Villarreal y Levante afrontaron el derbi de la Comunidad Valenciana en El Madrigal. El conjunto de Marcelino salió victorioso en un partido muy importante gracias a un gol de Vietto en el minuto 55 tras un fallo de Mariño. A pesar de no desplegar un fútbol brillante, el Villarreal consiguió una victoria que le permite ampliar su buena racha, tres puntos vitales para permanecer en los puestos europeos. El Submarino alcanza la cifra de 18 partidos sin perder en competiciones oficiales.
Debido a la racha que llevaban ambos equipos, a priori se podía esperar un partido más desequilibrado que se decantara a favor del conjunto castellonense. En el mundo del fútbol, las estadísticas están para romperse, pero este no fue el caso. El resultado final acentúa aún más las rachas de los dos equipos. El Villarreal se afianza en posiciones europeas, manteniéndose 6º con 38 puntos. Por su parte, el Levante sigue anclado en los puestos de descenso, sumando ocho partidos consecutivos sin ganar. Los de Alcaraz ocupan el puesto 19º, con 16 puntos.
Los primeros 45 minutos se caracterizaron por el dominio del Villarreal, que se hizo con la posesión y con el dominio del encuentro. Sin embargo, en frente tenía un Levante que salió muy bien posicionado, bien plantado en defensa. El equipo ‘granota’ defendió muy bien, con una defensa rocosa que desbarataba todas las ocasiones del conjunto local, impidiendo que el Villarreal tuviera mejores oportunidades para adelantarse en el marcador. La más clara para los pupilos de Marcelino fue un disparo de Vietto desde el borde del área. En esta ocasión, Mariño consiguió evitar el gol con una espectacular estirada. La réplica del Levante llegó gracias a un contragolpe trepidante por la banda derecha que acabó con un centro al área que remató Víctor Casadesús y que atrapó Asenjo con seguridad.
El inicio de la segunda mitad supuso los mejores minutos para el Levante. El conjunto de Alcaraz salió en el segundo tiempo con mucha intensidad y consiguió darle la vuelta a la tortilla. Durante estos minutos, el centro del campo del equipo blaugrana se hizo con la posesión del cuero y empezaron a mandar en la dinámica del encuentro. Fue en estos instantes cuando David Barral desaprovechó una ocasión clarísima. Ivanschitz le dejó delante del portero con un pase milimetrado por encima de la defensa, pero el delantero ‘granota’ se durmió conduciendo el esférico hacia la portería de Asenjo y finalmente la defensa del Villarreal consiguió interrumpir la jugada.
Fue dos minutos después cuando llegó la jugada más importante del encuentro. Paradójicamente, el equipo de Marcelino se adelantó en el marcador cuando mejor estaba jugando el Levante. Un disparo muy centrado de Trigueros desde fuera del área propició un fallo garrafal de Mariño. El guardameta blaugrana no consiguió atrapar ni despejar el cuero y dejó el balón muerto dentro del área para que Vietto fusilara a placer. El delantero argentino, con un movimiento muy inteligente, siguió la segunda jugada buscando saciar su hambre de gol y obtuvo su recompensa en el minuto 55.
A partir del gol, el Villarreal adquirió más confianza y más tranquilidad, intentando desarrollar un juego más sosegado, manteniendo la posesión. Sin embargo, el Levante no se rindió hasta el último momento. Con los cambios, Alcaraz buscó conseguir una mayor profundidad y verticalidad para lograr el empate. Con la entrada de El Zhar y de Xumetra permitió que el equipo creara más ocasiones, pero no supo materializarlas, le faltó gol. Durante los últimos instantes del partido, el Levante apretó pero no logró poner en grandes apuros a Sergio Asenjo.
Por su parte, el Villarreal fue más práctico que brillante. El Submarino ha entrado en una dinámica en la que consigue ganar sin jugar realmente bien. De hecho, no llegó a sentirse cómodo en todo el partido y no desplegó el fútbol brillante al que tiene acostumbrado, pero supo ganar. El conjunto blaugrana planteó un partido muy serio. Un partido que perdió por los pequeños detalles que desnivelaron el duelo. A pesar de la mala racha que acumula el Levante, dejó una muy buena imagen sobre el césped de El Madrigal.