La plantilla levantinista ha vuelto a los entrenamientos en la Ciudad Deportiva de Buñol para planificar todos los detalles de cara al próximo choque liguero. Una semana muy difícil para el cuadro granota por todo lo que supuso perder los dos puntos contra el Athletic Club de Bilbao en los últimos cinco minutos del encuentro. El componente anímico de los jugadores está muy afectado por todo lo que supone tener un pie en Segunda División a falta de tres jornadas.
Sin embargo, la vida sigue. Y la Liga BBVA también. Los jugadores levantinistas tienen que demostrar su profesionalidad y seguir trabajando hasta que las matemáticas digan lo contrario. Mientras haya algún resquicio para conseguir la salvación en Orriols, el Levante seguirá luchando por ella. Con esta idea entre ceja y ceja, Rubi ha iniciado la preparación del encuentro frente al Málaga.
Toño y Juanfran no han participado en el entrenamiento
En la matinal de este miércoles, la plantilla ha retomado los entrenamientos para reemprender las actividades físicas. Una sesión preparatoria en la que Rubi ha contado con la totalidad de la plantilla, a excepción de Toño y Juanfran. El primero de ellos continúa inmerso en su proceso de recuperación, mientras que el capitán ha tenido que ejercitarse al margen del grupo.
El Levante se ha ejercitado durante una hora y media en un entrenamiento que se ha iniciado con un exigente circuito físico que ha sido relevado por unos ejercicios de posesión y presión en los que el balón ha adquirido el protagonismo. Así mismo, también han llevado a cabo un trabajo basado en las transiciones de ataque-defensa. Para concluir la sesión preparatoria, los jugadores han llevado a cabo un partido en espacios reducidos.
El conjunto granota volverá a entrenarse mañana a puerta cerrada en el Ciutat de València a partir de las 10:30. Como está siendo habitual en el equipo de Rubi durante los últimos meses, el técnico catalán quiere llevar a cabo la mayor parte de la preparación de los partidos en el estadio, sin la prensa. El entrenador del Levante quiere dejar todos los cabos bien atados sin dar pistas a sus rivales.