Lluvia blanquiazul

El CD Leganés logró vencer a la SD Ponferradina por un contundente 3-0. Omar Ramos y Rubén Peña, por partida doble, fueron los encargados de dar al conjunto pepinero la victoria en una tarde pasada por agua.

Lluvia blanquiazul
Lluvia blanquiazul | Jesús Troyano (VAVEL).
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Por Gema Gil Del Pozo

El Leganés volvía a casa. Lo hacía tras caer derrotado en el derbi madrileño la pasada jornada y con el sinsabor de haber desperdiciado una gran oportunidad para alejarse de sus perseguidores. No obstante, si hay algo que caracteriza al conjunto pepinero es el afán de superación, por lo que en la tarde del sábado, la Ponferradina se convirtiría en su víctima perfecta. 

Para dar mayor épica al encuentro, las precipitaciones marcaron el inicio del partido y de alguna manera, hacían presagiar que no sería la única lluvia del encuentro. Así, los allí presentes pudieron disfrutar de una lluvia de emociones, de ilusión y sobre todo, de goles. Omar Ramos y Rubén Peña serían los encargados de dar al Leganés una victoria que le acerca un poquito más al sueño del ascenso. Sin embargo, confiarse aún no está permitido. 

Premio al trabajo

Los pepineros saltaron al césped con gran energía que, inmediatamente, fue trasformada en la primera ocasión del partido. Gabriel fue el encargado de ejecutarla haciéndose con el control del cuero, pero su disparo se marchó por la línea de fondo. Primer aviso blanquiazul. Tras unos minutos pasados por agua, la lluvia cesó y poco a poco la situación se fue esclareciendo.

La grada alentaba a sus jugadores y estos les premiaron con una perfecta ocasión que se topó con la madera cuando ya todos los allí presentes cantaban gol. Segundo aviso. La Ponferradina estaba más que advertida, por lo que no dudó en intentar reponerse, merced de una jugada a balón parado de Casado que se marchó al cielo de Leganés. Como represalia, Sastre se hizo con un balón dentro del área de Santamaría, obligando al cancerbero a hacer una parada de mérito.

Omar Ramos fue el encargado de abrir la lata | Foto: Jesús Troyano (VAVEL).
Omar Ramos fue el encargado de abrir la lata | Foto: Jesús Troyano (VAVEL).

Mientras el equipo de Fabri tan solo lograba inquietar mediante jugadas a balón parado, el conjunto blanquiazul cada vez se encontraba más cómodo en sus dominios. Guillermo quiso probar suerte, pero su zarpazo se marchó por la línea de fondo. Szymanowski y Gabriel se unieron a la fiesta de ocasiones, pero de nuevo, no obtuvieron resultado. Jonathas, por parte de los visitantes, obligó a Serantes a lucirse. No obstante, dos minutos después, un gran Omar aprovechó un centro de Gabriel dentro del área para mandar el cuero a las mallas de la portería custodiada por Santamaría. No podían acabar de mejor manera, para los intereses del combinado de Asier Garitano, los primeros 45 minutos. 

Después de la lluvia, llegó la calma

Una ocasión de Gabriel fue, de nuevo, la encargada de dar comienzo al segundo tramo del partido. Szymanowski, toda una amenaza por la banda, intentaba a toda costa aprovechar su velocidad para plantarse solo ante el guardameta visitante. No obstante, no acaba de lograrlo y cuando lo hacía, Santamaría acababa con todo peligro. 

Fabri no estaba viendo el partido que quería por parte de sus hombres, por lo que no dudó en mover ficha. Garitano hizo lo propio también. Con tanto cambio, la Ponferradina comenzó a crecerse y las jugadas a balón parado siguieron siendo los faros que guiaban el camino de la Deportiva. Ahora los que avisaban eran los visitantes. Sin embargo, el olfato goleador de Rubén Peña seguía intacto tras recuperarse de su lesión. Así, el abulense, se hizo con un balón que le mandó Omar Ramos y no dudó a la hora de elebarle por encima de Santamaría y batirle sin ningún tipo de pudor. Butarque enloquecía. 

Rubén Peña se convirtió en bigoleador en el partido | Foto: Jesús Troyano (VAVEL).
Rubén Peña se convirtió en bigoleador en el partido | Foto: Jesús Troyano (VAVEL).

El combinado de Ponferrada debía reaccionar cuanto antes, si no quería llevarse un disgusto de su visita a Madrid. William puso todo de su parte para lograr la remontada, pero erró en una ocasión clara que podía haber animado a su equipo. Estaba claro que la suerte no estaba del lado del equipo visitante, pero para más inri, el colegiado señaló una pena máxima a favor de la Ponferradina que Andy desperdició. Fue en ese momento cuando la tropa visitante bajó los brazos, puesto que veía que la victoria se quedaría en Leganés. 

No obstante, todavía quedaba un tanto en las botas de Rubén Peña. El '20' blanquiazul aprovechó un centro que Timor le sirvió en bandeja para hacer la tercera diana del partido y la segunda en su cuenta personal en la tarde del sábado. Los pepineros buscaron seguir hurgando en la herida de la Ponferradina, pero ya no encontraron más premio y el electrónico de Butarque acabó señalando un contundente 3-0. A pesar de la lluvia, la gente marchó feliz con su equipo y es que, el sueño está un poquito más cerca.