Las altas temperaturas que azotan a la Comunidad Valenciana desde hace varios días no ha sido excusa para que el Levante haya protagonizado su primer entrenamiento de carácter exigente de esta temporada. Una doble sesión a la primera hora de la mañana y también a última de la tarde que ha dejado a gran parte del equipo exhausto con el gran nivel que ha exigido Lucas Alcaraz en el día de hoy.

En esta ocasión, el técnico granota ha insistido en un entreno más especializado con el balón, mientras que en el día de ayer fue el estado físico de los jugadores lo que más preocupaba. El discurso de unidad que tanto habían pronunciado tanto Alcaraz como Quico Catalán alcanzó su cúspide en el día de hoy, pues los jugadores no abandonaron la ciudad deportiva de Buñol, sino que se quedaron en sus instalaciones e incluso comieron y pasaron la tarde allí antes de volver al verde en torno a las siete de la tarde.

Una de los notas más positivas de las sesiones de hoy ha sido la vuelta a los entrenamientos de Nabil El Zhar. El atacante marroquí había estado de permiso por parte del club estos últimos días debido a su reciente paternidad, y fue uno de los más participativos en el día de hoy, demostrando que está en un estado de forma más que aceptable de cara a los primeros partidos de la pretemporada.

Ahora, el plan del Levante para lo que resta de semana es bastante similar. Mañana jueves el equipo tendrá una sóla sesión de carácter matinal, aunque el viernes volverá la doble sesión, esta vez más preparatoria para el primer amistoso de la temporada, que será este mismo sábado ante el combinado sub-21 del Celtic de Glasgow escocés, en las instalaciones de Buñol.