El de ayer era uno de esos partidos que el aficionado ve como el acicate apropiado para que su equipo reaccione y comience a levantar cabeza. No fue el caso en Los Cármenes, donde volvió a verse un Granada CF que se empeña en demostrar un partido tras otro que está abocado a la Segunda División.

Poca tensión en el Granada

La primera parte del encuentro careció por completo de intensidad, no dio la sensación en ningún momento de que alguno de los dos equipos se jugase algo. En el caso del Espanyol era así, ya que el equipo catalán está más que salvado y se dedica a mejorar su posición en la tabla. Pero el Granada, se jugaba la vida, el acercarse a Deportivo y Almería, a los que podía recortar tres puntos. Obligados a ganar, los jugadores no hicieron el más mínimo esfuerzo en los primeros 45 minutos.

Sergio García, peligro continuo

Unos 45 minutos en los que, pese a no haberse creado ninguna ocasión de peligro, iban a dar lugar en la última jugada antes de que el árbitro mandara a los jugadores a vestuarios, a que se adelantara el Espanyol. Una pérdida en campo propio de Insúa, provocó una contra con el peor desenlace posible. El esférico cayó en los pies de Sergio García, uno de esos jugadores que gana partidos él solo, y con un magnífico recorte y un disparo perfecto con la zurda, batía la portería de los locales para irse al descanso por encima en el luminoso.

Leve reacción rojiblanca tras la reanudación

La segunda mitad del encuentro fue otra cosa. Al parecer los jugadores rojiblancos empezaron a ser conscientes de que o cambiaban la actitud y ganaban el partido, o ponían pie y medio en la categoría de plata. El equipo nazarí se vino arriba, comenzó a presionar y a tener el control del partido, pero sin crear ocasiones de gol.

La entrada al campo de Lass le dio otro aire al conjunto granadino, empezó a encarar y a poner centros, que normalmente no eran rematados por nadie, hasta que en el minuto 72', un centro medido era rematado de cabeza por Mainz, poniendo el empate en marcador. Al volcarse en ataque el Granada, dejaba muchos espacios atrás, lo cual trataba de aprovechar el Espanyol con contras. En una de ellas Caicedo se plantó solo ante Roberto, que con una magnífica parada mantuvo el empate.

Sentencia perica

No hubo final feliz para el Granada. La remontada no llegó a consumarse, muy al contrario, volvió a ocurrir lo que ya ha pasado en muchas jornadas esta temporada, en los últimos minutos, jugada rocambolesca del Espanyol con un gran pase de Sergio García a Montañés, el balón llega a Cala que despeja mal y el rechace se lo encuentra el propio Montañés que fusila a quemarropa la portería rojiblanca para cerrar el partido.

Terminó así un encuentro que deja al Granada muy tocado, y que ha supuesto la destitución de Abel Resino a falta de cuatro partidos de competición. Una decisión que probablemente no cambie nada a estas alturas, aunque deja claro que la decisión de traerlo a él para sustituir a Caparrós, no fue la acertada.

Matemáticamente el equipo aún tiene posibilidades de salvarse, pero anímicamente, el equipo está prácticamente descendido. La afición, que con lo poco que ha recibido de los jugadores siempre ha estado al pie del cañón, empieza ya a resignarse y a hacerse a la idea del sufrimiento que espera en estas cuatro jornadas hasta que se consume lo que parece inevitable.

Goles del Granada CF - RCD Espanyol