El primer encuentro de la temporada para el Granada CF sirvió a los espectadores para ver lo que quiere Paco Jémez de su nuevo equipo. El entrenador canario es amante del fútbol de toque y siempre intenta que sus equipos hagan disfrutar a los aficionados como tenía acostumbrada a la parroquía rayista. La ciudad de la Alhambra no será menos y, a bien seguro, los granadinos disfrutarán de un Granada ofensivo, con intención en todo momento de jugar el balón y con ambición de no firmar jamás el empate. Así se presentó el nuevo equipo nazarí de Jémez.
Jugar desde atrás sin que temblara el pulso
El balón es un miembro más del equipo de Paco Jémez y hay que tratarlo como tal. Ante el submarino amarillo se pudo ver un Granada CF muy ofensivo y con las líneas muy abiertas para abrir lo máximo posible las dimensiones del terreno de juego de Los Cármenes. Ochoa iniciaba el juego de posición propuesto por el técnico donde los centrales se abrían y René Krhin se incrustaba en el centro de ellos para darle fluidez a una circulación, que debe ir mejorando con el paso de las jornadas. En el momento que el esloveno se metía como tercer central, Toral atrasaba su posición y formaba un doble pivote junto a Javi Márquez para ayudar en la salida de balón.
En las bandas se pudieron ver constantes movimientos entre laterales y extremos, intercambiándose las posiciones constantemente para crear confusión a los rivales y encontrar líneas de pase con facilidad. Boga y Cuenca tenían libertad absoluta para cambiar la banda cuando ellos quisieran, si bien es cierto que el canterano culé se encontró algo más cómodo en la banda derecha. Boga parecía tener mayor movimiento en la línea de tres cuartos sin quedarse realmente fijo durante muchos minutos en una misma posición.
En la línea defensiva se pudo apreciar a un Lombán algo dubitativo y cuajando un partido más que irregular ante un público inquieto con el central español. A su lado, un reconvertido Uche Agbo mostró una gran capacidad para sacar el esférico y una velocidad al corte que han convencido a Paco y a la mayoría de espectadores granadinos. El nigeriano ha crecido mucho desde su llegada a la ciudad andaluza y este puede ser el año de su confirmación. A la espera de oportunidades están Gastón Silva y Saunier, dos defensores que completan el centro de la zaga nazarí y que podrían ponerse en ventaja sobre el cuestionado Lombán.
Presión asfixiante para obligar a lanzar
El segundo aspecto táctico que vimos del Granada de Jémez es la alta y atrevida presión que lanzó su equipo el sábado ante un equipo que juega previa de Champions, el Villarreal. Ponce iniciaba el 'pressing' decantándose por uno de los dos centrales y el mediapunta, en este caso Toral, se iba al otro, obligando en muchos casos a lanzar al meta Asenjo. Esta característica del juego del entrenador del equipo rojiblanco puede ser muy efectiva ya que se recupera el balón con facilidad, o puede ser muy perjudicial si la defensa del equipo no está atenta y la delantera rival es más rápida que esta. Ante el submarino amarillo la presión funcionó bien, veremos en los próximos compromisos.