Jean-Sylvain Babin se ha convertido en indiscutible en las alineaciones de Joaquín Caparrós, y es que no se ha perdido ni un sólo minuto desde que arrancó la Liga BBVA , jugando así absolutamente todo. Este hecho no se debe a ninguna casualidad, ya que el jugador del equipo granadinista se ha ganado su puesto de fijo a base de trabajo y actitud, dejando constancia de ello en los partidos que ha realizado.

El jugador de origen francés se ha consolidado en la zaga defensiva de una forma excepcional, formando una pareja seria y contundente junto al colombiano Murillo. El defensa procedente del Alcorcón, se ha acoplado a la perfección a la Primera División haciendo así que no se note para nada su cambio, ya que venía de jugar cuatro temporadas en una división inferior, la Liga Adelante.

Está dando un nivel digno de la máxima competición y esto podríamos corroborarlo preguntándole a algún aficionado que desconozca su procedencia, que de donde viene, lo más seguro es que nadie acertaría que de la Liga Adelante.

 Su estancia en el equipo madrileño no fue para nada desapercibida. Fue nominado al mejor defensa de la Liga Adelante, colocándose así entre los tres mejores defensas de dicha competición,  pero el trofeo finalmente se lo acabó llevando el jugador del Deportivo, Pablo Insúa.

El conjunto rojiblanco lleva, exceptuando la goleada que recibió en el Camp Nou,  siete goles encajados en ocho partidos jugados, lo que haciendo los cálculos significa que permiten menos de un gol por partido. Pero, los seis goles que le endosaron los de Luis Enrique no se pueden 'borrar', por lo tanto, llevan un total de trece goles en nueve partidos disputados.

Este sábado, el jugador de origen galo tendrá que hacerle frente a un partido muy difícil pero que como todos, se le interpone en su camino a la salvación y es nada más y nada menos que el Real Madrid, vigente campeón de Europa y de la Copa del Rey. Además de eso coincide en que llegan con un notorio plus de motivación tras haber ganado el Clásico ante el Barcelona desplegando un fútbol sensacional en un partido que se impusieron por tres goles a uno, lo que aumenta la dificultad del choque.

Eso sí, existe la posibilidad de que pueda  haber la típica relajación post-clásico, que suelen padecer estos dos grandes equipos después de una victoria ante el eterno rival. Aunque la verdad es que, relajados o no, Babin deberá cometer el mínimo número de fallos posibles. El club blanco llega en el mejor momento de la temporada y lo normal sería que cualquier fallo que cometa el equipo local, lo aprovechen en su beneficio. Quieren seguir la carrera por el liderato y si el Granada quiere sacar algo positivo de Los Cármenes ante tal rival, Babin y su equipo deberán jugar un partido impecable.