Trending tópic. Así se puede definir a la UE Llagostera. Todos hablan de éste equipo. Se agotan los calificativos para un conjunto que, como los equipos grandes, mata en el área rival, mastica y desgasta al contrario en el medio campo y desespera en defensa. Y todo ésto con la humildad, el sacrificio y la lucha del equipo pequeño, el que pone la ilusión y las ganas, el que se asoma a la victoria sin saber qué hay al otro lado.
Control del juego
Comenzó el partido entre el Rácing de Santander y la UE Llagostera, con ansiedades bien distintas en ambos equipos. Los locales, muy necesitados de puntos para salir de la zona baja de la tabla y cortar una racha mala de dos derrotas consecutivas y sólo siete puntos en toda la segunda vuelta. Los visitantes, con el peligro de ahogarse en su propio estado de gracia y todos los elogios del mundo del fútbol. Sin embargo, fueron los gerundenses los que, con una tranquilidad pasmosa, controlaron el juego desde el principio y se olvidaron de puntos, rachas y titulares de prensa, y se centraron en lo realmente importante: el partido de hoy. El Racing de Santander, por su parte, parecía que jugaba con un peso encima que no le dejaba pensar. Fallos constantes en el pase y la sensación tempranera de impotencia, que los cántabros ya no pudieron quitarse de encima en todo el encuentro.
A los catorce minutos, y tras varios acercamientos poco peligrosos con balones colgados al área del Rácing de Santander, un córner botado por Pitu, lo remató a la red Juanjo Expósito, ex del equipo santanderino. No lo celebró por respeto a la que fué su afición.
Tras éste tanto, Juanjo se creció y con él, todo el Llagostera. Muy ordenados y bajo la batuta incansable de Pitu, comenzó un recital de control del juego y de la situación. Cerraron todo camino posible hacia el empate y sólo en alguna oportunidad muy aislada, el Rácing de Santander se acercó con más ganas que ideas, con más voluntad que peligro. El debutante Mamadou Sylla, lo intentó en jugadas individuales que no hacían sufrir a la defensa catalana.
Expulsión psicológica
Y cuando más quería atacar el equipo local y más parecía que tenia todo bajo control el visitante, Alcalá cometió dos faltas en apenas tres minutos, que le costaron sendas tarjetas amarillas y la consiguiente expulsión. Justo ahí, terminó la primera mitad, dejando la sensación de que con un futbolista menos y cuarenta y cinco minutos por delante, al Llagostera se le iba a hacer muy largo el partido. La espectacular afición racinguista, se frotaba las manos esperando la reacción de los suyos en el segundo acto.
Pero no bastaron las ganas y los ánimos renovados del Rácing de Santander. Seguían cometiendo los mismos errores que en la primera mitad. Ataques alocados, balones colgados sin apenas peligro, y sólo alguna internada de Álvaro o Mamadou con algún remate peligroso. Poco para hacerle daño a éste Llagostera. Y con la salida al terreno de juego del veterano Diego Rivas, los gerundenses además empezaron a ejecutar contra ataques cada vez más peligrosos. Parecía que el Rácing se hundía en su propia desesperación mientras el rival crecía y crecía.
Sólo el "cualquier cosa puede pasar en el fútbol", mantenía con esperanza a los aficionados del Racing de Santander. Pero la UE Llagostera, no estaba para perdonar nada. Éste equipo ya no tiene piedad. En el minuto noventa, para que quedara constancia de éste hecho, tras un nuevo contragolpe, Querol estrellaba un balón en el poste de Mario e Imaz, a placer, remachaba el gol, el partido y las esperanzas de milagro de los racinguistas.
Tras ésta nueva victoria del equipo catalán, los puestos de playoff de ascenso quedan a sólo dos puntos y la UE Llagostera, es de nuevo Trending tópic. Todo el mundo habla de ellos.