jornada.

El primer partido de la temporada se disputó en casa frente al UD Socuéllamos, el encuentro terminó en empate (2-2, Mikel Orbegozo y Astray) pero dejando buenas sensaciones por parte de los jugadores de Pablo Franco. En la segunda jornada, lo que se presumía que sería un encuentro difícil en el Alfredo Di Stéfano, acabó con victoria para el Getafe B por 1-2 (Edu Payá y Astray) frente al Real Madrid Castilla.

Nuevo partido en casa para la tercera jornada y repitiendo contra un filial. Tras el encuentro anterior, la afición azulona estaba ilusionada y confiaba en sus jugadores. Así, el conjunto getafense no decepcionó y venció por dos goles a cero (Pere Milla y Mikel Orbegozo) al Rayo Vallecano B.

La primera derrota llegó en la Jornada IV

Y llegó la cuarta jornada y con ella la primera derrota. El viaje a Las Palmas no trajo consigo ni los tres puntos, ni ninguna dicha. El Getafe B luchó por la victoria, pero finalmente fueron los canarios quienes se llevaron el triunfo (3-2, Ivi y Ayina). Se volvió a casa y se empató frente al Conquense por 2-2 (Pere Milla y Mikel Orbegozo). Tras esto, el filial encadenó dos victorias, una a domicilio frente al Tudelano (0-1, Ivi) y otra en la Ciudad Deportiva (1-0, Emi) frente al Real Unión Club.

Y entonces, la buena racha se rompía y lo hacía en Sestao. Un duro partido en el que cuerpo técnico y jugadores coincidían en que el filial azulón mereció mucho más pero que acabó con una victoria de los vascos por la mínima y un Getafe B frustrado de vuelta a casa. Y esta ruptura con la suerte no haría más que confirmarla la Real Sociedad B en la novena jornada.

Los de Pablo Franco: cambios

Como en todos los filiales, la renovación y los cambios en la plantilla son lo más normal de cara a una nueva temporada. Incluso el actual entrenador del Getafe B, Pablo Franco, llegaba este verano tras la salida de Manuel Jimeno. Tanto las nuevas incorporaciones como los que ya estaban parecen haber formado un buen grupo rápidamente y el equipo ha funcionado de forma adecuada.

Pero una vez que tienes una plantilla confeccionada, estos no son los únicos cambios a los que se enfrenta. El once. Hay que elaborar el correcto. Y esa tarea recae sobre el míster. Pablo Franco parece que ya tiene predilectos.

En la portería, Javier Olmedo lo ha jugado todo.

La incógnita por resolver: ¿Robin o Vigaray?

La defensa ha sido quizás lo que más ha variado en estos nueve encuentros disputados. Edu Payá y José Carlos parecen tener la propiedad de los laterales, pero cuando hablamos del centro de la zaga hay mucho que comentar. Alberto Carbonell, salvo en la primera jornada por un problema de ficha, ha sido titular en todos los partidos, aunque no siempre ha jugado los 90 minutos. Y no he aquí el enigma sino en el puesto que falta en esta defensa de cuatro. ¿Vigaray o Robin? Por circunstancias ajenas a la decisión técnica, no entraron juntos en convocatoria hasta la séptima jornada. Así, en las dos primeras jornadas en las que Vigaray fue con el primer equipo, Robin ocupó el centro de la defensa, pero cayó lesionado ante el Real Madrid Castilla y para el tercer encuentro de liga, Vigaray ya estaba disponible para Pablo Franco. Cuando Robin se recuperó, Vigaray cumplía castigo tras ver la tarjeta roja frente al Conquense. Así que no se cruzaron hasta la jornada 7, en la que casualmente José Carlos estaba lesionado y Vigaray ocupó el lateral. Cuando al fin Pablo Franco dispuso de todos sus elegidos fue en la octava jornada frente al Sestao y Robin se impuso, quedando Vigaray en el banquillo para salir en el 83' sustituyendo al francés. Nuevamente en la jornada 9, salieron ambos de titulares; Vigaray repitió como lateral por la ausencia de Edu Payá, al que Cosmin Contra había llamado para el entrenamiento con el primer equipo.

El centro del campo no admite muchas discusiones, el capitán Álex Felip y Pedro Astray son fijos, solo el segundo ha faltado en un once y ha sido por sanción. Aunque no siempre juegan los 90 minutos. M'Baka o John Pirez son algunos de los nombres que han entrado a sustituirles.

Hay algo que ha destacado a este equipo y es que, salvo en las dos últimas jornadas, la portería rival no ha conseguido terminar a cero. Esto es, en su mayor parte, debido a la intensidad de la delantera azulona. Ivi, Emi y Pere Milla con Mikel Orbegozo como último hombre de ataque forman la combinación más repetida en el once. Acompañados o sustituidos en algunas ocasiones por Hugo, Ayina o Nando Copete.

La caída del fortín

Ahora bien, parece que toda esta combinación de nombres y posiciones funcionaba hasta hace apenas dos jornadas. ¿Qué ha pasado para que no sea así?

La derrota frente al Sestao River no fue tan relevante como la recibida frente a la Real Sociedad B a pesar de que la ventaja en el marcador fuese la misma. Esto se debe a que fuera de casa no era la primera vez que se perdía un partido. Sin embargo, Getafe parecía haberse convertido en un gran fortín. Imbatible, invencible, inexpugnable. Pero el filial txuri-urdin hizo que tanto equipo como afición se diera de bruces contra la realidad. El Getafe B había comenzado la temporada con el objetivo de salvar la categoría, no de estar arriba.

El destino parecía estar ya escrito para el filial azulón

Un aciago partido en el que la suerte parecía no querer sonreír de ninguna manera al filial azulón. Algo que había caracterizado en las jornadas anteriores a este Getafe B había sido la intensidad y la garra que mostraban sus jugadores sobre el campo, pero estas cualidades parecían haberse desvanecido. Ni con un jugador menos del rival sobre el campo durante setenta minutos pudo el conjunto dirigido por Pablo Franco siquiera cosechar un empate. El hado se había impuesto. Y para mayor escarnio, el gol llegaba al filo del descanso y en propia puerta.

Ahora no queda otra que resurgir de las cenizas y volver a ser el equipo de las primeras jornadas para conseguir la victoria frente al UD Guadalajara en el partido perteneciente a la décima jornada, que se disputará el domingo 26 de octubre, a las 12:00h en el Pedro Escartín.