En algún momento tenía que ocurrir, y ha sido ante el Getafe CF. La victoria tenía que llegar, y más que la victoria, la reacción de un equipo que parecía no tener arreglo. Al parecer si que lo tiene, o al menos esa es la sensación tras el partido en el Coliseum Alfonso Pérez. De momento el efecto Sandoval funciona, y se cumple el manido tópico de "a entrenador nuevo, victoria segura".
Un Granada con garra
Por la razón que sea, bien el cambio de entrenador, bien la concienciación de los jugadores de que era el todo o nada, o por ambas entre otras, el Granada CF hoy fue otra cosa. Desde que comenzó el partido se vio a un conjunto granadino muy diferente al que se había podido ver, sin ir más lejos, el pasado jueves en Los Cármenes.
Los rojiblancos saltaron al campo con ganas, bregando cada balón, llegando arriba, buscando el gol que los adelantara en el marcador. Esta fue la primera novedad del partido. Y surtió efecto. Nada más empezar, Rochina estuvo a punto de marcar el primero en un remate desde dentro del área que salió muy centrado y paró Guaita. Antes del cuarto de hora de juego, una internada de Piti por la derecha acababa con un centro que Naldo cortaba con la mano dentro del área. Penalti a favor del Granada que, un recuperado por Sandoval para la causa, El Arabi, transformó en el minuto 14'.
A partir del gol, es cierto que el Granada bajó algo el ritmo y el control del juego se equiparó para ambos conjuntos. Eso sí, los granadinos, siempre bien plantados sobre el césped, no tuvieron problemas para mantener el resultado. Cuando parecía que nos iríamos al descanso con la ventaja mínima de los visitantes, un gran cambio de juego de Escudero encontraba a Pedro León, que tras un gran control y un buen recorte, disparaba entre las piernas de Juan Carlos, ajustando el balón al palo corto y batiendo a Roberto. De nuevo un gol en el último minuto de la primera parte que hacía que volvieran a aparecer fantasmas de partidos anteriores.
La segunda parte comenzó con un Getafe venido a más, apretando arriba. Nada más empezar a punto estuvo Sarabia de hacer el segundo con un gran disparo que Roberto tuvo que mandar a córner. Pero pocas más ocasiones pudieron verse. Los de Sandoval continuaron sin perder la calma, tratando de tocar el balón para crear ocasiones, hasta que el esférico llegó a Piti. El catalán, desde la derecha, puso un centro medido en el área azulona que encontró la testa de El Arabi, que por segunda vez batía la portería de Guaita y volvía a adelantar al Granada en el minuto 59'.
A partir de aquí, no hubo mucho más que contar. El partido se fue durmiendo y ni el Getafe parecía poder hacer más, ni el Granada quería que se aumentara el ritmo del juego. Tan solo el achuchón final del equipo madrileño puso en algo de apuros a los granadinos, pero sin llegar a tener ocasiones claras de gol. Con el pitido final, el Granada respira y vuelve a meterse en la lucha por la permanencia. Mientras tanto, el Getafe deberá esperar para lograr la salvación matemática.
Sandoval trae esperanza
No cabe duda de que de algún modo, la llegada de José Ramón Sandoval al Granada ha supuesto un cambio en el equipo, pese a llevar únicamente unos días en el club. El sistema de juego ha sido el mismo, pero sí que ha habido cambios en algunos nombres. La pareja de centrales pasó a ser Babin y Cala, el lateral izquierdo lo ocupó Juan Carlos, y el mediocentro estuvo formado por Rubén Pérez y Javi Márquez, desapareciendo Fran Rico incluso de la convocatoria.
Lass y Rochina ocuparon las bandas, y se dejaron ver mucho, sobre todo en los primeros treinta minutos de partido. Especialmente el jugador africano, que ya estuvo a las órdenes de Sandoval en el Rayo, y que encaró cada vez que tuvo oportunidad.
Resucitó El Arabi
Aunque si alguna sorpresa fue grata en el partido de hoy, esa fue la resurrección de El Arabi. El delantero marroquí, que llevaba varias jornadas sin entrar en los planes de Abel Resino, sin ir ni siquiera convocado, fue la apuesta del nuevo míster nazarí para ocupar la punta del ataque granadino. Y la apuesta no le pudo salir mejor. El delantero respondió a la confianza del entrenador con dos goles que le valen la victoria a su equipo y que meten al Granada de lleno en la lucha por la permanencia.
Las tres próximas jornadas serán de infarto, y el Granada deberá continuar con la misma actitud de hoy si quiere seguir optando a mantenerse en Primera División una temporada más. De momento, se ha dado un paso adelante, y ahora, toca pensar en el Córdoba.