El sueño es posible

Un magnífico Granada se impuso en el derbi andaluz contra el Málaga. Camacho, en propia puerta, estableció en el 57' el resultado definitivo. Los nazaríes, eso sí, volvieron a mostrar una muy preocupante falta de gol. Las próximas citas serán frente al Rayo en Vallecas y contra el Eibar en casa.

El sueño es posible
Foto: Antonio L. Juárez
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Por Pedro Talet

El Granada CF ganó el derbi andaluz tras disputar unos excelentes 90 minutos. Dominó de principio a fin pero sufrió por su falta de pólvora. El reto es complicado pero, sin duda, este es el camino.

La necesidad y la ilusión se daban citan en el Nuevo Los Cármenes. Un Granada CF con la soga al cuello recibía a un Málaga CF con la mirada puesta en Europa. El ambiente festivo que han de tener los derbis se truncó con una inexplicable reyerta horas antes del partido. Los nazaríes afrontaban el partido conscientes de que podían estar ante uno de los últimos trenes que conducen a la salvación. Una victoria suponía un balón enorme de oxígeno de cara a los encuentros frente a Rayo y Eibar. Un empate o una derrota hubieran potenciado el pesimismo en la parroquia rojiblanca. En esa atmósfera de nervios el balón echó a rodar cuando el reloj marcaba las diez de la noche.

Un monólogo rojiblanco

El partido comenzó sin un dominador claro. Las imprecisiones fueron la tónica general de los primeros cinco minutos. La primera jugada polémica llegó en el 6’. Nyom penetró en el área y cayó derribado por un empujón de Castillejo. El campo a coro pidió penalti. La falta existía, pero fuera del área. Mateu Lahoz no pitó nada. El Granada CF se hizo poco a poco dominador del juego fruto de una mayor intensidad que el Málaga CF. Fran Rico, Javi Márquez y Piti estuvieron a punto de inaugurar el marcador en sendos saques de falta. El choque vacilaba en momentos de descontrol y etapas de presión local. En el 24, se sucedieron dos ocasiones, una en cada área. Un balón colgado al área fue buscado por El Arabi de cabeza, que se tiró al suelo pidiendo una inexistente pena máxima. En la siguiente acción, un esférico perdido por Rubén Pérez en zona comprometida se pudo traducir en el primer tanto malacitano. Castillejo habilitó a Juanmi en una jugada que terminó en gol. El colegiado lo anuló por un claro fuera de juego.

El acoso local siguió en los siguientes minutos. En el 30’, un balón muerto en la frontal del área visitante fue conectado por Márquez. El zurdazo tremendo del catalán obligó a una palomita de mérito de Kameni. La historia interminable parecía repetirse. La escasez de gol volvía a ser protagonista. El Málaga estaba desorientado en el verde del Zaidín. Un golpeo lejano de Samu García fue lo único destacable del pobre bagaje boquerón. En el 39’, tuvo lugar una nueva oportunidad rojiblanca. Una magistral contra finalizó con una asistencia de El Arabi a Robert. El valenciano realizó un disparo que desvió Miguel Torres. Kameni reaccionó con reflejos felinos y evitó el gol local.

Mateu Lahoz cabreó nuevamente al respetable al final de la primera mitad. En el 43’, Juanmi entró a destiempo sobre Fran Rico en lance de clara cartulina amarilla. El futbolista blanquiazul ya estaba amonestado y Mateu decidió perdonarle la segunda.  El Granada se marchaba al túnel de vestuarios sin un merecidísimo premio. El público despidió al equipo entre aplausos tras disfrutar de unos de los mejores 45 minutos de la temporada.

Un gol para la esperanza

La reanudación del partido llegó con susto para el Granada. Un mal despeje de Oier se convirtió en una magistral asistencia para Juanmi, que devolvió el favor fallando lo que pudo ser el primer tanto visitante. Esa acción fue un mero espejismo. El acoso local continuó. Kameni siguió siendo el héroe malagueño. La superioridad local no se materializó hasta el 57’. Un centro de Insúa fue cabeceado por Robert. Camacho al intentar despejar, introdujo la bola en el fondo de las mallas. Los nazaríes tras un dominio absoluto se ponían por delante con un gol en propia meta del Málaga. Una metáfora que refleja uno de los grandes problemas de este equipo: la falta de gol.

Camacho estuvo cerca de enmendar su error con uno de los goles de la campaña. En el 65’, el medio realizó un espectacular disparo desde 30 metros que se estrelló en la cruceta izquierda de la meta de Oier. Abel sustituyó a El Arabi y Piti por Córdoba y Riki. El velaíno desde el banquillo insistía a sus hombres en que no se acularan. En el 80’, tuvo lugar el minuto más loco del partido. Los de Javi Gracia pidieron penalti por una mano involuntaria de Murillo. El Granada salió rápido en un ataque que finalizó con una falta no pitada sobre Márquez, que cuajó un partido brillante. Los futbolistas nazaríes, convencidos de que Mateu la había decretado, se quedaron parados. La contra malagueña rozó el empate. Todo ello en 60 segundos.

Resino hizo la tercera modificación en el 67’. Robert salió en detrimento de Foulquier. Nada más entrar, Riki, tras un pase de la muerte, lo dejó solo frente a Kameni. El francés, con todo a su favor, mandó el balón a las nubes. Dos minutos después, la tuvo Córdoba. Márquez, con un pase magistral, habilitó al colombiano. El cafetero emuló a Foulquier y falló lo que un 9 nunca puede errar. En la prolongación, Rico envió un disparo que lamió el palo izquierdo de Kameni. La sentencia nunca llegó. El Granada CF, por su mala puntería, sufrió en un encuentro donde nunca debió de hacerlo. El pitido final provocó el éxtasis en el feudo del Zaidín.

El Granada CF venció y convenció. Resino juntó calidad en el centro del campo y eso se reflejó en el juego. El regreso de Murillo aportó firmeza a la zaga. Con los tres puntos cosechados frente al club boquerón, son 22 las unidades que tienen los nazaríes. La permanencia, independientemente de los 3 puntos que le pueden quitar al Almería, está a una victoria. Rayo y Eibar son las dos próximas citas. El panorama sigue siendo duro. La única forma de lograr la machada es continuar con la línea mostrada frente al Málaga. El sueño es posible.