Chuli era un desconocido para la grada pepinera. No para Asier Garitano, quien lo llamó personalmente en el mercado invernal para concederle un puesto en el equipo, y darle los minutos que no tenía en el Real Betis. Donde una puerta se cierra, otra se abre, aunque esta sea mucho menos grande y mediática. Chuli, que no entiende de jaulas, aceptó y acudió a Leganés para alegría pepinera, e incluso bética, pues los verdiblancos asociaron la ausencia de minutos con un delantero sin gol. Quizá por eso cada tanto del onubense incluye una reivindicación. La de una bestia desatada que quiere sentirse más valorado en la capital hispalense cuando finalice la cesión en el conjunto madrileño.

Su hueco en el Betis del próximo año pasa por una imagen goleadora y renovada de la que tenía allí, y Chuli está consiguiendo atraer las miradas no sólo de los béticos, sino del resto de la nación. Tras marcar su segundo doblete como pepinero contra el Albacete, Chuli suma ya siete dianas y es el máximo goleador del equipo, compartido con Borja Lázaro, que consiguió también siete goles en la primera vuelta, pero que ahora su participación está relegada a un segundo plano tras perder la titularidad.

Cinco goles en cuatro partidos

Todo empezó el 31 de enero, cuando Chuli consiguió marcar en Butarque su primer gol desde el pasado 7 de noviembre de 2013, cuando marcaba en Europa League el gol de la victoria del Betis ante el Vitoria Guimaraes. Fue su único gol como bético, y la rabia contenida tras la desconfianza por tierras sevillanas la dejó salir ante el Llagostera, contra quien pudo sumar su primer doblete de no ser porque un gol legal fue anulado por el colegiado.

Tras ello, llegó otro gol en Mallorca para dar al equipo la segunda victoria de la temporada fuera de Butarque. La racha continuó la jornada siguiente cuando esta vez sí, Chuli hacía doblete contra el Lugo, con dos goles de bella factura. Butarque se rindió ante el ‘12’ pepinero, y para igualar la mejor racha de la historia en Segunda División del equipo pepinero, Chuli marcó in-extremis a la jornada siguiente el gol de la victoria contra el Racing de Santander. Su excelente aportación con cinco goles en cuatro partidos le valió el reconocimiento por parte de la LFP como el mejor jugador del mes de febrero en la Liga Adelante. Era el nuevo ídolo pepinero, mientras que en las redes sociales los béticos no eran aún capaces de creerse la gesta del onubense.

Breve sequía

Chuli volvió a sentirse futbolista con minutos y goles. Había encontrado lo que venía buscando, y las expectativas las estaba cubriendo a la perfección. Sin embargo, llegaron tres derrotas consecutivas en las que el Lega se topó con tres rivales que parecían conocerlo bien, aunque los tres, Alcorcón, Tenerife y Sporting, vencieron al Leganés por la mínima. La cuarta derrota parecía una obviedad en el Villamarín, incluso cuando el Betis había cedido al Leganés a “su mejor delantero”, como bromeó Garitano. Chuli no podía jugar por contrato y VAVEL aprovechó para acercar sus sensaciones a los aficionados. Una entrevista en la que Chuli volvió a reconocer que allí nunca se sintió importante. Los aficionados pepineros se encargaron de que sí lo hiciera, y al grito de “Chuli, Chuli” pusieron el nombre del onubense a sonar en todo el Villamarín. No sabemos si aquello le sacó una sonrisa en la grada, lo que seguro que sí lo hizo fue su equipo. El Leganés se lució ante los casi treinta mil espectadores que acudieron al estadio bético, y otros tantos que vieron el choque por la televisión. 1-3, y adiós a la mala racha.

Ante Numancia y Ponferradina, Chuli consumó el quinto partido sin ver puerta. Quizá demasiado para lo que tenía acostumbrada a la grada pepinera.

Segundo doblete y máximo artillero

Pero en la noche de ayer, Chuli finalizó su sequía con su segundo doblete como blanquiazul para volver a reivindicarse ante los escépticos, mantener vivo el sueño de los playoffs, y acercar más aún el de la permanencia. Siete goles, al igual que Borja Lázaro, para ser el máximo goleador de Leganés esta temporada. “Algunas veces tendrá más acierto, otras menos, pero Chuli no tiene sequías”, sentenció Garitano, con otra firma de agradecimiento y reconocimiento al trabajo del onubense.

Poco a poco Chuli va logrando los objetivos personales con los que vino al Leganés, a la vez que ayuda a lograr los objetivos del equipo. Posiblemente la temporada que viene Chuli regrese al Betis. O a otro equipo con diferentes tintes. Quizá en Segunda, quizá en Primera. El escaparate de sus goles invita a pensar que esta simbiosis con una camiseta de colores arraigados para el onubense sea pasajera. Pero la decisión allá por enero de viajar a Madrid para recuperar su identidad ha hecho que Chuli se esté ganando un hueco en la eterna memoria pepinera. Y no en una temporada cualquiera. En la temporada del regreso a Segunda.