Alcorcón VAVEL

Resumen temporada 2014/2015 de la AD Alcorcón: el empate como modo de vida

Temporada con muchos cambios en la Agrupación Deportiva Alcorcón que se saldó con el objetivo cumplido de la salvación pero con la sensación de que el equipo podía haber aspirado a más. Demasiados empates para un equipo que fue bastante difícil de vencer, pero al que también le costaba llevarse los tres puntos de los partidos. José Bordalás dirigió su última temporada en el club amarillo siendo bastante cuestionado por los aficionados alfareros.

Resumen temporada 2014/2015 de la AD Alcorcón: el empate como modo de vida
Resumen temporada 2014/2015 A.D. Alcorcón (Foto: VAVEL)
nacholapastora
Por Ignacio Lapastora Domingo

Objetivo cumplido. Mantenerse una temporada más en la Liga Adelante es una tarea cada vez más complicada. La alta competitividad de la que hacen gala cada año todos los equipos provoca que la gran mayoría de los conjuntos se pongan como meta lograr los 50 puntos que aseguren la permanencia un curso más, y el Alcorcón no iba a ser menos. Con algunos altibajos el Alcorcón se mantuvo en la Liga Adelante, pudiendo respirar tranquilo a varias jornadas de la conclusión de la temporada.

Lo hizo manteniendo gran parte del bloque que invitó a soñar a los alfareros en la recta final del curso pasado aunque con bajas tan significativas como las del central Babin. Bordalás continuó al frente de la escuadra armando un equipo que a pesar de tener la salvación como objetivo principal sí invitaba a soñar con algo más. El regreso del gol con David Rodríguez, la vuelta de Óscar Plano... eran ingredientes con los que el playoff de ascenso era algo realmente alcanzable. Pero la falta de un timón en el centro del campo como el de Mora impidió que los resultados acompañaran.

Finalmente, el club logró el objetivo de la permanencia que se puso a principio de la campaña, pero durante la temporada el club también sufrió una importante pérdida. El que fuera presidente de la entidad entre 1998 y 2010, Esteban Márquez Ponce, falleció a los 77 años de edad. Y con él se fueron gran parte de las gestas que colocaron al Alcorcón en el mapa futbolístico, ya que fue bajo su mandato llegaron el conocido "Alcorconazo" y los ascensos a 2ªB y 2ª.

La irregularidad marca el comienzo

El Alcorcón comenzaba la temporada enfrentándose al Albacete, equipo ante el que debutó en su salto a la categoría de plata del fútbol español. Había que reforzar las buenas sensaciones cosechadas durante la pretemporada y lo hizo imponiéndose 2 a 3 gracias a un gran David Rodríguez que mandó un mensaje claro. Si gran parte de la campaña anterior había estado marcada por el poco acierto de cara a portería el artillero de Talavera llegaba para hacer olvidar aquellos momentos.

Sin embargo, no todo serían buenas noticias. El Alcorcón había recuperado la pólvora arriba sí, pero si por algo siempre se había caracterizado el cuadro alfarero en todo su paso por segunda había sido por su solidez defensiva, un aspecto que empezaría a ponerse en duda tras los resultados que se sucederían más adelante. Lejos de continuar la buena dinámica iniciada en el Carlos Belmonte los de Bordalás entraron en un círculo en donde la irregularidad marcó el inicio de la campaña.

Una de cal y otra de arena. Así, durante los primeros envites el conjunto amarillo no logró puntuar en dos jornadas consecutivas, un hecho que hizo que el equipo flirteara con la zona baja de la tabla y que supuso la incorporación más tarde del lateral Djené para suplir las carencias defensivas que estaban lastrando al equipo madrileño.

Toca mirar arriba

El punto de inflexión llegó ante el Zaragoza. El Alcorcón cayó en su casa por 1-3 dejando claro que el feudo alfarero tampoco iba a ser el campo inexpugnable que se había visto en campañas anteriores. Fue entonces cuando el equipo se puso el mono de trabajo y los resultados comenzaron a llegar. Durante siete jornadas los Bordalás no conocieron la derrota y volvieron a mirar a los puestos altos de la clasificación. Sin embargo, la visita a El Molinón no posibilitó continuar la buena racha de resultados y los amarillos no pudieron despedir el año como se merecía.

El comienzo del 2015 no fue para nada un buen momento para la Agrupación Deportiva Alcorcón, que vivió su peor momento de la temporada sin ninguna duda. Tras encadenar dos partidos consecutivos sin ganar tras su última victoria ante el Sabadell , esa cifra iba aumentar hasta los diez encuentros sin conocer el triunfo, con casi tres meses sin conseguir sumar los tres puntos.

Dos meses sin ganar

En los dos primeros meses, no llego ninguna victoria. Tres empates ante Betis, Numancia y Ponferradina de manera consecutiva, y una derrota ante el Albacete en casa en los últimos minutos fue el escaso bagaje para un enero que se presentaba bastante complicado, y donde los madrileños no defraudaron pero tampoco brillaron.

