Un punto que sabe a poco

Tras un disputado partido, el Granada empató sin goles frente al Athletic. El público premió el segundo tiempo nazarí despidiendo al equipo entre aplausos. Los de Resino deberán convertir este punto en bueno ganando al Levante.

Un punto que sabe a poco
Candeias se lamenta tras un error. (Foto: Antonio L. Juárez)
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Por Pedro Talet

El día de San Valentín acogía un partido clave para Granada y Athletic. El eterno capitán Lucena volvió al club de sus amores. Era un duelo de necesidades. Los nazaríes, ansiosos por salir de los puestos de descenso. Los leones, con el corazón en la Copa, los sueños en la Europa League y la cabeza en Liga, donde no pueden despistarse.. Resino mantuvo su columna vertebral, introduciendo dos cambios con respecto a los dos últimos onces. Candeias, que firmó una buena segunda parte en El Madrigal, entró por Robert Ibáñez. Colunga, por su parte, debutó como titular en la punta del ataque. Valverde realizó cuatro cambios en relación al equipo que saltó en el Nuevo San Mamés contra el Espanyol el pasado miércoles: Iraizoz, Laporte, Balenziaga y Mikel Rico fueron de la partida.

La cuarta final de Resino finalizó en tablas. El Granada fue de menos a más. Tras una floja primera mitad, los locales se impusieron en la segunda. El balón no quiso entrar en ninguna de las metas. El dato anecdótico lo protagonizó Babin. El central francés es el único futbolista de campo de la Liga que no se ha perdido ni un solo minuto de la temporada.

Los leones dominaron en la primera

Los primeros impases del partido fueron disputados. El Granada tuvo un par de acercamientos en los primeros cinco minutos pero sin gran peligro.  La zozobra se instaló en Los Cármenes en el 8’. Una mala salida de Oier en un córner heló el corazón de la parroquia rojiblanca. Los vascos se hacían poco a poco con el peso del partido. En el 12’, una excelente combinación entre Beñat, Muniain y Aduriz estuvo a punto de convertirse en gol de los visitantes. La diestra de Beñat volvió a dañar a los locales en el 19’. Una falta botada por el exbético conectó con Mikel Rico prácticamente sin querer. El esférico se estrelló en el palo ante la atenta mirada del Oier.

La dupla formada por Rubén Pérez y Fran Rico no conseguía dominar el encuentro. El Granada se mostró incapaz de crear fútbol y pisar área contraria.  En el 32’ tuvo lugar la única ocasión de los nazaríes en la primera mitad. Fue a balón parado. Piti sacó una falta lejana y Babin con un gran cabezazo hizo que Iraizoz tuviera que lucirse de palomita. Los de Valverde continuaron buscando el primero. De Marcos se proyectó en el 37’ de manera magistral pero su disparo se marchó cruzado para alivio de los de Resino. El descanso llegó sin mucha más historia. El Athletic mereció más en los primeros 45 minutos. La superioridad de su trivote en mediocampo fue decisiva.

El Granada se creció en la adversidad

La tónica del choque cambió al comienzo de la segunda. El centro del campo de los leones perdió protagonismo. El Granada adelantó sus líneas, pasando a tener más presencia en ataque. La claridad, eso sí, brillaba por su ausencia. Piti creció en la segunda mitad, participando más en la creación. En el 62’, un centro de Lass terminó con un chutazo del catalán que repelió Gorka. Cinco minutos más tarde un saque de esquina centrado por el propio Piti fue despejado por Mikel Rico. El otro Rico, Fran, esperaba para empujar a gol. En ese momento Resino acababa de realizar dos sustituciones. Córdoba por un desapercibido Colunga y Robert por Lass.

Una de las jugadas clave del partido sucedió en el 67’. Insúa, en una acción absurda, fue expulsado por clavarle los tacos a Susaeta en campo contrario. Esto obligó a Resino a meter a Foulquier en detrimento de Candeias. Los leones recuperaron de esta forma la batuta instantáneamente. Aduriz gozó de una buena oportunidad pero Oier intervino con solvencia. A perro flaco todo son pulgas. Eso debió pensar la grada de Los Cármenes cuando Piti se lesionó en el 77’. El de Reus volvió al campo para no dejar a su equipo con 9. Y como el Cid, a punto estuvo de ganar batallas después de muerto. Tras una magnífica penetración por la derecha, Robert asistió al 10 nazarí. Este controló y mandó el cuero al palo derecho de Iraizoz. La respuesta de los bilbaínos llegó en la siguiente jugada. Muniain desde fuera del área estampó el balón en el poste de Oier.

El choque se calentó en su tramo final. El Granada se sobrepuso a las adversidades y se lanzó a por la victoria. La conexión Robert-Piti rozó el gol en un par de ocasiones. Córdoba también tuvo la suya. La falta de gol volvió a hacer acto de presencia en el verde del Zaidín. Clos Gómez se equivocó al no dar córner a favor de los locales en la última disputa del partido, cuando un disparo del maltrecho Piti tocó en un defensa rival. Los andaluces se marcharon con un punto agridulce, que sabe a poco. La afición despidió a sus jugadores entre aplausos.

Rico, Piti, Córdoba e Insúa se perderán la final del Ciutat de Valencia por sanción. Noventa minutos para hacer bueno el punto de este fin de semana. Mientras tanto, el Granada vivirá una jornada más en los incómodos puestos de descenso. El Levante de Alcaraz espera al conjunto nazarí. Eso será el 23F. El Granada deberá dar un golpe sobre la mesa. Ganar, ganar y ganar.