El mes de febrero se convirtió en casi un calco a su predecesor. Dos empates en casa ante Mirandés y Las Palmas y dos derrotas fuera de Santo Domingo ante Girona y Valldolid, dos equipos de la zona alta, demostraron que fuera de casa y ante equipos de la zona alta, los jugadores de Bordalás no estaban a la altura. En total, cinco puntos de 24 posibles en un inicio de 2015 para el Alcorcón que le alejaba todavía más de los puestos de playoffs de ascenso, pero que tampoco le hacía peligrar en relación al descenso.

El mes de marzo supuso un punto de inflexión en el equipo alfarero. Todo comenzó con la victoria en el derbi del sur de Madrid ante el Leganés la primera desde el 7 de diciembre, y que hacía coger a los aficionados amarillos una pequeña esperanza de ir hacia arriba. Los dos siguientes choques fueron algo decepcionantes ya que ante rivales de la parte baja (Recreativo de Huelva y Osasuna) no se conseguía ganar, pero por lo menos se logró el empate, en ambos caso a uno. Un nuevo triunfo, tras tres meses y medio sin hacerlo en casa, llegaba para los de Bordalás, ante un Barcelona B que cometió muchos errores. El buen mes de marzo acabó con un gratificante empate en La Romerada ante el Zaragoza, por lo que por segunda vez en el año, los alfareros lograban acabar un mes sin conocer la derrota.

El empate como modo de vida

Abril no fue para nada brillante, pero fue el mes en el que Javi Jiménez empezó a hacer historia con el Alcorcón. Tras un dura derrota en casa ante el Alavés, la Agrupación Deportiva Alcorcón iba a encarar los últimos diez partidos de liga en los que solo llegaría una derrota, y donde la solidez defensiva que intentó plasmar José Bordalás a lo largo de toda la temporada se hizo más patente que nunca. Tres empates seguidos sin goles ante Llagostera, Mallorca y Lugo hicieron recalcar las fortalezas pero también las debilidades del equipo. Sin duda alguna, el hecho de no encajar goles fue fundamental, pero la carencia ofensiva, y sobre todo la falta de puntería del equipo hacía que lo aficionados no se fueran del todo contentos a casa, y se hacía más fuerte el clamor popular que pedía la salida del técnico alicantino del banquillo alfarero. El equipo estaba casi sin opciones de llegar a los playoffs de ascenso, y peleaba más que nunca por no acercarse de manera peligrosa al descenso. Nadaba en tierra de nadie con las dos orillas lo suficiente lejos.

Las dos victorias con los que se comenzó el mes de mayo fueron un regalo para la afición. Ante Racing de Santander y Sabadell, los alfareros lograron matar dos pájaros de un tiro. Primero alcanzaron una salvación oficiosa, ya que consiguieron poner bastante distancia con los puestos de abajo, y con dos equipos que a final de temporada iban a ocupar dos de esos lugares. Y segundo, y aunque esto sólo fuera una ilusión, llegaron a poner al equipo a tiro de nuevo de los playoffs de ascenso, un objetivo secundario que los aficionados alfareros todavía tenían en el recuerdo.

Además, con el partido ante Sabadell, Javi Jiménez ya había logrado batir el récord de imbatibilidad en la Liga Adelante en el Alcorcón, y se puso como objetivo seguir sumando minutos para lograrlo. Sin embargo, el meta solo pudo llegar a los 515, al recibir un gol del Tenerife en la siguiente jornada, que hacía sumar un nuevo empate a los amarillos, y alejarse aún más del obejtivo del ascenso una vez que la permanencia estaba sellada.

Los dos siguientes partidos iban a ser de órdago para el cuadro alfarero. Con una situación en la que poco se jugaban, recibieron al Sporting de Gijón en casa y fueron al Benito Villamarín para enfrentarse al líder, el Betis. Ante los asturianos, los hombres de Bordalás sacaron un empate a cero, pero ante el líder vivieron lo que es estar en el otro lado en un día de fiesta verdiblanca. Los andaluces lograron el ascenso al imponerse por 3-0 a un equipo que horas antes había dicho adiós de forma matemática a los puesto de playoffs, y que no pudo hacer nada ante el vendaval verdiblanco. Los dos últimos partidos reflejaron bien lo que ha sido la temporada del Alcorcón, con empates ante Numancia en casa, y que además significó el adiós de dos hombres históricos en la entidad madrileña como Sergio Mora y Ángel, y ante la Ponferradina fuera.

La temporada se cerraba para los madrileños con 52 puntos, el objetivo de la salvación más que cumplido y con una palabra que lo definiría todo: empate. Y es que el equipo ha logrado 18 empates en este curso, con 12 victorias y 12 derrotas que demuestran que es un equipo al que le cuesta vencer, pero también ser vencido.

¿Y ahora qué?

Con la marcha de José Bordalás al Alavés, y la llegada de Juan Ramón Muñiz al banquillo, este verano se volverá a ver una restructuración grande de plantilla, aunque quizás en menor medida. Ya han llegado seis nuevos fichajes, el último Sergi Guardiola del Eldense , y la base del equipo de esta temporada se espera mantener a pesar de perder hombres importantes como Javi Jiménez, Verdés o Sergio Mora. El Alcorcón busca un nuevo proyecto que le haga estar en la parte superior de la tabla, y soñar por qué no con un ascenso que aunque suene muy improbable a estas alturas, quizás sea el sueño escondido que acaba por cumplirse.

AUTORES: Ignacio Lapastora y Álvaro Ballesteros